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Nuevo gobierno en Brasil: quién es y cómo piensa Fernando Haddad, el ministro de Economía que eligió Lula da Silva

En esta foto de archivo tomada el 30 de octubre de 2022, el candidato a gobernador del estado de San Pablo por el Partido de los Trabajadores (PT) Fernando Haddad saluda a su llegada a un colegio electoral durante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
En esta foto de archivo tomada el 30 de octubre de 2022, el candidato a gobernador del estado de San Pablo por el Partido de los Trabajadores (PT) Fernando Haddad saluda a su llegada a un colegio electoral durante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. - Créditos: @CARL DE SOUZA

SAN PABLO.– Fernando Haddad, anunciado este viernes como futuro ministro de Hacienda de Brasil a partir del 1° de enero, es considerado el delfín de Lula da Silva, pero las ideas de este dirigente de izquierda son vistas con recelo por el mercado.

Haddad, de 59 años, fue entre 2013 y 2017 alcalde de San Pablo, la mayor metrópoli latinoamericana, y también con el apoyo de Lula fue candidato presidencial en 2018, cuando fue derrotado por el ultraderechista Jair Bolsonaro.

Días atrás, el posible nombramiento de este profesor de Ciencias Políticas y exministro de Educación provocó caídas en la Bolsa paulista y subidas en la cotización del dólar. Pero este viernes, tras el anuncio de Lula, el índice Ibovespa de la bolsa de San Pablo cotizaba mínimamente al alza (+0,5%), hacia el mediodía.

Haddad “representa una política económica heterodoxa defendida por el Partido de los Trabajadores” (PT) de Lula”, señala a la AFP Antonio Madeira, economista de MCM Consultores.

En esta foto del 8 de octubre de 2022, Luiz Inácio Lula da Silva y el entonces candidato a gobernador del estado de San Pablo, Fernando Haddad, en un mitin de campaña en Campinas.
En esta foto del 8 de octubre de 2022, Luiz Inácio Lula da Silva y el entonces candidato a gobernador del estado de San Pablo, Fernando Haddad, en un mitin de campaña en Campinas. - Créditos: @NELSON ALMEIDA

Se espera que promueva “un aumento del gasto público (...) y un Estado más grande con un rol importante de las empresas públicas”, describe Madeira.

El mercado deseaba en cambio una figura autónoma que defienda la responsabilidad fiscal para mantener una economía saludable: un aumento desmedido del gasto incrementaría la deuda y la inflación, advierten los analistas.

Esta semana, el Senado aprobó una enmienda constitucional que permitirá cumplir la promesa electoral de Lula de mantener millonarias ayudas sociales durante los primeros dos años de gobierno, con la liberación de 145.000 millones de reales (28.000 millones de dólares) por encima del techo de gastos.

Sin embargo, Haddad ha realizado varios movimientos en las últimas semanas destinados a reducir la resistencia a su nombre. El delfín de Lula aclaró que tiene ideas en común con el mercado, como la reforma fiscal, y que defiende la responsabilidad fiscal, siempre que haya margen para algunos gastos, como las inversiones y la educación, según informó O Globo.

Fue un discurso similar al que llevó al almuerzo con los bancos el pasado viernes. En nombre de Lula, que fue recibido como ministro de Hacienda incluso antes de ser anunciado, dijo que el nuevo gobierno dará prioridad a la reforma fiscal ya en el primer año de su gobierno, centrándose en los impuestos indirectos. Pero después, la renta y la riqueza estarán en el orden del día.

Fue aplaudido al final, pero sin entusiasmo por parte de los presentes, que esperaban un discurso con respuestas a problemas más urgentes, como abordar la cuestión fiscal, reportó el medio brasileño.

Derrotas electorales

Haddad aspiraba a ser gobernador de San Pablo en las elecciones de octubre pasado. Pero el bolsonarista Tarcisio de Freitas frustró su ambición en un ballotage (55%-45%).

No obstante, Lula agradeció calurosamente el apoyo del exalcalde, durante su discurso de victoria contra Bolsonaro en el ballotage del 30 de octubre que lo llevó nuevamente a la Presidencia.

“La campaña de Haddad fue fundamental para que llegáramos hasta aquí”, dijo el exmandatario izquierdista (2003-2010).

El expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, saluda a sus seguidores acompañado por el expresidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica y el candidato a gobernador de Sao Paulo, Fernando Haddad, durante un evento de campaña.
El expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, saluda a sus seguidores acompañado por el expresidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica y el candidato a gobernador de Sao Paulo, Fernando Haddad, durante un evento de campaña. - Créditos: @Matias Delacroix

En San Pablo, el estado más rico y poblado de Brasil, Lula superó las expectativas, con 45% del apoyo.

Hace cuatro años, Haddad, hijo de inmigrantes libaneses, fue designado candidato a presidente apenas tres semanas antes de las elecciones, luego de que Lula quedara inelegible debido a condenas por corrupción, anuladas más tarde.

Haddad, entonces poco conocido, logró en la primera vuelta un resultado respetable: “Nadie creyó que llegaría a la segunda vuelta. Obtuve el 29% (...) hemos hecho un buen trabajo”, dijo entonces a la AFP el político que partió con el 4% del respaldo.

En el ballotage, obtuvo 45% ante Bolsonaro, victorioso con 55%.

Bajo la sombra de Lula

Abogado de formación, con un máster en Economía y doctor en Filosofía, Haddad es visto como un intelectual.

Sonriente, afable, de cabello castaño ligeramente canoso y cuidadosamente peinado, a veces se le apoda “Haddad tranquilao” (Haddad relajado) por su serenidad.

“No soy una persona ansiosa, espero que las cosas sucedan para tomar mis decisiones. Soy un ser político”, dijo a finales de 2016 al diario español El País.

Haddad pasó la mayor parte de su carrera política bajo la sombra de Lula, quien lo nombró ministro de Educación en 2005.

Fernando Haddad junto a su esposa
Fernando Haddad junto a su esposa

En 2012, este padre de dos hijos, casado desde hace 30 años con una dentista, tuvo un apoyo decisivo de Lula para convertirse en alcalde de San Pablo.

Cuatro años después fracasó al intentar la reelección, con solo 17% de los votos.

El PT sufrió entonces una gran derrota en las elecciones municipales, meses después de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff (2011-2016) por maquillar las cuentas públicas.

Haddad fue procesado por presunta corrupción durante su campaña de 2012, pero finalmente fue sobreseído en 2019.

Agencia AFP