Guillermo Díaz enmudece al Congreso al contar la historia de un niño de 10 años con problemas de salud mental por la pandemia

Desde que Íñigo Errejón, en aquella aplaudida intervención de hace algunos meses, introdujese la necesidad de mejorar la atención a la salud mental en la Sanidad pública, el tema se ha convertido en recurrente en el Congreso de los Diputados. En la sesión de control al Gobierno de este miércoles ha ocupado gran parte de la jornada. Han sido varios los diputados que han hablado del asunto, pero sin duda, uno de los discursos más impactantes ha sido el de Guillermo Díaz, de Ciudadanos, al relatar el caso de las secuelas del confinamiento en un niño de solo 10 años.

El diputado de Ciudadanos Guillermo Díaz ha leído ante el Congreso los testimonios de dos personas, una sanitaria y un niño, afectados por TOC por la pandemia. (Foto: A.Martinez Velez. POOL/Europa Press via Getty Images)
El diputado de Ciudadanos Guillermo Díaz ha leído ante el Congreso los testimonios de dos personas, una sanitaria y un niño, afectados por TOC por la pandemia. (Foto: A.Martinez Velez. POOL/Europa Press via Getty Images)

En su intervención, Díaz ha incidido en que la salud mental no puede ser un lujo para quien pueda pagarla y se preguntaba cuántos padres habrán detectado cambios de comportamiento preocupantes en sus hijos después del confinamiento. No hay datos, no hay un censo, un registro sobre enfermedades como el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), ha comentado, pero sí se conoce el aumento de las urgencias pediátricas durante la pandemia y el incremento, aunque sin cifras oficiales, de “trastornos de conducta alimentaria cada vez más severos, ansiedad, depresión, autolesiones y tentativas de suicidios”.

Tras lanzar varias criticas por la falta de contacto de los políticos en muchas ocasiones con los problemas que realmente preocupan a los ciudadanos y cómo en el Congreso se discutía mientras fuera la población lidiaba con problemas de salud mental, el diputado de Ciudadanos ha pasado a leer los testimonios de dos personas afectadas psicológicamente por la pandemia. Uno, el de una sanitaria. El otro, el de un niño de 10 años contado por su madre. Ambos, según ha indicado Díaz, recabados por la Asociación Planeta TOC, del Trastorno Obsesivo Compulsivo.

La sala los ha escuchado en silencio y, aunque los dos son estremecedores, quizá el más impactante sea el segundo por tratarse de un niño el afectado de manera más directa. Quien lo ha relatado, explicaba el diputado de Cs, era la familia del menor.

Mi hijo, con 10 años, no consigue hacer una vida normal. Su miedo terrible a que nos pase algo le hace realizar rituales continuamente. Recorre lo andado varias veces, hacia delante y hacia detrás. Abre y cierra las puertas varias veces. Da un número de veces golpecitos en pared. Lee cada frase varias veces. No puedo verle sufrir. Dice que solo quiere apagar su cabeza, pero no puede”.

El otro testimonio de una persona con TOC es el de una sanitaria y también afecta a un niño, su hijo. Esta narrado en primera persona y así lo ha leído a la Cámara el diputado de Ciudadanos:

“Soy sanitaria. Mi trabajo en la pandemia requería aislamiento en el contacto con mi familia, pero ahora veo que he perdido el norte. Estoy de baja por depresión. Pero, sinceramente, no puedo contar a nadie que sigo sin poder tocar a mi hijo de tres años. Dios, soy madre y no puedo tocarlo, no puedo, no puedo. Sé que parece que estoy volviéndome loca. Sé que en el fondo no es posible contagiarle, pero cuando voy a cogerle aparece en mi cabeza el maldito ‘¿y sí?’. Él llora y dice que no le quiero, dice que soy mala y no quiero acostarle. Mi marido no lo entiende y mi familia se hunde. Ya solo pienso que no puedo continuar así y el daño que estoy haciendo a todos, pero sobre todo a mi hijo”.

EN VÍDEO | La OCDE urge a invertir en salud mental por su deterioro con la covid