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¿Quién habría pensado que comprar abarrotes podría ser tan estresante?

Una fila para entrar a una tienda de abarrotes en Brooklyn, el 20 de marzo de 2020. (Andrew Seng/The New York Times)
Una fila para entrar a una tienda de abarrotes en Brooklyn, el 20 de marzo de 2020. (Andrew Seng/The New York Times)
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Ahora que gran parte del mundo practica el distanciamiento social para detener la propagación del coronavirus, ir a la tienda es una de las pocas razones por las que a muchos de nosotros todavía nos permiten salir de casa.

El problema es cuando la logística de salir a comprar abarrotes resulta abrumadora. ¿Qué hacer si algunos artículos claves de mi lista están agotados? ¿Cómo puedo mantener la distancia de separación en un pasillo del supermercado lleno de personas? ¿Cuántas personas han tocado ese frasco de crema de cacahuate o esa lata de frijoles que voy a llevar a casa?

Hablamos con algunos expertos en enfermedades infecciosas sobre las mejores estrategias para comprar abarrotes durante la crisis del coronavirus. A continuación presentamos sus recomendaciones.

— Revisa las políticas de la tienda: busca en línea las medidas que está tomando tu tienda para proteger a clientes y empleados. Muchas tiendas ahora cierran temprano para desinfectar sus instalaciones y ofrecen horas dedicadas exclusivamente a clientes mayores de 60 años. Algunas tiendas incluso han instalado estaciones con desinfectantes para manos y toallitas y han colocado cintas de colores en el piso para ayudar a los clientes a mantener la distancia necesaria mientras hacen fila para pagar. Si tu tienda no ha tomado ninguna medida especial, no compres ahí.

— ¿Debo usar una mascarilla y guantes? Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades afirman que no es necesario usar mascarillas, pero muchas personas lo hacen de cualquier forma. Si decides utilizar equipo de protección personal (aunque los empleados sanitarios no tienen suficientes), no permitas que eso te dé un falso sentido de seguridad. De todas formas debes restringir los viajes a la tienda, evitar tocarte la cara y lavarte las manos al regresar a casa.

— Lleva contigo tus propias toallitas y desinfectante. “La mayoría de las tiendas ofrecen toallitas desinfectantes para manos, pero mi recomendación es que cada persona traiga las suyas, pues algunas tiendas ya no tienen”, comentó Elizabeth Eckstrom, profesora y directora de Geriatría en la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon. “Cuando termines tus compras, límpiate de nuevo las manos y limpia las manijas del automóvil antes de subirte. En lo personal, también le paso la toallita al volante del auto, pero quizá eso ya sea exagerado”.

— Limpia con una toallita el carrito del supermercado. Incluso en las mejores épocas, el manubrio del carrito tiene más bacterias que la mayoría de los baños públicos. En 2012, algunos investigadores tomaron muestras del manubrio de 85 carritos de compras en Iowa, California, Oregon y Georgia y descubrieron que en el 73 por ciento de ellos había bacterias del tracto digestivo. De ser posible, limpia el manubrio del carrito y el asiento para niños antes de comenzar a hacer tus compras. Cuando te vayas, haz tu buena obra del día y limpia el manubrio del carrito; así quedará listo para el siguiente cliente.

— ¿Qué hago si no tengo toallitas? No te espantes si no tienes toallitas o ya se acabaron en la tienda. “Lo más probable es que el riesgo de infectarse por tocar un carrito de compras sea muy muy bajo”, explicó Daniel Winetsky, investigador especialista en enfermedades infecciosas del Centro Médico Irving en la Universidad de Columbia. “Así que, si no hay toallitas, no hay por qué claudicar en tu salida a la tienda de abarrotes. Solo trata de no tocarte la cara mientras compras y lávate las manos o utiliza un desinfectante de manos al terminar”.

— Ve de compras temprano. La mayoría de las tiendas cierran temprano para llenar de nuevo los anaqueles y desinfectar durante la noche. Intenta ir de compras temprano, cuando las tiendas están más limpias y los anaqueles surtidos, o a las horas de menos tráfico, cuando hay menos gente.

Una fila para entrar a un Costco en Manhattan, el 13 de marzo de 2020. (Gabriela Bhaskar/The New York Times)
Una fila para entrar a un Costco en Manhattan, el 13 de marzo de 2020. (Gabriela Bhaskar/The New York Times)

— Conserva tu distancia. Quizá no sea posible mantener una distancia mínima de dos metros de separación todo el tiempo cuando estás dentro de una tienda, pero intenta mantener por lo menos un metro de distancia, como recomienda la Organización Mundial de la Salud. “La mayoría de las gotas producidas por nuestra respiración y al hablar caen al piso (y quedan en nuestras manos) muy cerca de nosotros, así que cualquier distancia de separación ayuda”, afirmó Winetsky.

— Limita tus salidas a la tienda. La mayoría de nosotros no cuenta con suficiente espacio en el congelador o dinero adicional para hacer las compras para dos semanas. En todo caso, trata de comprar suficientes alimentos para no tener que ir a la tienda más de una vez por semana. “Cada salida a la tienda es una pequeña situación de exposición”, comentó Robert Amler, decano de la Escuela de Ciencias de la Salud en el New York Medical College y antiguo director médico de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. “Lo ideal es no hacerlo muy seguido ni pasar mucho tiempo ahí”.

— Diseña un plan flexible. Para minimizar el tiempo que pases en la tienda, prepara una lista en la que incluyas alternativas. No te preocupes si en la tienda ya no hay pollo ni filetes de salmón. Solo opta por alguna proteína para remplazarlos, ya sea otro tipo de carne o bien huevo, tofu, atún enlatado o frijoles, y pasa al siguiente artículo de la lista.

— Compra alimentos que duren mucho tiempo. Es excelente tener fruta y verduras congeladas cuando necesitas algo rápido, pero también puedes comprar alimentos frescos que duren mucho tiempo. Los tubérculos y raíces tuberosas como las papas o las zanahorias, o bien los zapallos, cebollas, apio, manzanas o naranjas, pueden durar semanas. La revista Taste of Home tiene una útil guía sobre el tiempo que puedes conservar las frutas y verduras. También el yogur regular, el queso duro y la leche sin lácteos pueden durar mucho tiempo; puedes congelar tortillas de trigo integral, que son un excelente sustituto para el pan de caja y ocupan menos espacio en el congelador.

— No compres de más. Las compras de pánico han ocasionado que algunas personas peleen por el papel higiénico y roben productos del carrito de otros. Selecciona lo que necesites para la semana; deja comida para los demás. Ten por seguro que, si bien habrá algunos anaqueles vacíos y escasez temporal de algunos artículos, los fabricantes de alimentos confían en la cadena de suministro y no dudan que tendremos suficiente para comer.

— De verdad, de verdad, no te toques la cara. Sabemos que es difícil, pero si en algún lugar es indispensable no tocarte la cara es precisamente en una tienda de abarrotes llena de gente, donde muchos han tocado las cosas antes de que las pongas en tu carrito. Desinfecta tus manos mientras haces las compras y después de tocar áreas de gran contacto, como la puerta de los congeladores. “Por ningún motivo te toques la cara", enfatizó Amler. “No te toques la boca, no te toques los ojos ni te frotes la nariz hasta después de desinfectarte las manos”.

— Sé amable con la persona que está en la caja. Intenta mantener una distancia razonable en la caja. Si pagas con efectivo, coloca el dinero sobre el mostrador en vez de entregárselo en la mano al cajero. Además, puesto que se trata de una oportunidad de tener interacción social con otra persona, intenta aprovecharla al máximo y muéstrate amigable. “Intenta mantener tu distancia en la caja, pero procura que tu comportamiento sea agradable y exprese solidaridad”, recomendó Amler. “Esas personas se ponen en riesgo al estar en ese ambiente todo el tiempo. Quizá puedas agradecerles que sigan trabajando durante este periodo de tanta conmoción”.

— ¿Es mejor optar por las cajas automatizadas? Winetsky señaló que, si optas por la caja automatizada, cambias la interacción con una persona por una superficie que muchas otras personas han tocado antes que tú. En cualquier caso, debes lavarte las manos después.

— Todavía está bien usar bolsas reutilizables. Un estudio de la Universidad Loma Linda destacó que es posible que las bacterias sobrevivan en las bolsas reutilizables, pero no por eso debemos dejar de usarlas. Cuando puedas, lava y limpia las bolsas, y además lávate las manos después de cada uso. Ofrece empacar tus compras para proteger a la persona que va a cobrarte de tus gérmenes, indicó Eckstrom.

Winetsky concordó en que el riesgo de infectarnos a través de bolsas reutilizables es bajo, y recalcó que usarlas no solo ayuda al medioambiente, sino que puede servir para recordarnos la relación que existe entre el medioambiente y nuestra salud. “Todos deberíamos emplear bolsas reutilizables para reducir nuestra huella de carbono y causar menor impacto en el ambiente”, opinó. “Quizá parezca una idea fuera de contexto, pero la deforestación puede desempeñar un papel importante en la aparición de virus causantes de pandemias, pues permite que los seres humanos tengamos contacto más cercano con especies de mamíferos de las que antes estábamos muy aislados”.

— ¿Es aconsejable limpiar los frascos y contenedores de plástico al llegar a casa? Lo más probable es que la mayoría de las transmisiones de coronavirus ocurran por algún contacto cercano con una persona infectada. Las partículas virales no sobreviven bien en las superficies de papel y de cartón. Además, si bien el virus sobrevive más tiempo sobre superficies rígidas, la contaminación de los frascos y los contenedores de plástico no representa un gran riesgo. Si te hace sentir mejor, aseveró Amler, dales una limpiada rápida cuando desempaques.

Winetsky coincidió en que el riesgo de contaminación a través de frascos, latas u otro tipo de contenedores “es infinitesimal” y subrayó que es necesario mantener un equilibrio entre riesgo y ansiedad. “En lo personal, no lo haría ni lo recomendaría a otros”, dijo. “Tal grado de ansiedad por la higiene puede ser dañina en sí misma”.

— ¿Qué nos recomiendan hacer con los productos frescos? Eckstrom recomienda lavarse las manos después de desempacar los abarrotes. Y si vas a comer alimentos crudos, recomienda lavarlos con jabón orgánico para lavar verduras o cualquier jabón natural para trastes.

“Yo no limpio todo, pero me lavo las manos a conciencia después de tocar los artículos”, comentó Eckstrom. “Al cocinar, el virus muere, pero cualquier alimento fresco que se coma crudo debe lavarse muy bien”.

— No te estreses. Si bien es bueno tomar precauciones, también debemos cuidar nuestra salud mental e intentar minimizar la ansiedad derivada de comprar durante la pandemia. “Tenemos que ser razonables con nosotros mismos”, advirtió Amler. “No debemos estresarnos de más. Hagamos lo mejor que podamos y así lo más seguro es que estemos bien”.

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