Los hoteles de Puerto Rico podrán reanudar sus actividades con límites

San Juan, 27 may (EFE News).- Tras la apertura del comercio al detalle y otros negocios este martes en medio de la pandemia por el coronavirus, los hoteles en Puerto Rico podrán abrir sus piscinas y restaurantes a un 25 % de su capacidad, aunque permanecerán cerrados gimnasios y spas, según las nuevas guías de la Compañía de Turismo (CTPR) de la isla.

En Puerto Rico, se calcula que la economía del turismo genera alrededor de 1.100 millones de dólares y genera 60.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Su aportación al Producto Nacional Bruto (PNB) supera el siete por ciento.

La CTPR ha enviado a los integrantes del sector de la hostelería una guía actualizada para poder implantar, adaptada, la nueva orden ejecutiva del gobierno de la isla que da inicio esta semana a la fase de la reapertura económica tras dos meses y medio de confinamiento por el COVID-19 con el que se pretende frenar la propagación del nuevo virus.

De acuerdo a la guía de la Compañía de Turismo, la comida para llevar y el servicio a las habitaciones deben permanecer siendo las opciones preferidas, no estarán abiertos los bares, pero se dará la opción de abrir a los restaurantes siempre y cuando sea a un cuarto de su capacidad.

Al restaurante solo se podrá acceder con reserva previa y el personal del centro hotelero deberá ser el encargado de vigilar que se mantiene la distancia preceptiva para ayudar a evitar contagios.

En cuanto al servicio a las habitaciones estará disponible durante las 24 horas del día mientras que la comida para llevar amplía su horario y en vez de acabar a las seis de la tarde, ahora se prolongará hasta la medianoche.

En el caso del propio hotel, las atracciones, los gimnasios, spas y casinos en su interior, así como alquiler de equipos, aún deben permanecer cerrados.

Sin embargo, las piscinas pueden abrir entre las cinco de la mañana y las siete de la noche hasta el 25 % de su aforo mientras que las actividades recreativas estarán permitidas pero manteniendo la distancia entre personas, que deberán usar una mascarilla.

Ante la llegada posible de turistas, estos deberán guardar una cuarentena de catorce días tras su llegada o la duración de su estancia, dependiendo de que sea lo más breve en caso de haber sospecha de que padecen COVID-19.

En cuanto al aeropuerto, se permitirá que los restaurantes y tiendas abran manteniendo y preservando la distancia entre las personas.

Los operadores de viajes y excursiones no podrán operar todavía, aunque las agencias de viajes si lo podrán hacer pero, eso si, con cita previa y al 50 % de su capacidad.

Por otro lado, las empresas hoteleras y de la industria deberán proveer a sus empleados de un documento que acredite que trabajan con ellos ya que están exentos de cumplir con el toque de queda que va de siete de la noche a cinco de la mañana.

La presidenta de la Asociación de Restaurantes (Asore), Marisol Vega, ya ha advertido que los dos meses de confinamiento, unido a la apertura permitida del 25 % de capacidad de los restaurantes, puede desembocar en el cierre de una cuarta parte de los restaurantes de la isla donde en abril se perdieron 88.700 empleos asalariados, un descenso del 10,1 %.

El principal aeropuerto internacional de la isla, Luis Muñoz Marín, continúa abierto.

A lo largo de la época álgida de la pandemia no cerró en ningún momento, pese a que la gobernadora, Wanda Vázquez, pidió su cierre a la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) para que se puedan prohibir vuelos procedentes de las zonas consideradas "calientes" por su alta prevalencia de casos positivos del nuevo coronavirus.

A diferencia de los aeropuertos, los puertos marítimos son competencia de las autoridades de la isla y desde el primer momento la gobernadora ordenó el cierre a los atraques de barcos comerciales, medida que aún continúa en vigor.

(c) Agencia EFE