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Gracias a Facebook un hombre ha tenido 10 bebés con 9 mujeres

Esther Crain
Escritora

Kenzie Kilpatrick es un joven de 26 años, inglés y gay, que quiere ayudar a las mujeres que ansían tener un bebé.

Después de navegar por Facebook y ver los anuncios clasificados de hombres que ofrecen su esperma, este ex conserje decidió crear la página Drama Free UK Sperm Donors para publicar sus servicios en esta red social.

Las redes sociales son de gran ayuda para comunicarse con amigos, encontrar el amor, un puesto de trabajo e incluso un donante de esperma como Kenzie Kilpatrick. Este joven de 26 años reveló a Yahoo Parenting por qué dona su esperma a mujeres que quieren ser madres. (Foto: Birmingham Mail)

Inmediatamente, algunas mujeres que querían ser madres comenzaron a contactarlo. “Llamé la atención de personas heterosexuales, gais y solteros que deseaban convertirse en madres y padres”, le comentó Kilpatrick a Yahoo Parenting.

Desde que publicó el anuncio, en junio del 2014, Kilpatrick ha ayudado a 50 mujeres. Sus servicios como progenitor han sido muy fructíferos. En las últimas diez semanas, seis mujeres han dado a la luz a dos niñas y cinco niños (incluyendo un par de gemelos), y el próximo mes llegarán otros tres bebés.

Kilpatrick lo hace únicamente para ayudar a mujeres y parejas que están desesperados por ser padres: “He ayudado a esas personas a construir una familia, a tener algo que realmente anhelaban”, dijo recientemente al Birmingham Mail. “Es insuperable la sensación de que estás dando una parte de ti. Parece que soy increíblemente fértil y, como hombre, eso me hace sentir orgulloso”.

En plena era de la reproducción asistida, lo más sorprendente no es que él sea un donante de esperma, sino la forma en que entrega su material genético: personalmente. Después de intercambiar mensajes en Facebook con una mujer, organiza una cita en su casa o en la habitación de un hotel. Nunca pide dinero por su esperma: “Yo sólo pido que cubran los costos del viaje y del alojamiento”, dijo Kilpatrick.

En la cita, Kilpatrick da una muestra de esperma fresco, que obtiene en privado. Entonces la mujer, sola o con su pareja, utiliza un kit de inseminación casero para concebir a su bebé tan pronto como sea posible.

Cuando se convirtió en donante de esperma, Kilpatrick decidió no acudir a un banco de esperma o centro de fertilidad porque estos tienen un costo elevado. “Es demasiado caro. Concebir un niño no debería tener precio. La alegría tampoco”, dijo.

Por cuestiones de salud, saltarse el paso de acudir a un banco de esperma o centro de fertilidad puede ser una elección arriesgada. “Los bancos de esperma tienen normas específicas que exigen que cada muestra de esperma, ni bien es ingresada, sea analizada para excluir una serie de enfermedades”, le comentó a Yahoo Parenting el Dr. Jamie Grifo, director de programa en el Langone Fertility Center de la Universidad de Nueva York. “Después de las primeras pruebas, la muestra se congela y se pone en cuarentena. Pasados seis meses, se descongela y vuelve a ser analizada”.

“El esperma no sólo se analiza para encontrar VIH, hepatitis y otras enfermedades de transmisión sexual, también se somete a pruebas genéticas para detectar los genes recesivos que heredará el bebé cuando nazca, los cuales pueden provocarle enfermedades como la fibrosis quística”, explicó Grifo.

Por otra parte, está todo el proceso legal. En Estados Unidos la identidad de los donantes que pasan a través de un banco de esperma está protegida. Es poco probable que los donantes puedan ser reconocidos como progenitores legales y obligados a mantener al niño, dijo Grifo.

Sin embargo, si un hombre entrega personalmente su esperma a una mujer, podría ser reconocido como el progenitor legal del niño en el certificado de nacimiento. “Los aspectos que determinan la legalidad de un progenitor no están claros”, añadió.

Por su parte, Kilpatrick dice que se ha sometido a pruebas para detectar enfermedades de transmisión sexual y que, como ante la ley del Reino Unido él es el progenitor legal de los niños, les pide a las futuras madres que usan su esperma que firmen un contrato (aunque no dio a conocer los términos).

También comenta que no tiene interés en conocer a los niños nacidos ya que no los considera sus hijos. “Yo quiero tener mis propios hijos pronto, pero aún no he decidido cuándo”, dijo Kilpatrick.