Anuncios

Hungría y Polonia buscan aliados para defender el poder de veto en la UE

Hungría y Polonia se han coordinado para aumentar la presión con tal de mantener la regla de la unanimidad en la política exterior y de seguridad de la Unión Europea. Esta es la respuesta de los dos países a una coalición recientemente formada que presiona para adoptar la mayoría cualificada y poner fin al poder de veto.

El movimiento de Budapest y Cracovia ha sido anunciado este lunes por la tarde por Péter Szijjártó, ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, que ha explicado que se estaban manteniendo conversaciones preliminares para oponerse al nuevo "grupo de amigos" de la mayoría cualificada, que incluye, entre otros, a Alemania y Francia, los miembros más influyentes del bloque.

"Por supuesto, en el otro lado también se está organizando un equipo, si me permite decirlo. Hemos negociado a nivel de embajadores aquí en Bruselas", ha detallado Szijjártó a la prensa. "Los Estados miembros que quieren mantener la unanimidad y la posibilidad de defender sus intereses nacionales en la toma de decisiones de Bruselas, quieren tener una estrecha cooperación", ha añadido el ministro. Szijjártó no ha confirmado ninguno de los países que habrían participado en las discusiones.

Este mismo lunes, su homólogo polaco, Zbigniew Rau, ha expresado públicamente su apoyo. "Polonia nunca apoyará la idea de pasar de la unanimidad a la mayoría cualificada en la Política Exterior y de Seguridad Común", ha defendido Rau en Twitter.

Una fuente diplomática ha explicado Euronews que la facción a favor de la unanimidad podría englobar hasta nueve países de la UE, aunque todavía no se ha hecho pública ninguna lista oficial. No está claro si las conversaciones desembocarán en una asociación formal o en un acuerdo fluido.

El objetivo es contrarrestar al "grupo de amigos" formado a principios de mes por Alemania, Bélgica, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. Este grupo quiere rehacer la política exterior de la UE de forma "pragmática", abandonando gradualmente la unanimidad, norma de votación que sólo se aplica a determinados ámbitos de la política comunitaria, como la ampliación, la fiscalidad y el presupuesto común.

La necesidad de contar con 27 votos favorables suele ser aprovechada por una sola capital para aplazar, desbaratar o directamente vetar decisiones colectivas.Hungría, en particular, ha sido duramente criticada por utilizar repetidamente este poder individual para obstruir acuerdos clave, provocando la frustración del Estados miembro.

Esta táctica se ha empleado de nuevo este lunes, cuando Budapest ha bloqueado el desembolso de un nuevo tramo de 500 millones de euros de ayuda militar de la UE a Ucrania después de que Kiev incluyera al Banco OTP, el mayor banco comercial de Hungría, en la lista de "patrocinadores internacionales de la guerra". El banco, así como otras empresas privadas incluidas en la lista, rechazan enérgicamente estas afirmaciones, afirmando que el razonamiento es incorrecto y no objetivo.