Gobierno y oposición venezolana inician diálogo para terminar violentas protestas

CARACAS (Reuters) - El presidente venezolano Nicolás Maduro y el principal líder de la oposición Henrique Capriles se sentarán el jueves en torno a la misma mesa, en el intento hasta ahora más serio por aplacar una ola de protestas que dejó decenas de muertos. Las conversaciones, auspiciadas por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), están previstas para las 1700 hora local (2130 GMT) y serán televisadas en directo, una condición de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática. "¿Querían diálogo? Vamos al diálogo. ¿Querían paz? Vamos a la paz", dijo Maduro en un encuentro con profesores transmitido por la televisión estatal. La participación de Capriles, a quien Maduro derrotó por menos de dos puntos porcentuales en las presidenciales del 2013, levanta el perfil de las conversaciones. El líder opositor se había negado hasta ahora a participar en iniciativas de diálogo de Maduro, a las que había descrito como apenas una oportunidad para la foto. "Temblará Miraflores", dijo refiriéndose al palacio de Gobierno. "Le diremos al Gobierno la verdad para que el país abra los ojos y nos demos cuenta que esto tiene que cambiar". Venezuela lleva más de dos meses envuelta en una ola de violencia que dejó al menos 40 muertos, 650 heridos y casi 200 detenidos. Apenas unas horas antes de las conversaciones, la fiscalía dijo que investiga la muerte de un policía baleado el miércoles cuando dispersaba una manifestación en Barquisimeto, la capital del central estado Lara gobernado por la oposición. La oposición culpa a Maduro por el deterioro de la economía, la escasez de productos básicos como la leche o papel higiénico y la violencia fuera de control en las calles de Venezuela. El presidente, por su parte, acusa a la oposición de sembrar el caos para provocar un golpe de Estado como el que sufrió hace más de una década su antecesor, el fallecido Hugo Chávez. RESULTADO INCIERTO Gobierno y opositores están bajo presión para encontrar una salida a la crisis. Las encuestas muestran que ambos perdieron popularidad desde el comienzo de las manifestaciones. Y los cancilleres de la Unasur llevan varios días en Caracas presionando a ambas partes para que se sienten a dialogar. Pero el resultado de las conversaciones que comienzan el jueves es todavía incierto. El Gobierno ha dejado claro que no va a "pactar" con sus adversarios, aunque dice que está dispuesto a buscar fórmulas para "reconocerlos". Ambos bandos invitaron al número dos del Vaticano, el secretario de Estado cardenal Pietro Perolin a participar en la reuniones como "testigo de buena fe" en las conversaciones. Pero la Santa Sede todavía no aclaró si se involucrará o no. La mayor parte de los partidos de oposición irán al Palacio de Miraflores. Pero Voluntad Popular, el partido del dirigente encarcelado Leopoldo López, se negó a participar hasta que no liberen a su líder y otros militantes detenidos desde el inicio de las protestas. María Corina Machado, otra dirigente del sector duro de la oposición, rechazó la oferta de Maduro alegando que el diálogo pretende "desmovilizar" el movimiento de protestas pacíficas. López y Machado encabezan el ala combativa de la oposición y los manifestantes más aguerridos se identifican con ellos y no tanto con Capriles, que ha adoptado una actitud más cauta frente a las protestas. Como preámbulo de las conversaciones, estudiantes universitarios marcharán en el este de Caracas para mantener la presión sobre el gobierno de Maduro. (Reporte de Eyanir Chinea; Editado por Esteban Israel)