Así se han preparado los estadounidenses para defender la democracia si Trump no acepta una derrota

Donald Trump ha clamado desde hace tiempo, incluso en la víspera de la elección presidencial, que considera que los comicios serán fraudulentos (sobre todo el voto por correo), que solo será derrotado si se le hace trampa y no se ha comprometido a reconocer una eventual derrota ni a propiciar una transición legítima del poder.

No existen pruebas de que exista tal riesgo o proceso de gran fraude, pero Trump podría declararse vencedor sin esperar a que se cuenten todos los votos (la enorme cantidad de boletas enviadas por correo demorará posiblemente días en ser computada por completo) y su campaña podría tratar con impugnaciones de revertir resultados adversos y frenar que se consideren votos pendientes de conteo para tratar de aferrarse a la presidencia.

Grupos como la Marcha de las Mujeres, Black Lives Matter o Choose Democracy preparan manifestaciones en defensa de la democracia en caso de se trate de frenar un conteo completo de votos o no se respete el resultado electoral de las elecciones presidenciales de EEUU del 3 de noviembre. (AP Photo/Rick Bowmer)
Grupos como la Marcha de las Mujeres, Black Lives Matter o Choose Democracy preparan manifestaciones en defensa de la democracia en caso de se trate de frenar un conteo completo de votos o no se respete el resultado electoral de las elecciones presidenciales de EEUU del 3 de noviembre. (AP Photo/Rick Bowmer)

Para muchos, esas pretensiones representan una grave amenaza para la institucionalidad democrática y republicana del país, que se fundamenta en que todo voto legítimo sea contado y respetado.

Así, aunque se trata aún de mera especulación, ¿qué pasaría si Trump se declarase ganador de modo prematuro y movilizara los recursos y seguidores a su alcance para, por ejemplo, frenar el conteo de votos y tratar de mantenerse en el poder?

Cabe señalar que este mismo 3 de noviembre se ha afirmado que Trump no consideraría declarar victoria ni aceptar una derrota durante la noche electoral, pero las alertas están encendidas.

La posibilidad de que Trump no acepte el resultado electoral e incluso busque torcerlo ha sido considerada por grupos que están dispuestos a salir a la calle a hacer valer el voto democrático, en un eco de luchas cívicas por la democracia que se han dado en muchos otros países pero que es inusual en EEUU.

Por ejemplo, según se comenta en The New Yorker, desde septiembre pasado un grupo de investigadores y activistas preparó un manual de 50 páginas titulado Hold the Line, que plantea formas en las que los ciudadanos pueden organizarse y defender la democracia y el sentido del voto, lo que en su contexto significa movilizarse para evitar que Trump altere o rechace el veredicto electoral en su contra, justo lo que proponen los grupos Indivisible Project y Stand Up America.

Por ejemplo, el sociólogo y activista George Lakey afirma que cuando vio la irrupción de agentes federales en Portland en meses pasados consideró que “eso era una prueba” de, a su juicio, cómo Trump podría provocar choques violentos con manifestantes para luego alegar que no puede aceptar un resultado desfavorable si el país entra en caos.

Lakely es un veterano al respecto: su libro “A Manual for Direct Action” de 1964 fue para muchos una referencia en la lucha por los derechos civiles y él mismo ha entrenado a activistas que luchan contra la represión gubernamental en Sudáfrica, Tailandia y Sri Lanka.

En agosto pasado Lakey fue uno de los fundadores del grupo Choose Democracy que, narra The New Yorker, tiene como objetivo lograr “tomar las calles de modo no violento si se intenta dar un golpe”, lograr que se cuenten todos los votos y en general movilizarse de modo pacífico si alguien pretende violentar el resultado electoral.

De acuerdo a Vox, movilizaciones como las que podría emprender Choose Democracy no serán necesarias si Trump gana de modo legítimo o si acepta una derrota ante Joe Biden, de acuerdo a Daniel Hunter, uno de los fundadores de ese grupo.

En todo caso, Choose Democracy y grupos aliados han llamado a realizar manifestaciones a escala nacional entre el 4 y el 7 de noviembre para defender el voto y exigir un conteo competo, de acuerdo a Vox.

No es el único caso de grupos que se preparan para, en su caso, defender el voto. De acuerdo a Vox, Black Lives Matter, que lucha contra el racismo y la brutalidad policiaca y por el respeto a la vida de los afroamericanos, y la Marcha de las Mujeres, célebre por su marcha masiva de rechazo a Trump en 2017, también se preparan para organizar protestas y acciones en defensa del voto.

Incluso esta misma noche del 3 de noviembre fueron convocadas por la Marcha de las Mujeres reuniones públicas para encender luces y velas para “iluminar” la elección, indica Vox.

La idea en general, se afirma, es mostrar que las comunidades están organizadas y listas para defender el legítimo resultado electoral y un conteo de todos los votos. Y si se diera el caso de que no se permitiera un conteo completo o si se pasa por encima del voto, las manifestaciones y protestas para exigir respeto a la voluntad popular podrían tener lugar a gran escala, de acuerdo a los planes de esos grupos citados por medios como Vox y The New Yorker.

Si eso sucederá es aún especulación, pues actualmente todo se encuentra en la incertidumbre. Pero es de desear, y de exigir, que el resultado electoral sea respetado, con todos los votos contados con todo el tiempo necesario para ello de acuerdo a la ley, y con una transición pacífica y respetuosa. Sea quien sea quien resulte el legítimo ganador.