Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Hinchas varados en Argentina hace casi un mes por cierre fronteras ruegan por regresar a Colombia

Por Ramiro Scandolo

BUENOS AIRES, 3 abr (Reuters) - Los 15 hinchas varados en Argentina tras sufrir una derrota de Deportivo Independiente Medellín por Copa Libertadores no saben cuándo regresarán a Colombia, tras al cierre de las fronteras debido al brote de coronavirus que hizo de su amor por el fútbol una pesadilla migratoria.

Los simpatizantes colombianos, que se encontraron con la frontera de cerrada cuando intentaron cruzar a Bolivia para volver a su país por vía terrestre, salieron a inicios de marzo de Medellín e ingresaron una semana más tarde a Argentina, donde permanecen desde entonces sin poder salir.

"Estamos a la espera, ni sabemos... Nos dijeron que nos iban a visitar de migraciones, que iba a haber atención médica, pero no sabemos en qué esperanzarnos", dijo Cristian Ramírez, uno de los hinchas varados, a Reuters.

El hincha del DIM además indicó que todos se encuentran bien de salud y que esperan la ayuda de la Embajada de su país, con la cual se comunicó días atrás sin lograr obtener una respuesta favorable.

Ramírez, de 29 años, sigue al DIM desde 2007 y aprovechó sus vacaciones en una distribuidora de licores y dulces para cumplir su sueño de "vivir" un partido en la Bombonera de Boca Juniors, luego de haber estado tres años atrás en el Monumental de River Plate.

"Todo mal en estas vacaciones, ¡encima perdimos!", añadió Ramírez, con una sonrisa en medio del mal momento que le toca atravesar recordando la goleada 3-0 sufrida por su equipo.

La odisea, como la llama el colombiano, comenzó cuando 13 de los 15 hinchas arribaron a la ciudad fronteriza de La Quiaca, en la provincia norteña de Jujuy, y no lograron cruzar a Bolivia.

"La policía nos llevó a un punto donde se puede pasar ilegalmente al otro país (...) Intentamos pasar, nos obligaban a avanzar, pero encontramos a la guardia boliviana que nos dijo que teníamos que devolvernos", señaló.

Varados en la ciudad limítrofe, durmieron en una quebrada junto a un río y luego lo hicieron durante varios días en un parque público, hasta que un periodista local los ayudó a gestionar un hospedaje en una escuela, la cual se encontraba cerrada por el aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno argentino debido al brote de coronavirus.

"Éramos tratados como delincuentes, como si estuviéramos presos. Nos hacían requisas tres veces al día, nos pateaban y tiraban las cosas", dijo Ramírez. "Así fue hasta que grabamos un video que se hizo viral y al otro día dejaron de molestar".

Después de dos semanas en La Quiaca, dos días atrás fueron trasladados por las autoridades locales hacia Buenos Aires, previa escala en la ciudad de San Salvador de Jujuy, donde se reencontraron con los otros dos integrantes del grupo. Allí, aseguran, volvieron a ser víctimas de "una requisa muy humillante".

"En la terminal de buses nos hicieron sacar la ropa y nos golpeaban con el garrote (...) Pasamos por muchas cosas, no es justo. Quedamos atrapados", indicó el colombiano.

La Secretaría de trabajadores migrantes y refugiados argentina (UTEP) denunció a través de un comunicado al gobernador Gerardo Morales tras expulsar a los 15 colombianos y otros 47 extranjeros de la provincia.

"El gobernador de Jujuy nos trajo con mentiras (...). El bus fue mandado por ellos, pero al llegar a Buenos Aires nos retuvieron seis horas, no sabían de nuestra llegada", aseguró Ramírez. "Salimos a las 10 de mañana y finalmente a la medianoche del día siguiente nos ubicaron en un hotel", completó el hincha, que espera esperanzado que su situación cambie.

Por su parte, Morales negó las acusaciones y dijo en una radio local que se cumplió con "todo el protocolo" correspondiente y que "en La Quiaca han atendido bien" a los extranjeros.

En Argentina, de acuerdo al último informe oficial, se registran 1.265 casos de coronavirus y 49 muertes, mientras que a nivel mundial se superó la barrera del millón de afectados y 52.000 fallecimientos.

(Editado por Javier Leira)