Huyen de Haití y su bebé nace en Aguascalientes.

La familia de Eduardo ha atravesado casi una decena de países para llegar a Aguascalientes. Entre decenas de los suyos, sus ojos oscuros enfocan con sorpresa todo lo que sucede a su alrededor. Viaja bien abrigado, viene de un clima cálido donde la temperatura puede alcanzar hasta los 34º centígrados.

Es difícil alimentarse bien lejos de casa, detenerse a descansar o encontrar donde dormir. Él, pese a que no deja de estar en movimiento, desconoce su destino.

Eduardo Issac (como sus padres decidieron llamarlo) acaba de cumplir tres semanas de vida. Nació el 8 de diciembre, en Aguascalientes. En cuando llegó su madre al estado, proveniente de Haití, dió a luz. Así que de hecho, Eduardo puede considerarse hidrocálido. Pero las trabas legales en los trámites para registrarlo, no se han hecho esperar.

No sale de los brazos de su madre, y nadie le ha explicado porqué hay tantas personas a su alrededor, o porque tiene que dormir en el piso, sobre unas colchas. Nadie le ha dicho que aún le falta cruzar la mitad de México para llegar a Estados Unidos.

El único refugio: la casa migrante

Una oleada de migrantes ha estado llegando a Aguascalientes en los últimos meses. A pesar de que este fenómeno se extiende a todo el país (el propio Gobierno Federal estima que el número de menores migrantes se triplicó a comparación del año pasado) está claro que en el estado no son la prioridad. El único lugar de acogida para ellos es una casa habitación de dos pisos, en donde no caben (bastante apretados) más que 10 personas, aunque han tenido incluso el doble.

La Casa Migrante Camino A la Vida tiene casi 10 años funcionando como un hogar de paso: en su camino a Estados Unidos, ha dado techo y alimentos a miles de migrantes.

Sin embargo, Pavel Cardona, actual coordinador de la casa, asegura que la llegada de migrantes ha aumentado drásticamente en el último año. Y ha dado un giro: anteriormente, quienes arribaban a la entidad eran, en su mayoría, centroamericanos de países como Honduras y Guatemala. Ahora, 8 de cada 10 provienen de Haití.

“La situación en su país es compleja. Es el lugar más pobre, y me cuentan que todo empeoró cuando asesinaron al presidente. La inseguridad, la pobreza” explica.

En julio de este año, el presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado a tiros en su domicilio, un hecho que a la fecha aún deja muchas preguntas y que ha venido a empeorar la situación política y económica del país, que ya es nombrado por algunos analistas como la “Somalia en las Américas”.

A este hecho se le suman los huracanes, la pandemia, los asaltos y los secuestros que diariamente azotan al país.

En el templo de El Señor de los Rayos, a un costado de la casa migrante de Aguascalientes, el padre encargado da cabida a algunos migrantes más en un salón de usos múltiples, pero hace falta habilitarlo, y aún así sigue siendo insuficiente.

“Están llegando alrededor de 100 personas a diario, aquí a la entidad. Les dan su visa humanitaria a la 1 o 2 de la mañana, y en ese momento los sacan. No les dan chance ni de quedarse en la noche. Llega gente aquí en la madrugada. Pero vienen con niños y todo, ¿cómo dejarlos en la calle?” relata Pavel.

Recientemente, la política migratoria al interior de México tomó un giro bastante brusco: los migrantes ya no son detenidos en la frontera sur, sino que el Instituto Nacional de Migración se encarga de trasladarlos a otros estados en donde se les entrega su visa humanitaria, para regularizar su situación. Ello hace que puedan transitar por México de manera legal.

Pero en Aguascalientes, no hay un plan para recibirlos. Ni siquiera la intención de hacerlo.

“Cuando llegan a Tapachula, Chiapas, el propio INM los trae en transportes aquí a Aguascalientes, puesto que no hay deportaciones como tal. Aquí les hacen sus trámites, y ahí termina su chamba y dejan a la gente. El problema que yo veo, es la reinserción en la sociedad de estas personas. El estado no tiene un plan de acción.” afirma.

El Tapón de Darién, la selva más peligrosa de América

Donzie tiene 23 años, al igual que su esposa. Ellos también viajan con su bebé en brazos, y poco antes de salir de la Casa Migrante con algunas latas de comida en la mochila, relatan, en francés, la parte más difícil de su recorrido.

“Si pasamos por el Darién, y no nos comunicamos con la familia, ellos piensan que ya fallecimos. Es uno de los trayectos más peligrosos para llegar a México. Hay niñas de 12, de 14 años, que son agredidas en ese fragmento.”

La zona conocida como el Tapón de Darién es considerada como el área selvática más peligrosa del continente. Es el único lugar en donde se divide la carretera Panamericana, y se extiende entre la frontera entre Colombia y Panamá.

Más allá de los ríos profundos, del calor extremo, y hasta de los jaguares, los migrantes temen a la violencia ocasionada por otras personas. La selva, que pareciera a simple vista impenetrable, está rebosante de narcotraficantes e incluso de cárteles de tráfico humano.

Los robos, las extorsiones y las violaciones suceden todos los días en esa zona. Donzie, junto a su esposa y su hijo, lograron salir de ahí y continuar su viaje, aunque además de las condiciones infrahumanas a las que lograron sobrevivir, han gastado (o les han quitado) hasta 5 mil dólares en su trayecto a Aguascalientes.

“Por mi, y mi familia, son miles de dólares. Cinco mil dólares. Soportamos mucha violencia. Hay bandidos que violan a niñas pequeñas (en el trayecto). Te asaltan, y si no les dan dinero te pueden matar” relata indignado.

Y eso que ellos comenzaron su viaje en Brasil, a donde ya habían migrado buscando escapar de las precarias condiciones económicas y de la violencia de su natal Haití. Pero la desigualdad laboral hizo que Donzie se decidiera a ir más allá.

Quienes inician su trayecto desde Haití, pueden cruzar una decena de países antes de llegar a México, en donde la violencia y el tráfico de personas también los esperan, aunque admiten, el trayecto ya se vuelve menos peligroso. Porque sobrevivir al Darién es la parte más difícil.

Gobierno indiferente

Pavel Cardona insiste en que el gobierno debe habilitar un albergue. Incluso, tiene una propuesta: hay una escuela primaria abandonada cercana a la casa, con al menos siete salones vacíos.

En los albergues de protección civil, a pesar de contar con espacios libres, se niegan a darles refugio, alegando que las personas sin hogar que generalmente pasan la noche en estos lugares son muy diferentes a los migrantes, y no quieren que haya problemas.

Con la reducida capacidad de la casa, y la nula atención por parte de los gobiernos estatales y municipales, ya es cada vez más frecuente ver a los migrantes haitianos pedir apoyo en los cruceros, dormir afuera del INM o en alguna plaza.

Pavel estima que 4 de cada 10 migrantes están dispuestos a quedarse en el estado, si les dan la oportunidad de acceder a un empleo. Pero afirma que el racismo y la xenofobia se han vuelto aún más comunes, y con ellos en particular.

“Otra cosa, es que con esa visa “humanitaria” la central camionera, las empresas transportistas, no les quieren vender boletos. Apenas empieza, pero ya con boleto en mano la gente los bajaba del camión. Yo les compraba por eso sus boletos, pero los bajaban.” dice.

También advierte sobre el riesgo de que los migrantes se unan a grupos delictivos, o caigan en algún adicción, pues llegan a dormir en “picaderos” dado que no hay un plan para su reinserción social. Y entonces, advierte, se volverá un problema aún más grande.

Dar posada en las aulas

En vísperas de Navidad, la escuela Guadalupe Victoria, ubicada en el municipio de Jesús María y cercana a las instalaciones del INM, abrió sus puertas a al menos 70 migrantes. Como pudieron, las integrantes de esta comunidad educativa, dirigida por las hermanas del Corazón de Jesús, adaptaron las aulas con cobijas y colchonetas, y con ayuda de los padres de los estudiantes (que ahora están de vacaciones), prepararon comida y consiguieron prendas.

La hermana Irma, directora del lugar, relata que han hecho lo posible por atenderlos, y pide a gobiernos y a empresarios que les brinden una oportunidad.

“En este momento lo que ellos necesitan es confianza, cariño, aceptación. Que nuestros empresarios les brinden oportunidades para laborar y ganarse la vida con su esfuerzo. El apoyo permanente. Las personas de Jesús María y algunas de Aguascalientes han hecho posible que nosotras las hermanas les podamos apoyar y estamos muy agradecidas, son una bendición”

Este es el lugar que ha dado hospedaje a Eduardo Isaac, al menos de manera temporal, y ella lo define como su huésped más pequeño.

“Iniciaremos el trámite para registrarlo con apoyo de derechos humanos porque les habían dicho que no era posible registrarlo porque las actas de sus papás ocupaban estar apostilladas, esperamos que pronto quede resuelto”, subraya.

Y ese es justamente el problema: se necesita constatar la legalidad de los documentos de los padres para registrar a los niños extranjeros que nacen en Aguascalientes. El detalle es que la mayoría de los migrantes provenientes de Haití están huyendo de la violencia, de la crisis económica y política, no cargan consigo documentos apostillados. Así lo explica Yessica Janeth Pérez Carreón, quien acaba de ser electa como la nueva presidenta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, y que recién asumirá el próximo enero.

“Es un supuesto que ya está contemplado en las leyes que reglamentan el registro civil. Y los registros. Sí es una situación que se prevé: cuando nazcan niños y niñas en el estado, de papá y mamá extranjeros, se prevén requisitos legales. Se tienen que presentar actas de nacimiento o matrimonio legalizadas o apostilladas por su país. Esto significa que su país constata la legalidad del documento” explica.

El idioma también es otro punto. Se requieren de peritos oficiales que puedan traducir los documentos, y las instituciones no siempre cuentan con los necesarios. En Haití se habla francés o criollo haitiano. En la opinión de Yessica Pérez, lo mejor que se puede hacer en estos casos es “arropar” a los niños y sus familias, pues el interés superior de la niñez prevalece por encima de cualquier cosa. Se necesita que los orienten en la realización de los registros, y apoyo para conseguir los documentos apostillados, algo que se podría hacer con la ayuda de las embajadas.

“Sí puede llegar a ser engorroso y difícil para algunas personas por su condición migratoria. Lo que yo creo que se podría hacer es ayudarles a facilitarles los trámites. Es decir, ¿cómo va a saber una persona extranjera quienes son los peritos oficiales del Poder Judicial? Es indicarles con precisión el camino que se tiene que seguir” asegura.

Lo principal dentro de la crisis migratoria es visibilizar para poder atender, afirma. Es decir, tanto sociedad como instituciones, deben tomar conciencia de que están ahí, y aceptar que siguen llegando todos los días.

El paso de los migrantes en Aguascalientes se ha triplicado durante este 2021. Pese a que la mayoría provienen de centroamérica y Haití, casi la totalidad de las tarjetas de residente permanente (hasta el mes de octubre, según el boletín estadístico mensual del INM) fueron otorgadas a ciudadanos japoneses.