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Humo de incendios forestales obliga a suspender clases en las ciudades más grandes de Bolivia

LA PAZ, Bolivia (AP) — Las clases en las ciudades más grandes de Bolivia fueron suspendidas a raíz de la humareda provocada por los incendios forestales, aunque el gobierno ha descartado declarar la emergencia nacional.

El jueves los colegios de La Paz, la sede de gobierno, estaban cerrados luego de que el Ministerio de Educación suspendiera hasta el viernes las clases por la mala calidad del aire producto de las quemas al norte de la región.

El ministro de Educación, Édgar Pary, explicó que en La Paz el humo se concentra al ser una hondonada que está rodeada por montañas.

La ciudad se sumó a Santa Cruz, uno de los departamentos más contaminados por el humo, que mantiene suspendidas las clases desde el martes. Santa Cruz, el motor agrícola del país, declaró la emergencia por los incendios forestales.

Varios sectores han pedido al gobierno del presidente Luis Arce que declare la emergencia nacional por los incendios y la fuerte sequía que azotan a la nación andina. Sin embargo, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, aseguró que no es necesario tras una reunión de Arce con las autoridades regionales.

Neusa Coca, alcaldesa de Teoponte —al norte de La Paz— informó a radio Panamericana que los incendios han consumió un 80% de los cultivos de cítricos y frutas. “Hemos vistos animales, árboles, producción de frutas quemados”, agregó.

El gobierno informó que en varias regiones ha llovido y que los incendios disminuyeron de 21 a 16. “La lluvia ayudó en algo, pero en otras partes continúan los incendios”, mencionó Coca.

En tanto, la policía anunció que enviará un contingente para combatir el fuego.

Septiembre solía ser uno de los meses más críticos por los incendios pero este año las quemas se han prolongado debido a la sequía que castiga gran parte del territorio boliviano y a buena parte de Sudamérica, incluida la Amazonia de cuya cuenca Bolivia forma parte.

La mayor parte de los incendios son causados por agricultores que durante la época seca queman la maleza y los pastizales para renovar los cultivos o ampliar la frontera agrícola.

La temporada coincide con fuertes vientos y altas temperaturas, lo que hace que el fuego se propague y salga de control, según autoridades y expertos.

Según un reciente informe de la Autoridad de Bosques hasta octubre dos millones de hectáreas se quemaron de las cuales 23% eran bosques.