En Hollywood, pocos creen que acosadores serán castigados

El desacreditado magnate del cine Harvey Weinstein podría pasar el resto de su vida en prisión, pero eso no significa que los trabajadores en Hollywood tengan fe en que otros acosadores y abusadores sean castigados de manera similar.

Tres años después de que el explosivo escándalo de Weinstein encendiera el movimiento #MeToo, un sondeo de la Comisión de Hollywood, encabezada por la abogada y académica Anita Hill, encontró una fuerte creencia en la industria de que los acosadores sexuales no serán responsabilizados.

“Las cosas han mejorado, pero no lo suficiente”, dijo Hill en una entrevista antes de la publicación del sondeo el martes. “La gente no cree que sus denuncias serán tomadas en serio, no cree que vaya a pasarles nada a personas que se descubra que son acosadoras. SÍ creen que habrá represalias, seas víctima o testigo, se cree que habrá represalias en tu contra si denuncias”.

En otras palabras, como una de las casi 10.000 personas que respondieron a la encuesta dijo a la comisión: “Sólo porque unos pocos delincuentes son responsabilizados cuando son denunciados por las víctimas más famosas, no significa que nada haya cambiado para el resto de nosotros”.

La Comisión de Hollywood se creó a finales de 2017, poco después de que las acusaciones contra Weinstein sacudieran a la industria y llevarán a un ajuste de cuentas más amplio en la sociedad contra el comportamiento sexual indebido en el sitio de trabajo. Hill, una voz prominente contra el acoso sexual desde que acusó en 1991 al entonces nominado a la Corte Suprema Clarence Thomas, fue nombrada su presidenta.

La comisión dice que 9.360 personas — mujeres y hombres de todos los niveles de empleo en la industria del espectáculo — respondieron al sondeo, realizado en línea de manera anónima en un periodo de tres meses que terminó en febrero. Este primero de cinco reportes se enfoca en las percepciones de responsabilidad, que la comisión encontró especialmente impactante. También anuncia una nueva plataforma de denuncias para las víctimas, actualmente en desarrollo.

En hallazgos que Hill calificó de “impactantes mas no sorprendentes”, dadas las miles de anécdotas que recibió la comisión, 65% de los encuestados dijeron que no creían que alguien con poder, como un productor o director, sería responsabilizado por acosar a alguien con menos autoridad.

Y hubo una brecha de género: mientras 45% de los hombres dijeron creer que esa persona sería responsabilizada, sólo 28% de las mujeres opinaron lo mismo. Los grupos tradicionalmente subrepresentados tenían menos confianza; entre las mujeres birraciales, por ejemplo, el porcentaje fue de 23%, señaló Hill.

Otros resultados clave:

— La desigualdad de poder impulsa la falta de responsabilidad percibida. Menos de la mitad de los trabajadores, 48%, vieron algún progreso al abordar el abuso de poder desde que surgió el movimiento #MeToo.

— Pocas personas reportan acoso o conducta sexual inapropiada, porque tienen poca confianza en que se hará algo al respecto. Sólo 23% de los trabajadores dijeron haber reportado acoso a un supervisor, y apenas 9% a los departamentos de recursos humanos y 4% a departamentos legales.

— El temor a las represalias contra las víctimas y testigos es fuerte: 41% de los encuestados dijeron haber sufrido represalias por reportar acoso y otras conductas indebidas.

Hill dijo que las noticias no eran todas negativas — sintió aliento por el hecho de que los trabajadores tenían muy claro lo que necesitaban: opciones para denunciar, líneas telefónicas de ayuda independientes, una mejor guía sobre cómo navegar los sistemas para denunciar, entre otras cosas.

La comisión, fundada por la presidenta de Lucasfilm Kathleen Kennedy y la abogada Nina Shaw, prueba tecnología para una plataforma en la que se puedan hacer denuncias que lanzará el próximo año, específicamente destinada a detectar a agresores reincidentes y creada especialmente para la industria del espectáculo. También está probando un entrenamiento de intervención para los testigos.

“Tenemos que poner manos a la obra y hacer algo”, dijo Hill sobre las nuevas iniciativas. “Teníamos la obligación de responder”.

Hill, quien ha enseñado por años política social y estudios de género en la Universidad de Brandeis, ha estudiado el acoso sexual en la sociedad en general, pero dijo que hay factores específicos de la industria del entretenimiento que hacen que sea particularmente difícil de combatirlo.

Por ejemplo, es una fuerza laboral muy transitoria. “La gente se mueve de un sistema a otro”, o de producción en producción, dijo. “No hay un sistema de protección, hay estructuras muy limitadas para denunciar... y no hay estructuras para compartir información”.

Además, agregó, el sistema es naturalmente jerárquico, con enormes personalidades ejerciendo su gran poder, como lo hizo Weinstein.

“Todo se basa en a quién conoces y quién puede respaldarte”, dijo Hill. “Si has trabajado con una persona poderosa y... ellos diseminan rumores o denigran tu trabajo, eso puede tener un efecto poderoso y la gente lo sabe”.

“Así que hay tantas capas de abuso de poder”, dijo. “Puedes despedir a alguien, puedes influir en su capacidad para obtener otro trabajo, o simplemente puedes destruir su reputación”.

Encima de eso, en una industria creativa como Hollywood, “la gente poderosa es la que va creando tendencias”, señaló.

¿Quieren decir que los encuestados no perciben que el caso de Weinstein, quien cumple una pena de 23 años en prisión por delitos sexuales, tuvo un efecto dominó?

No exactamente, dijo Hill. “En lo personal creo que cualquier ocasión en la que alguien es responsabilizado la gente responde. El número de gente dispuesta a confiar en el sistema aumenta”. Por eso, agregó, es tan importante que la gente tenga a su disposición sistemas efectivos para denunciar.

Hill dijo que le impactó mucho el hecho de que los participantes “realmente creen en esta industria. Trabajan en el entretenimiento porque creen que es influyente, que puede ser un espejo del mundo, que puede reflejar los valores más grandes del mundo, que puede ejercer influencia”.

“Parecen querer muy apasionadamente ser parte de esta industria, pero también entienden que hay problemas, y quieren ayudar a resolverlos”, concluyó.