Gobierno y oposición acuerdan un plan para decidir la localización del nuevo aeropuerto de Lisboa

Lisboa, 23 sep (EFE).- El Gobierno socialista de Portugal y el principal partido de la oposición conservadora, el PSD (centroderecha), llegaron hoy a un acuerdo para decidir la localización del nuevo aeropuerto de Lisboa, un proyecto que arrastra años de espera mientras el aeródromo actual ya alcanzó su capacidad máxima.

"Fue posible encontrar convergencia sobre la metodología" para escoger la localización de la infraestructura, explicó el primer ministro portugués, António Costa, en una declaración a periodistas tras reunirse con el líder del PSD, Luís Montenegro.

El consejo de ministros aprobará la creación de una comisión técnica y otra de acompañamiento para realizar una evaluación medioambiental de las posibles localizaciones, entre las que están Montijo y Alcochete (al sur del Tajo) y Santarém (al norte de Lisboa).

El objetivo es que la evaluación esté concluida "antes de que acabe el próximo año, para poder tener una decisión final y definitiva sobre este tema", insistió Costa.

"Todos entienden que necesitamos el más vasto acuerdo político posible y que tras tantas alternativas y dudas durante 50 años necesitamos tener la solidez técnica y científica que fortalezca una decisión política", insistió el jefe del Ejecutivo.

Además de la construcción de un nuevo aeropuerto, se van a realizar obras en el aeródromo actual para mejorar la infraestructura y asegurar las operaciones hasta entonces, aunque el primer ministro no avanzó plazos.

Los socialistas y el PSD, los dos mayores partidos de Portugal, acordaron en 2015 que los grandes proyectos de infraestructuras deben tener un acuerdo de 2/3 del Parlamento.

El debate sobre la localización de un nuevo aeropuerto para Lisboa se alarga desde hace medio siglo, pero la falta de consenso ha frenado el proyecto mientras los problemas aumentan en la infraestructura actual, situada dentro de la propia capital.

A los inconvenientes de estar en una zona urbana -ruido, vibraciones y hasta el peligro de tener aviones volando bajo sobre los edificios- se suma el aumento del tráfico aéreo que registra el aeropuerto, que ya ha alcanzado su capacidad máxima.

Antes de la pandemia se tuvieron que rechazar nuevas rutas y el ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, admitió que en 2023, cuando el turismo culmine su recuperación, se repetirá el problema.

(c) Agencia EFE