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La historia del boicot a Ciudadanos para no entrar en la plaza de Colón

Foto de familia de la comitiva de Cs que acudió el domingo a la manifestación contra los indultos en la plaza de Colón. (Photo By Pedro Ruiz / Ciudadanos via Getty Images)
Foto de familia de la comitiva de Cs que acudió el domingo a la manifestación contra los indultos en la plaza de Colón. (Photo By Pedro Ruiz / Ciudadanos via Getty Images)

"El aforo está completo. No pueden pasar". De esta manera frenó un miembro de la organización el acceso de la comitiva de Ciudadanos a la plaza de Colón el pasado domingo. Dos simples frases. Siete palabras que dejaban a su líder nacional, Inés Arrimadas, sin poder acceder al cogollo de la protesta contra los indultos a los políticos presos por el 'procés'.

De primeras surgieron teorías de que todo podía haber estado organizado por la formación naranja para evitar tener que hacerse la foto con los líderes de Vox. Incluso adujeron que los 10 minutos de retraso con los que Arrimadas se presentó al canutazo con la prensa estuvieron perfectamente calculados para llegar cuando la plaza estuviera llena por las medidas sociosanitarias derivadas de la pandemia. Pero las caras de Arrimadas y cía. decían lo contrario. Una cosa es evitar repetir la foto de 2019 para que la izquierda la instrumentalice, y otra "no pisar la alfombra roja".

El portazo recibido sentó aún peor cuando algunos asistentes no dudaron en criticar a la líder de la formación naranja. "Traidora", "Fuera", "Te quedan dos telediarios", le gritaron a una Arrimadas que no podía disimular el mal rato. Su guardia pretoriana reaccionó alejando a los críticos y entonando cánticos contra Pedro Sánchez para neutralizar a quienes les afeaban su enésimo giro al centro tras haberse entendido con el Gobierno en materias como la ley de eutanasia o la ley de infancia, ambas rechazadas por la ultraderecha.

Al rescate acudió la propia vicealcaldesa, Begoña Villacís. Quien, en virtud de su cargo, sí logró superar el cordón de seguridad. Aunque solamente le sirvió para expresar sus quejas cara a cara con varios miembros de la plataforma Unión 78, organizadores del acto. Porque no consiguió convencerlos para abrirles la barrera.

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La confirmación llegó acto seguido cuando un policía municipal allí desplegado refrendaba la prohibición. En ese momento algunos simpatizantes de Ciudadanos que se habían garantizado el sitio al haber sido más madrugadores se salieron del anillo de seguridad para fotografiarse con sus líderes políticos.

'Las gallinas que entran por las que salen', pensaron de nuevo los representantes naranjas. Pero tampoco hubo forma. Se ve que los huecos que dejaban los militantes de Cs que abandonaban la plaza de Colón no podían ser ocupados por Arrimadas y cía.

¿Había una lista VIP? ¿Estaba reservado el derecho de admisión? Las restricciones por la Covid-19 hacían imposible confirmar ni lo uno ni lo otro. Así que los líderes de Ciudadanos tuvieron que conformarse con hacer acto de presencia, posar sin atril con una bandera de España como si fueran unos simples miembros de una agrupación municipal, y rememorar con orgullo las fotos de la convocatoria -también contra los indultos- que sí lograron capitalizar el viernes 11 en Barcelona. Todo ello mientras veían cómo Santiago Abascal y los demás miembros de Vox sí lograban atravesar el perímetro de seguridad para capitalizaban el éxito de una convocatoria que, a pesar de sus 126.000 asistentes, no obtuvo el apoyo que unos y otros pensaban.

Por suerte para Ciudadanos, la metedura de pata de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha llevado todos los focos de la marcha de Colón, pero aún escuece el boicot recibido.

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