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"Mi hija solo preguntaba por su bebé": el tremendo relato de la mamá de una víctima de femicidio

La madrugada del domingo 23 de febrero todos dormían en la casa de los Rodríguez. Ángelo Castillo aprovechó la oscuridad y entró por la puerta del cuarto de la madre de Pamela Rodríguez, que siempre la dejaba sin las vueltas de la llave por el calor de San Juan.

Los gritos de auxilio de Pamela interrumpieron el sueño de Lorena, su madre, que se levantó de forma súbita para ver qué estaba pasando en su casa ubicada en el valle de Calingasta. Al salir de su habitación, se topó con Ángelo, le puso las manos en el pecho y le preguntó qué había hecho. Castillo la empujó y huyó.

Al regresar a su cuarto, y ya con las luces prendidas, vio a su hija en brazos de su hermano mayor, "bañada en sangre".

"Esa noche vino decidido, vino solamente a eso", sostuvo Lorena, en diálogo con C5N. Detalló que su hijo y varios vecinos llamaron a la ambulancia, que demoró en llegar alrededor de diez minutos y que "parecieron una eternidad". En ese período de espera, ella intentó contener la sangre con lo que tenía a mano, hasta que llegara la asistencia médica.

"Mi hija solo preguntaba por su bebé. Yo le decía que estaba bien, pero que ella se quedara conmigo, que aguantara", dijo Lorena. "Él le había cortado la parte de la circulación del corazón", agregó. En su relato explicó que los médicos intentaron salvarle la vida a su hija, incluso pudieron contener el sangrado. De cualquier manera, no pudieron hacer "absolutamente nada para salvarle la vida".

Su hija llegó viva al hospital, "consciente" de lo que le habían hecho y solo pedía por su bebé. "Mi hija estuvo consciente hasta el último aliento de su vida", cerró Lorena.

Según las declaraciones de la madre, aún no se encontraron los elementos con los que la lastimó. Se presume que fue un cuchillo o algún otro objeto cortante.

Quién es Ángelo Castillo, el femicida de San Juan

La relación entre Pamela y Ángelo se había disuelto hace un mes, cuando él intentó suicidarse. La policía evitó que eso sucediera. "Hubiese preferido que él hubiese sido la víctima y no mi hija", soltó la madre. La policía local le aconsejó a su hija que se separara y lo hizo. En ese momento empezaron los conflictos.

"Nadie hizo nada. Yo lo tenía que sacar de mi casa, varias veces lo he hecho, y sino fuera por mí, esto hubiese pasado hace tiempo; le hubiese quitado la vida a mi hija antes", sostuvo.

Expuso que él tenía una restricción perimetral. La interpusieron cuando intentó suicidarse. Legalmente, no podía acercarse al bebé ni a la madre de su hijo.

"Él quería que ella se quedara con él a toda costa, estaba obsesionado con mi hija.Lo hemos denunciado como tres veces y nunca hicieron algo para frenarlo. No sé dónde está la justicia. No sé a dónde ir para que hagan algo. Esto no debería haber pasado", repetía Lorena.

Con respecto al bebé de tres meses que tuvieron juntos durante su noviazgo, la mamá de Pamela dijo decidida: "El bebé es mío porque es hijo de mi hija, no quiero que nadie me lo saque. Les pido que nadie se lleve a ese bebé de mi lado. Mi único consuelo es ese bebé, lo único que me queda de mi hija. A nadie más le pertenece ese bebé, yo soy la abuela, legalmente", concluyó Lorena.