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Honduras reabre la economía entre recelos por el aumento de casos de COVID-19

Tegucigalpa, 8 jun (EFE).- Honduras, el tercer país de Centroamérica más golpeado por la pandemia de la COVID-19, inició este lunes una "reapertura inteligente" de su débil economía, luego de casi tres meses de confinamiento forzado, con el recelo de médicos por el acelerado aumento de contagios en los últimos días.

Muchos hondureños volvieron a sus puestos de trabajo después de que el Gobierno flexibilizara el cierre impuesto a la actividad económica en marzo para tratar de frenar al coronavirus SARS-CoV-2, lo que seguirá hasta la vuelta a la normalidad, que pudiera producirse a finales de agosto, según proyecciones de fuentes oficiales.

Honduras, con más del 60 % de sus 9,3 millones de habitantes en la pobreza, y altas tasas de informalidad, busca dar un respiro a su economía, que ha sido muy afectada por la enfermedad mortal, que además ha puesto en peligro unos 400.000 empleos en el país, según autoridades del Gobierno y la empresa privada.

El canciller hondureño, Lisandro Rosales, dijo en la víspera que la reactivación económica es "una medida necesaria para garantizar la seguridad alimentaria de la población".

"Esperamos que esta apertura prudente permita a todos los empresarios sensatos reponer en gran medida esos puestos de trabajo, aquí todos hemos hecho un sacrificio y hemos tenido que dar ese plus en beneficio de la sociedad", subrayó Rosales.

La decisión de la reapertura gradual se produce luego de un análisis de las recomendaciones hechas por las autoridades sanitarias y las demandas del sector económico, lo que genera dudas y preocupación entre especialistas, que consideran que el proceso llega en una fase crítica de la pandemia.

En los municipios -298 en total tiene el país- con menos incidencia de la COVID-19, las empresas podrán reabrir hasta con el 60 % de sus empleados; en tanto que en las regiones con más casos, solo podrá retornar el 20 %, según la primera fase de la reapertura económica.

NUEVA ACELERACIÓN DE LOS CONTAGIOS

Aunque todos los sectores consideran que es importante reactivar la economía, de manera gradual, la actividad podría elevar los contagios, que ya van por los 6.327, y los muertos suman 258, han advertido los médicos especialistas que están al frente de la lucha contra la pandemia de la COVID-19.

La neumóloga Suyapa Sosa, presidenta de la Asociación de Médicos del Instituto Nacional Cardiopulmonar, en Tegucigalpa, dijo a Efe que el coronavirus llegó a "terminar de desestabilizar" la economía y el sistema de salud de Honduras.

"Nos da terror ver a los pacientes en carpas, como lo estamos viendo en el Hospital Escuela (en Tegucigalpa), o que los pacientes estén sentados afuera esperando un cupo", enfatizó.

Desde su perspectiva, frenar la pandemia, además de las medidas de confinamiento, requiere identificar las personas infectadas, confirmar su contaminación con una prueba de diagnóstico, tratarlas y ponerlas en cuarentena.

Sobre la reapertura de la economía, Sosa dijo que el proceso le causa "terror", por lo que le pidió a la población "rezar" por el riesgo que implica abrir los negocios cuando el país vive una fase crítica de la enfermedad.

"Tenemos mucho temor, no creemos que (la reapertura) sea tan inteligente, pero sabemos que es algo que tiene que hacerse. Muy difícil, lamentablemente no se hicieron todas las medidas que se tenían que hacer hace mucho tiempo", subrayó.

Las empresas deben actuar de "manera inteligente" para evitar el contagio entre sus empleados, señaló Sosa, quien considera que los casos seguirán al alza, porque aún no se ha llegado al pico.

PRINCIPAL DESAFÍO DEL SISTEMA SANITARIO

El coronavirus ha puesto en evidencia importantes desafíos y necesidades, especialmente en el sistema de salud de Honduras, ya que ha mostrado un importante reto: la atención apropiada a pacientes que requieren hospitalización y tratamiento, añadió Sosa.

"Decir que a todos se les va a dar los estudios radiológicos que se ocupan, es mentira; pero por lo menos una cama donde reciban su oxígeno, en este momento, es el principal desafío que tenemos todos los hospitales", enfatizó.

El avance de la pandemia amenaza la capacidad de los hospitales públicos de Honduras que, según denuncias de médicos, tienen poco espacio, personal y equipo de protección para atender a pacientes con la COVID-19.

El Gobierno, por su parte, asegura que los hospitales están a "un 54 % de su capacidad para recibir pacientes, por lo que no existe colapso".

La Universidad Nacional Autónoma de Honduras habilitó la semana pasada su Palacio de los Deportes para albergar a pacientes de coronavirus no graves, mientras que los más delicados son ingresados en el Instituto Nacional Cardiopulmonar, conocido como "Hospital del Tórax".

Sosa dijo que le "da miedo" que un paciente sea trasladado al Palacio de los Deportes y muera, o que su salud se complique debido a "las limitaciones" del centro para enfrentar la enfermedad.

PROCESO ORDENADO Y RESPONSABLE

El proceso de reapertura debe ser "ordenado, responsable y solidario de todas las empresas con sus colaboradores", dijo a Efe el subdirector de Operaciones de la Asociación Hondureña de Maquiladores (industria ensambladora) (AHM), Alden Rivera.

La reactivación no se podía seguir retrasando por las consecuencias económicas de la pandemia en los ingresos de las familias, las empresas y las finanzas del Estado, añadió.

"La situación se estaba volviendo tan grave que era importante dar un paso adelante" para recobrar con gradualidad la deteriorada economía, subrayó Rivera, exembajador de Honduras en México.

La economía de Honduras se contrajo en el primer trimestre de 2020 un 1,3 %, por primera vez desde la crisis económica y política de 2009, por los efectos de coronavirus SARS-CoV-2, según el Banco Central del país (BCH).

Para 2020, la entidad, prevé que, a consecuencia de la COVID-19, el Producto Interno Bruto (PIB) caerá entre 2,9 % y 3,9 %, y espera una recuperación de la economía de entre 4 % y 4,5 % en 2021.

Proteger la salud de los empleados y abrir la economía del país deben ser "actividades complementarias", subrayó Rivera, quien resaltó que los trabajadores obligatoriamente tienen que usar mascarilla en espacios públicos.

Para vigilar que se cumplan las directrices del Gobierno, la Mesa Multisectorial inspeccionará comercios y establecimientos, y ante "la amenaza de un brote" de coronavirus, se retrocederá en la reapertura, señaló.

La reactivación económica no ha relajado las restricciones a la movilidad, que incluyen que las personas solo pueden circular de acuerdo con el último dígito de su carné de identidad o pasaporte, de lunes a viernes.

El sábado y domingo no circula nadie, solamente personal autorizado, según las autoridades que en la víspera extendieron el toque de queda hasta el 14 de junio.

(c) Agencia EFE