Gobierno de Biden rechaza acusaciones de Cuba de que EEUU ‘apoya’ a ‘terroristas’ de Miami
Los funcionarios del gobierno de Joe Biden rechazaron las alegaciones de las autoridades cubanas de que Estados Unidos está apoyando a personas que planean acciones “terroristas” contra Cuba después de que funcionarios cubanos volvieron a plantear la cuestión durante una reunión centrada en la cooperación policial entre los dos países que tuvo lugar en Washington DC a principios de esta semana.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba dijo que los funcionarios de la isla habían proporcionado “informaciones...sobre actividades de personas radicadas en los Estados Unidos, identificadas por su vinculación al terrorismo” durante la reunión del miércoles.
En diciembre pasado, el gobierno cubano publicó una lista de “terroristas buscados”, que incluye los nombres de conocidos activistas cubanos radicados en Miami, personalidades de los medios e influencers delas redes sociales que critican al gobierno. En ese momento, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, acusó al gobierno de “complicidad” por “el amparo, la protección y la tolerancia” hacia las personas que incluyeron en la lista.
Granma también acusó directamente al Departamento de Estado y a las agencias de inteligencia estadounidenses de planear actos violentos contra el régimen comunista en un artículo de diciembre.
Una funcionaria del Departamento de Estado dijo al Herald que esas acusaciones eran infundadas.
“Estamos al tanto de la lista difundida por el gobierno cubano”, dijo la funcionario. “Las acusaciones de que Estados Unidos está fomentando acciones violentas contra el gobierno cubano son absurdas”.
La lista se publicó poco después de que el Departamento de Estado publicara un reporte sobre terrorismo correspondiente al 2022, nombrando a Cuba como uno de los países que todavía están incluidos en la lista estadounidense de estados que patrocinan el terrorismo.
La funcionaria del Departamento de Estado dijo que la lista elaborada por Cuba y las recientes acusaciones son “la iteración más reciente de los esfuerzos de las autoridades cubanas para menospreciar a los emigrantes que ejercen su libertad de expresión, incluida su libertad de criticar el pésimo historial de derechos humanos y la implacable represión de Cuba”.
Funcionarios de los Departamentos de Estado, Seguridad Nacional y Justicia, y de la Embajada de Estados Unidos en La Habana se reunieron el miércoles con representantes del Ministerio del Interior de Cuba, la Fiscalía General, Aduanas y el Ministerio de Relaciones Exteriores en lo que fue la sexta edición del Diálogo entre Estados Unidos y Cuba sobre el cumplimiento de la ley desde 2015.
Estas reuniones periódicas han sido criticadas por defensores de los derechos humanos que creen que ayudan a “normalizar” un régimen represivo.
“En Cuba no existe el Estado de derecho”, dijo John Suárez, director ejecutivo del Centro para una Cuba Libre, con sede en Washington. “Para mantenerse en el poder, la dictadura mantiene un aparato de seguridad represivo que asesina extrajudicialmente a disidentes no violentos. Esto no es ‘aplicación de la ley’. La dictadura cubana es una amenaza transnacional, y legitimarla no mejora la defensa de los derechos humanos por parte de Estados Unidos”.
A pesar de las fricciones políticas, las sucesivas administraciones estadounidenses han subrayado el valor de las conversaciones para la seguridad nacional de Estados Unidos, aunque los dos países emitieron declaraciones con énfasis en diferentes aspectos de la discusión.
Si bien Cuba lo utilizó para resaltar “el compromiso del gobierno cubano en la lucha contra el terrorismo”, la versión estadounidense de la reunión prestó mucha atención al tema de los derechos humanos.
“Establecer y aumentar canales para la cooperación policial para abordar las amenazas transnacionales también mejora la defensa de los derechos humanos por parte de Estados Unidos”, dijo el Departamento de Estado en un comunicado. “Estados Unidos integra la defensa de los derechos humanos y la protección de los derechos humanos en todas las interacciones con el gobierno cubano”.
La funcionaria del Departamento de Estado dijo al Herald que la administración está “centrada en instar al gobierno cubano a liberar a los aproximadamente 1000 prisioneros políticos detenidos injustamente y permitir a sus ciudadanos ejercer toda la gama de derechos humanos como se describe en la Declaración Universal de Derechos Humanos , que Cuba firmó”.