Anuncios

"Nos está hablando": Un líder maorí dice que la erupción volcánica era un mensaje

Por Charlotte Greenfield

WHAKATANE, Nueva Zelanda, 11 dic (Reuters) - Pouroto Ngaropo, de pie en un asentamiento ancestral con vistas a la isla de Whakaari, recita su ascendencia remontándose miles de años, hasta llegar al volcán que entró en erupción el lunes.

"Whakaari es mi conexión con el océano, con la tierra y con el medio ambiente que me rodea... somos uno y ella es nuestra antepasada", dijo este líder espiritual maorí de 51 años cuya genealogía está representada en 'tā moko' o tatuaje que adorna su rostro.

La isla volcánica junto a la Isla Norte de Nueva Zelanda tiene un profundo significado espiritual para su iwi o tribu, Ngāti Awa, que también es dueña de la compañía que realizaba los recorridos turísticos al lugar antes de la erupción.

Dos de sus barcos salieron el lunes; uno regresó con la ayuda de los equipos de rescate, pero el otro no. En total, ocho personas -turistas y lugareños- siguen desaparecidas, presuntamente muertas, aparte de los seis muertos confirmados y más de 30 heridos.

La mañana después de la erupción, Ngaropo salió con otros dos a las 4 a.m. - la hora en que dice que la conexión con el mundo espiritual es más fuerte.

Pronunció una oración especial que impone una prohibición, conocida como rāhui, destinada a impedir que nadie, salvo los equipos de rescate, visiten la isla o pesquen cerca de las orillas de la bahía.

"No podemos porque Whakaari está de luto, sus descendientes han fallecido y yacen muertos, todavía en la isla. La rāhui protege todas esas cosas, protege su derecho espiritual a tener una ceremonia de entierro adecuada", dijo.

"LAS COSAS VAN A CAMBIAR"

Las restricciones espirituales y culturales durarán hasta que todos los restos hayan sido devueltos a las familias, dice Ngaropo. Cuando eso suceda, saldrá de nuevo, por la mañana temprano, para levantar la prohibición.

Cuando todo acabe, todavía quedarán muchas preguntas para Ngāti Awa y su comunidad en Whakatane, una población en la Isla Norte, con vistas a la bahía de Plenty y Whakaari, también conocida como White Island ("Isla Blanca"). Algunos creen que quizá sea el momento de poner fin a las visitas turísticas -el sustento económico de la pequeña comunidad.

Ngaropo espera que la isla sea devuelta a su iwi con la aportación de las autoridades tribales de la zona para que puedan decidir colectivamente su futuro y fomentar su conexión espiritual con el volcán.

Un portavoz de la familia Buttle, que figuran como propietarios legales de la isla, se negó a hacer comentarios.

Un tribunal dictaminó por primera vez que la isla era de propiedad privada a principios de la historia colonial de Nueva Zelanda en 1867. Sin embargo, un informe a un tribunal más reciente decía: Ngāti Awa y otras tribus tenían intereses en la tierra y probablemente no habían podido expresar sus preocupaciones sobre su propiedad ante el tribunal en su día.

Para Ngaropo, Whakaari - que significa revelar o mostrar - estaba dando al mundo una advertencia, pasando un mensaje de lo espiritual al reino físico.

La erupción, dice, fue un recordatorio del poder de la naturaleza y de la conexión de los humanos con ella.

"Las cosas van a cambiar y el orden de las cosas va a ser restaurado en términos del dominio espiritual, la conexión con el medio ambiente... y nuestra conexión entre nosotros, así que es un mensaje muy importante... Whakaari nos está hablando".

(traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)