El Gobierno de Cuba saca pecho diplomático por la cumbre del G77+China en La Habana
La Habana, 10 sep (EFE).- La celebración en una semana de la cumbre del G77 y China en La Habana con la presencia de destacados líderes mundiales se ve como un éxito desde el Gobierno cubano, que saca pecho diplomático en un momento de grandes dificultades políticas y económicas internas.
La cita, el 15 y el 16 de septiembre, contará con más de 30 jefes de Estado, según los organizadores, entre ellos los presidentes de Brasil y Argentina, Luiz Inácio Lula da Silva y Alberto Fernández, y el secretario general de la ONU, António Guterres. Otros, como China, aún no han confirmado el nivel de su representación.
En total está previsto que acudan a La Habana más de un centenar de delegaciones internacionales para hablar de la cooperación Sur-Sur en el ámbito de la ciencia, la tecnología y la innovación, con la crisis climática y la pandemia como trasfondo común y acicate.
Pero más allá de los temas a debate, el oficialismo destaca que Cuba haya logrado convocar a tantos representantes de alto nivel y que los 134 miembros de este grupo (todo África y Oriente Medio, América latina -sin México- y el Caribe así como el sur de Asia) hayan consensuado una declaración común auspiciados por La Habana.
El director del Centro de Investigaciones de Política Exterior (CIPI) de Cuba, José Ramón Cabañas Rodríguez, habló del "tremendo valor" del esfuerzo diplomático y calificó de "texto innovador" la declaración final.
EFE solicitó una entrevista con los responsables de la cumbre en el Ministerio de Relaciones Exteriores pero por el momento no ha recibido respuesta.
NUEVO ORDEN
El profesor visitante de Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid Arturo López Levy considera por su parte "notable" la "capacidad de la diplomacia cubana" en un momento que califica de "estratégico" porque se están ahondando las divisiones entre Occidente y potencias como China y Rusia.
Además señaló a EFE que no ha detectado una oposición en el G77+China a que La Habana presidiera este año ese foro de naciones, con lo que considera que el Gobierno cubano podría, pese a las dificultades, salir reforzado con esta cumbre y "empezar a operar desde una posición menos precaria" en el ámbito internacional.
Esta precariedad se debe, principalmente, a la política estadounidenses (incluidas las sanciones extraterritoriales) y a la reacción de parte de la comunidad internacional ante la represión que siguió a las protestas del 11 de julio de 2021, con más de 1.000 detenidos y unas 700 sentencias, algunas de hasta 30 años de cárcel.
Sin embargo, también hay críticas. El opositor Manuel Cuesta Morúa argumentó que La Habana tan sólo trata de vender el "relato" del éxito diplomático, y consideró que realmente el Gobierno cubano ha llegado a encabezar el G77+China por "la degradación de los fundamentos y valores del actual orden internacional".
El profesor de Geopolítica Global del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) de Cuba, Jorge Casals, enmarcó también la cita de La Habana dentro de una transición del orden mundial de la hegemonía estadounidense a una creciente multipolaridad.
En declaraciones a EFE aseguró que tanto en esta cumbre como en la reciente de los BRICS en Sudáfrica se percibe la emergencia de un nuevo orden impulsado por el "sur global" que "rechaza las posiciones de EE.UU., Europa y la OTAN", un sistema a su juicio "caduco".
Interrogados sobre la posibilidad de que ese nuevo orden acabe configurándose como una serie de potencias regionales con áreas de influencia e incluso con Pekín dominando el G77+China, Casals y Cabañas abogaron por un sistema de "multilateralidad solidaria" y sin hegemones.
PARTICIPANTES
Además de Lula y Fernández, se espera que otros aliados de Cuba en la región acudan a la cumbre, como el venezolano Nicolás Maduro, el boliviano Luis Arce y la hondureña Xiomara Castro. Los jefes de Estado de Sri Lanka, Angola, Irak, Mozambique y Laos también han confirmado su asistencia.
Pero la visita más significativa es sin duda la de Guterres, que será seguida con gran interés por lo que diga en las apenas 24 horas que va a encontrarse en la isla y por cómo lo diga. También por lo que calle.
Guterres, que tiene previsto un encuentro bilateral con el presidente Díaz-Canel, será el encargado de uno de los mensajes iniciales de la cumbre, en el que planea hablar de los objetivos de desarrollo sostenible (OSD), algunos de los cuales están ineludiblemente ligados a los derechos humanos.
Cuesta Morúa cree que el secretario general de Naciones Unidas tiene una "oportunidad de oro" para "poner los énfasis necesarios sobre estos asuntos acá en La Habana". En su opinión, Guterres tendría que incidir, tanto en la cumbre como en su bilateral con Díaz-Canel, "en la importancia del respeto a los derechos fundamentales y a los derechos humanos".
(c) Agencia EFE