Los homosexuales africanos piden al Papa que predique la tolerancia

Por Edith Honan y Elias Biryabarema NAIROBI/KAMPALA (Reuters) - Los homosexuales africanos, que a menudo se enfrentan a la persecución en las calles y en ocasiones son juzgados en los tribunales, han hecho una solicitud sencilla al Papa Francisco antes de su primera visita al continente: traiga un mensaje de tolerancia incluso aunque no bendiga nuestra sexualidad. Francisco viaja a Kenia y Uganda, donde muchos cristianos conservadores se sienten incómodos con la idea de que Occidente ejerza presión sobre su moralidad, sobre todo cuando se habla de homosexuales y lesbianas. El Papa también visitará la conflictiva República Centroafricana en un viaje que comienza el 25 de noviembre. A pesar de que Francisco no ha cambiado sus dogmas católicos en referencia a la homosexualidad, reafirmando la oposición de la Iglesia al matrimonio entre personas del mismo sexo, sí ha tenido un acercamiento más inclusivo, aplaudido por muchos católicos homosexuales, mientras que ha molestado a los católicos. "Me gustaría que el Papa dijera al menos que ser LGTB (lesbiana, gay, transexual o bisexual) no es una maldición", dijo Jackson Mukasa, un joven de 20 años que fue encarcelado el año pasado acusado de cometer actos homosexuales, aunque se le retiraron los cargos por falta de pruebas. "Ser homosexual en Uganda es un desafío. Te enfrentas a la justicia popular, a ser asesinado o a ser arrestado", dijo Mukasa, también conocido por el nombre de Princesa Rihanna. La homosexualidad o el acto sexual gay está prohibida en la mayoría de los 54 estados africanos. Sudáfrica es el único país africano que permite el matrimonio homosexual. La Iglesia católica mantiene que ser gay no es pecado, pero sí lo son los actos homosexuales. Uganda, del que un 40 por ciento de su población es católica, ha sido vista como bastión del sentimiento antihomosexual desde 2013, cuando decidió endurecer las penas, con algunos diputados presionando para establecer la pena de muerte o la cadena perpetua para algunos actos relacionados con el sexo homosexual. La ley fue anulada por motivos de procedimiento, aunque no ocurrió hasta que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, la comparase con la legislación antisemita de la Alemania Nazi. Hubo otros donantes occidentales que también mostraron su indignación. Frank Mugisha, director de Minorías Sexuales de Uganda y uno de los defensores más activos en la defensa de los derechos de los homosexuales, dijo que esperaba que el Papa mandara el mensaje de que los homosexuales y lesbianas deberían "ser tratados como cualquier otro hijo de Dios". El portavoz del Gobierno Shaban Bantariza, dijo que esperaba que "el mensaje del Papa no difiera de las creencias fundamentales de los ugandeses". "No vemos la homosexualidad como una forma de vida normal, pero también hemos decidido no perseguir a los que han caído víctimas de ello", añadió.