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Hernández, seis años gobernando Honduras con la oposición pidiendo que se vaya

Tegucigalpa, 27 ene (EFE).- El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, cumple este lunes seis años en el poder, dos de su segundo mandato, entre el rechazo de la oposición que exige que se vaya y lo acusa de haberse reelegido mediante un "fraude" en las elecciones generales del 26 de noviembre de 2017.

Para la principal fuerza de oposición, el Partido Libertad y Refundación (Libre), que tiene 30 diputados, de los 128 que integran el Congreso Nacional (Parlamento), el problema no es que hoy se estén cumpliendo seis años de Hernández en el poder, y diez consecutivos del conservador Partido Nacional gobernando, sino que todavía le restan otros dos, hasta el 27 de enero de 2022.

"Son dos años que vamos a tener más de lo mismo, y un poco aumentado, más saqueo (...), más represión, porque este gobierno, hay que decirlo, se mantiene por el respaldo que le dan las Fuerzas Armadas, si no fuera ese respaldo, ya hubiera salido", dijo a Efe Juan Barahona, secretario general de Libre, partido que surgió luego del derrocamiento, el 28 de junio de 2009, al entonces presidente hondureño, Manuel Zelaya.

Hernández, ganador de las elecciones de noviembre de 2013, fue reelegido en 2017 pese a que la Constitución del país no permite la reelección presidencial bajo ninguna modalidad, pero una interpretación del poder judicial de 2015 le dio vía libre para que la buscara.

SITUACIÓN SIGUE SIENDO DIFÍCIL

La reelección, mediante un "fraude", según la oposición, agudizó la crisis política y social que ya vivía Honduras a raíz del derrocamiento a Manuel Zelaya, cuando éste promovía reformas constitucionales que la ley no le permitía.

La situación que vive Honduras sigue siendo difícil, con una pobreza que afecta a más del 60 por ciento de sus 9,3 millones de habitantes, la violencia criminal, el narcotráfico y la corrupción entre otros flagelos, aunque Hernández asegura que se ha hecho mucho en combatirlos en los seis años que lleva en el poder.

Para Juan Barahona, los diez años de gobiernos nacionalistas, incluido el mandato de Porfirio Lobo (201-2014), "se han convertido en una pesadilla para el pueblo hondureño", que "está más empobrecido, en vez de mejorar, como es la aspiración de toda persona y toda sociedad".

Los hondureños no han mejorado sus condiciones económicas, ni sociales, porque "no hay trabajo", y "el desempleo ha llevado a ese empobrecimiento", enfatizó Barahona, quien además recordó que el presidente está implicado en el narcotráfico, luego de que su hermano, Juan Antonio "Tony" Hernández, fue declarado culpable de ese ilícito en Estados Unidos, donde fue capturado en 2018.

Además, Barahona acusa a los gobiernos del Partido Nacional de mantener un "modelo neoliberal" mediante el cual han "privatizado, concesionado y vendido los bienes y recursos del Estado", mientras que "en los hospitales públicos no tenemos medicina" y "en educación lo que se ha hecho es debilitar el sistema".

El directivo de Libre también considera que la "política general" del actual de Honduras es "de persecución" y que en el país "hay más criminalidad, más asesinatos, más delincuencia", a pesar de que se han "invertido o gastado millones de lempiras a través de los ministerios de Defensa y Seguridad. No se ha visto la mejoría, siguen los muertos, siguen las masacres, no hay castigo, lo que hay es una impunidad".

HERNÁNDEZ DICE QUE EL PAÍS HA MEJORADO

Hernández inició hoy el día con una declaración a la prensa para anunciar la creación del Sistema Integral por la Transparencia, en Contra de la Corrupción y la Impunidad, con la participación de los tres poderes del Estado y otras instituciones públicas.

El pasado día 25, durante la instalación del tercer período de sesiones del Parlamento, Hernández también resaltó los logros que, según él, ha tenido el país en la reducción de la criminalidad, el narcotráfico, la corrupción y la pobreza, y el mejoramiento en los campos de la educación y la salud.

Los logros que con frecuencia señala Hernández en sus dos períodos de gobierno, contrastan con la opinión de diversos sectores, que solamente reconocen que el país ha ido bien en su macroeconomía.

En lo político, el país cumplirá este año 40 de haber retornado a la democracia con la instalación, en 1980, de la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la actual Constitución del país y convocó a las elecciones generales de noviembre de 1981.

Del retorno al orden constitucional han transcurrido 40 años que no han sido de bienestar para Honduras, porque sigue habiendo mucha pobreza, desempleo, corrupción, violencia, injusticia, narcotráfico y una creciente inmigración de decenas de miles de personas que todos los años se van de manera ilegal hacia Estados Unidos.

El país, según declaraciones a Efe del expresidente del Banco Central y exembajador de Honduras en Estados Unidos, Hugo Noé Pino, por la poca inversión nacional y extranjera, económicamente el país se sostiene por las remesas que cada año envían los inmigrantes.

Según fuentes oficiales, alrededor de 1,5 millones de hondureños viven en el exterior, en su mayoría en Estados Unidos, quienes envían remesas familiares que en 2019 sumaron 5.400 millones de dólares, que representan el 20 % del Producto Interno Bruto (PIB).

Una opción para sacar del poder a Juan Orlando Hernández sería un "paro nacional", que a finales de 2019 promovió el expresidente Manuel Zelaya, pero eso parece no ser posible, por ahora, en un país con una oposición política dividida y carente de verdaderos líderes, según analistas.

Germán Reyes

(c) Agencia EFE