Harán homenaje póstumo a Cauduro en Bellas Artes

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 5 (EL UNIVERSAL).- Con la muerte del pintor Rafael Cauduro (1950-2022), uno de los principales exponentes del hiperrealismo, México pierde a su mejor dibujante contemporáneo, señala Hugo Ortiz, artista ganador del premio Gaviota Latinoamericana. Mientras que para el filósofo y crítico de arte, Alberto Híjar, el legado del pintor radica en que con él se marca una manera de hacer pintura mural e inicia otra. Vale la pena recordar que este año hubo una importante retrospectiva de Cauduro en el Antiguo Colegio de San Ildefonso para celebrar sus 50 años de trayectoria; medio siglo en el que tuvo muestras individuales en recintos internacionales como la Alex Rosenberg Gallery de Nueva York.

Cauduro, quien será homenajeado de manera póstuma hoy lunes en Bellas Artes, a las 17 horas, nació el 18 de abril de 1950 y tuvo una formación precoz, la cual se manifestó primero en el interés de su familia por la pintura renacentista y luego, en la devoción que el pintor mostró, en sus años formativos, hacia la obra de David Alfaro Siqueiros. El pintor estudió Arquitectura y Diseño en la Universidad Iberoamericana y su primera muestra fue en 1976 en la Casa del Lago. 19 años después, Cauduro tuvo una importante exposición individual en el Palacio de Bellas Artes. Actualmente, la citada retrospectiva de San Ildefonso, "Un Cauduro es un Cauduro (es un Cauduro)" se puede ver en el Museo de Arte Contemporáneo Juan Soriano en Cuernavaca.

La pintura de Rafael Cauduro se caracteriza -señala Híjar- por el afán de "hacer que en lo cotidiano se despierte el asombro por el lugar. Esto es visible desde el primer mural importante que hizo para una serie internacional en Canadá, donde reprodujo una estación de ferrocarril sin añadir ni quitar nada. Una copia cuya precisión sorprendió debido a que no había efectos narrativos, sino simplemente el espacio en situación".

El objetivo de las piezas más conocidas de Cauduro, afirma, es insertarse en el espacio urbano, tal como sucede con los murales "Escenarios subterráneos" en el Metro Insurgentes y "El condominio", en el llamado Edificio Cauduro, ubicado en el número 62 de la Calle Veracruz, en el borde entre la Roma y la Condesa.

"La obra de Cauduro tiene el afán de desaparecer desde el espacio urbano. El mural de la estación Insurgentes se pierde entre la propaganda y los carteles hasta que se advierten las referencias al Metro de París para que, de esta manera, el espectador se obligue a tener una visión distinta y en alerta", abunda el crítico de arte.

Ortiz señala que Cauduro revolucionó el lenguaje plástico con el uso de materiales que no son propicios para el arte. "Los acabados, las texturas que parecen óxido, muros viejos y ladrillos sólo se pueden pintar con materiales que venden en ferreterías y tlapalerías", concluye.