El huracán Francine en EEUU avanza hacia Luisiana, donde se prevé el impacto
El huracán Francine se alejaba lentamente de las costas de Texas y avanzaba el martes por el mar hacia Luisiana, sureste de Estados Unidos, donde varias localidades han evacuado anticipándose al impacto en tierra previsto para la noche del miércoles.
Francine se ubicaba unos 300 km al este de la boca del Río Grande, Texas, desplazándose hacia el noreste sobre el Golfo de México, y "avanza hacia la costa de Luisiana. Se esperan marejadas ciclónicas que podrían poner en peligro la vida y vientos con fuerza de huracán que comenzarán en Luisiana el miércoles", detalló el Centro Nacional de Huracanes (NHC) en un reporte emitido cerca de las 05H00 GMT del miércoles.
Está clasificado por ahora como un huracán categoría 1 -en una escala de 5- con vientos de 120km/h y avanza a una velocidad de 17km/h, rumbo noreste.
Después de impactar en las costas de Luisiana, "se espera que el centro se mueva hacia el norte, hacia el Misisipi, el miércoles por la noche y el jueves", detalló el NHC.
Pese al fortalecimiento previsto el miércoles, es posible que "Francine se debilite rápidamente después de que se mueva hacia el interior", agregó.
El NHC ha emitido advertencias de huracán para las costas de Luisiana, para el área metropolitana de Nueva Orleans, y vigila posibles marejadas ciclónicas que podrían generarse en sectores de Misisipi, Alabama e incluso Florida. Estas zonas también podrían estar expuestas a lluvias y tornados. El reporte retiró avisos de posibles riesgos para Texas.
Algunas jurisdicciones conocidas como parroquias (equivalentes a condados) en la costa de Luisiana, se realizaron evacuaciones obligatorias preventivas y se activaron refugios.
El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, también anunció este martes en conferencia de prensa la instalación de albergues de respaldo en ciudades próximas. Detalló además que la Guardia Nacional estaba lista para actuar.
De acuerdo con imágenes de televisoras locales, desde el lunes por la tarde habitantes de Nueva Orleans hacían filas en gasolineras para abastecer sus vehículos o compraban botellas de agua en los supermercados.
- Inundaciones y caída de árboles -
"Debido a los suelos saturados por recientes lluvias, esperamos que caigan muchos árboles. Llegamos a esta tormenta con suelos saturados", dijo el martes en conferencia de prensa la presidenta de la parroquia de Jefferson, Cynthia Lee Sheng.
Joseph Simpson, de unos 70 años, fue uno de los primeros en llegar el martes al refugio instalado en la jurisdicción de Plaquemines, sureste de Luisiana. "Me traje algunos bocadillos, mis medicinas y agua", dijo a la televisora local WDSU 6.
Ese canal mostró a varios vecinos recolectando arena en sacos para proteger los accesos a sus viviendas ante posibles inundaciones y crecidas y a voluntarios que trabajaron hasta entrada la noche en la colocación de costales de arena en zonas vulnerables.
La alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, instó "a todos los residentes y a todos nuestros visitantes a que tomen precauciones y se preparen para fuertes lluvias, ráfagas de viento y actividad aislada de tornados".
"El miércoles y el jueves van a ser los días de mayor impacto en nuestra ciudad y área y la gente debe verdaderamente considerar quedarse en casa y lejos de las vías", comentó el lunes Collin Arnold, director de Seguridad Nacional de Nueva Orleans.
Parte de la zona que estará afectada por Francine en Luisiana sufrió el impacto de los devastadores huracanes Katrina (2005), Laura (2020) e Ida (2021).
- Temporada agitada -
Francine es el sexto fenómeno de la temporada 2024 en el Atlántico, que va de junio a noviembre.
Antes, en agosto, el huracán Ernesto causó lluvias y apagones en Puerto Rico. Previamente circularon Debby, Chris, Beryl y Alberto.
Debby golpeó como huracán la costa este de Estados Unidos, causando al menos ocho víctimas, según reportes de prensa.
En julio, el sureste de Texas, parte de Luisiana y el valle de Ohio fueron golpeados por Beryl, que en su trayecto por el Caribe alcanzó la categoría 5, aunque luego perdió fuerza.
Autoridades de Estados Unidos y de países del Caribe afectados por Beryl reportaron al menos 67 víctimas -principalmente en Houston, Texas- relacionadas directa o indirectamente con este huracán.
Según la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), la temporada de huracanes de este año en el Atlántico se presenta agitada, ya que la elevada temperatura del océano aumenta la intensidad de estos fenómenos. Se esperan 25 tormentas, de las cuales 13 serían huracanes.
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