Hunter Biden, hijo de Joe Biden, imputado por la compra y posesión ilegal de armas cuando era adicto
Una corte federal del estado de Delaware imputó a Hunter Biden, el hijo del presidente de Estados Unidos Joe Biden, por haber comprado un arma de fuego cuando consumía drogas y haber entregado un certificado al comprador diciendo que no era consumidor ilícito ni adicto. Objetivo privilegiado por la oposición republicana, Hunter Biden también está en el visor de la justicia estadounidense por sospechas de fraude fiscal.
La presión aumenta sobre Hunter Biden. El hijo de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, fue imputado el jueves, 14 de septiembre, por una corte federal del estado de Delaware, al norte oeste del país.
La justicia federal lo acusa de tres cargos relacionados con la compra y posesión de armas, que es ilegal cuando una persona es adicta.
El documento señala que el 12 de octubre de 2018 Hunter Biden le mintió al vendedor de armas al haberle entregado un certificado que estipulaba que no era consumidor ilícito ni adicto a estimulantes, estupefacientes u otras sustancias controladas, sabiendo que lo que decía era falso; y también lo acusa de poseer un arma de fuego conociendo que era ilegal por sus adicciones.
La historia se remonta a octubre de 2018 cuando Hunter Biden compró una pistola Colt Cobra de calibre 38 y, como comprador, tenía que rellenar un formulario en lo cual debía decir si era "usuario ilegal de, o adicto a la marihuana o cualquier depresivo, estimulante, narcótico o cualquier otra sustancia controlada", condición que prohíbe el porte de armas a nivel federal. No se reconoció adicto.
Hunter Biden describió en sus memorias de 2021 cómo se enfrentó a problemas de abuso de sustancias, incluido el consumo de crack y alcohol. Este periodo corresponde a la fecha de compra del arma.