Un hospital británico hace saltar las alarmas tras más de un mes sin restricciones por Covid-19

La curva de contagios por coronavirus en Reino Unido continúa en ascenso y eso se ha visto reflejado en la ocupación hospitalaria del University Hospitals Plymouth NHS Trust de Devon, al suroeste del país, que ha tenido que elevar su nivel interno a crítico para hacer frente al alto porcentaje de ingresos en medio de la tercera ola del coronavirus que recorre Reino Unido, donde hace casi y mes y medio del levantamiento de las restricciones.

Un hospital de Devon (Reino Unido) ha informado de que tiene un 97% de ocupación y que espera lo peor aún. (Foto: Getty Images)
Un hospital de Devon (Reino Unido) ha informado de que tiene un 97% de ocupación y que espera lo peor aún. (Foto: Getty Images)

El nuevo nivel activado en este hospital de Devon implica, según explica el comunicado del centro hospitalario recogido por Yahoo UK, seguir “un protocolo interno para dirigir a todos los departamentos en acciones inmediatas de desescalamiento mientras están en OPEL4 (el nivel más alto de escala)”. Esto, en la práctica, se traduce, por ejemplo, en la cancelación de reuniones que no sean urgentes para liberar a los sanitarios de la actividad que no sea atender a los pacientes.

Los datos del University Hospitals Plymouth NHS Trust muestran que cerca del 97% de las camas están a día de hoy ocupadas y que el promedio en los últimos meses es del 95%. Y esa es la razón principal por lo que se ha decidido elevar el nivel a crítico junto con el “alto nivel sostenido de asistencia al Departamento de Emergencias, que se convirtió en un nivel de admisión superior al promedio”.

Desde el hospital señalan que ya han registrado su nivel “más alto de ocupación de Covid de la tercera ola” y, lo que es peor aún y hace saltar algunas alarmas, esperan “que esto aumente aún más”. Para adelantarse a ese escenario y estar preparados han “reconfigurado” sus servicios.

El aumento de los contagios se puede apreciar en las gráficas que facilita el Gobierno del Reino Unido en el portal creado para informar de la pandemia del coronavirus. Ahí se puede ver que en las últimas semanas la curva ha ido aumentando y actualmente se encuentra al alza. Con más del 60% de la población con la pauta completa, los casos siguen en ascenso y las restricciones hace ya más de un mes que fueron levantadas.

De hecho, en su día, el 19 de julio, se planteó la duda de si era buen momento para acabar con todas esas restricciones en el país con la curva disparada. El pico se alcanzó el 15 de julio y después inició una caída considerable. A comienzos de agosto, dos semanas después aproximadamente del levantamiento, volvieron a aumentar diariamente los casos. Aunque este ascenso está lejos del vivido en la primera quincena de julio. A 25 de agosto, en Reino Unido hay 6.874 pacientes ingresados de los cuales 957 necesitan ventilación.

El porcentaje de población vacunada que muchos expertos y estudios han manejado desde el inicio de la pandemia como óptimo y seguro para levantar las restricciones era el del 70%. La introducción de la variante Delta en esa ecuación hizo que algunos lo elevasen al 80%. Las vacunas funcionan, de eso no hay duda, pero estar vacunado no impide el contagio. Lo que hacen las vacunas es minimizar considerablemente el riesgo de sufrir complicaciones, como ha quedado ampliamente demostrado.

Esta misma semana se publicaba un nuevo estudio en Australia, como analizó Javier Taeño para Yahoo, que cuantificaba el número de muertes que supondría reabrir el país según el porcentaje de vacunados. Señalaba que con el 80% de los adultos inmunizados el coste en vidas sería de 25.000. Si a ese porcentaje de adultos se le añadían todos los niños con la pauta completa, ese caso el coste humano descendía en 6.000 personas. Una estimación, la del alcanzar el 80% de la población vacunada antes del levantamiento completo de las restricciones, poco esperanzadora para quienes ansían el regreso a la normalidad.

Sin embargo, ese estudio es complicado de trasladar a Europa ya que su situación es considerablemente distinta a la de Australia. Allí, en las antípodas de España, la pandemia se ha hecho notar con cifras mucho más bajas tanto en contagios como en fallecimientos. Algo en lo que no solo influye las medidas tomadas, sino su menor población y lo vasto de su territorio, que implica que las concentraciones de población no sean tan frecuentes y pronunciadas como en el Viejo Continente.

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