Brasil creció un récord del 7,7 % en el tercer trimestre pero las dudas persisten

Río de Janeiro, 3 dic (EFE).- La economía brasileña creció a un ritmo récord del 7,7 % en el tercer trimestre del año frente al segundo, tras la también histórica contracción que sufrió entre abril y junio (-9,6 %), pero las dudas sobre su recuperación persisten en medio de una nueva ola de la pandemia del coronavirus.

La decisión del Gobierno de suspender los subsidios que distribuía entre informales, desempleados y pobres para ayudarlos a paliar los efectos de la pandemia y la posibilidad de que los Gobiernos regionales vuelvan a imponer medidas restrictivas ante una segunda ola de covid ponen en duda que ese ritmo de recuperación se mantenga, según economistas consultados este jueves por Efe.

Tanto el Gobierno como economistas coinciden en que Brasil crecerá a un menor ritmo en el último trimestre (2,2 % según las previsiones), ya que la base de comparación no será tan baja, pero mientas que el Ministerio de Economía dice esperar una expansión sustentable desde ahora, los analistas temen que la simple retomada de actividades paralizadas sea insuficiente para garantizar la recuperación.

Entre otros factores que pueden afectar el crecimiento en los próximos meses citan la tasa récord de desempleo del 14 %, con tendencia a aumentar, y la creciente inflación, principalmente de los precios de los alimentos, que comienza a reducir el poder de compra de los consumidores.

Además, pese a que el crecimiento del 7,7 % del producto interior bruto (PIB) de Brasil fue récord en el tercer trimestre, la tasa se ubicó por debajo de la esperada por el propio Gobierno (8,3 %) y fue insuficiente para recuperar las pérdidas que ya habían sido causadas por la pandemia en el primer (-1,5 %) y segundo trimestre (-9,6 %).

De acuerdo con los datos divulgados este jueves por el Gobierno, la economía brasileña registró un significativo rebote en el tercer trimestre impulsada por el fuerte crecimiento de la producción de la industria (+14,8 %) y de los servicios (+6,3 %), así como por la retomada del consumo de las familias (+7,6 %).

La sólida recuperación del tercer trimestre, provocada por la rápida retomada de las actividades paralizadas por las medidas de distanciamiento social para frenar el coronavirus, permitió a Brasil salir del estado de recesión técnica en que había caído en junio, cuando completó dos trimestres seguidos de crecimiento negativo.

Pese a la recuperación en el tercer trimestre, el PIB de la mayor economía sudamericana acumula una contracción del 5,0 % en los nueve primeros meses de 2020 frente al mismo período de 2019 y del 3,4 % en los últimos doce meses hasta septiembre frente al período entre octubre de 2018 y septiembre de 2019.

Tales datos confirman las previsiones del Gobierno y de los economistas según las cuales Brasil terminará 2020 con una contracción económica del 4,5 %, muy por debajo del 9,0 % que proyectaban los organismos multilaterales, y que la recuperación comenzará en 2021, con un crecimiento del 3,0 %.

De confirmarse esas previsiones, el coronavirus habrá interrumpido por un año la gradual recuperación que Brasil venía registrando tras la histórica recesión que sufrió en 2015 y 2016, cuando el PIB se retrajo en cerca de siete puntos porcentuales.

En 2017 la economía creció un 1,3 %, en 2018 un 1,8 % y en 2019 un 1,4 %.

Según el ministro de Economía, Paulo Guedes, el resultado del PIB en el tercer trimestre confirma su previsión de que la recuperación tendrá un formato de "V", ya que a la profunda retracción le siguió un rebote al mismo ritmo, y que ya es posible suspender los subsidios que el Gobierno venía distribuyendo.

"Los indicadores sugieren que la tendencia de crecimiento del PIB se mantendrá en los últimos meses del año y confirman la expectativa de crecimiento elevado en el segundo semestre", dice un comunicado divulgado por el Ministerio de Economía, según el cual el país ganó "tracción para mantener la retomada económica en 2021".

"La fuerte recuperación de la actividad, del empleo formal y del crédito en este semestre pavimentan el camino para que la economía siga avanzando en el primer semestre de 2021 sin la necesidad de auxilios gubernamentales", agrega la nota.

Preocupado con el histórico déficit en las cuentas públicas provocado por la pandemia, el Gobierno ya redujo a la mitad los subsidios y pretende eliminarlos a partir de este mes, así como algunas ayudas a las empresas.

Algunos economistas y hasta el FMI, sin embargo, alertan que el consumo de las familias, principal motor económico en un país de 210 millones de habitantes, puede resentirse en caso de que el Gobierno suspenda los subsidios.

"La simple expectativa de no recibir el subsidio ya reduce el ímpetu del consumo. Y eso se agrava cuando a eso se junta la preocupación con el desempleo", asegura la economista Luana Miranda, investigadora de la Fundación Getulio Vargas (FGV).

El principal temor, sin embargo, es la posibilidad de que Brasil sea obligado a imponer nuevamente restricciones a las actividades económicas para hacer frente a la segunda ola de la pandemia y la incertidumbre existente sobre cuándo el país tendrá una vacuna a disposición y cuándo podrá iniciar una campaña de vacunación.

"La recuperación económica dependerá del ritmo de vacunación", afirmó el economista Paulo Vicente Alves, profesor de la Fundación Dom Cabral de estudios económicos.

(c) Agencia EFE