El Gobierno aumentó fuerte los fondos a Kicillof y alentó el malestar interno

Kicillof junto a Alberto Fernández, en el último acto juntos en Neuquén
Kicillof junto a Alberto Fernández, en el último acto juntos en Neuquén

El Gobierno le abrió el grifo de los fondos discrecionales a la provincia de Buenos Aires en el primer cuatrimestre del año a pesar de que su gobernador, Axel Kicillof -definitivamente encolumnado detrás de Cristina Kirchner y uno de sus asesores económicos en la interna oficialista- recrudeció sus críticas a la gestión de Alberto Fernández y reclamó públicamente más partidas para su distrito.

Según datos oficiales a los que accedió LA NACION, las transferencias corrientes no automáticas de la Nación a la provincia saltaron de $26.333 millones en el primer cuatrimestre de 2021 a $78.626 en el mismo período de este año. Un 300% más, muy por encima de la inflación.

De acuerdo a un informe privado del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), si se observa el reparto de las transferencias discrecionales entre las provincias -es decir, las que son a criterio del Gobierno- Buenos Aires pasó del 30% de participación en el total en el primer cuatrimestre del 2021 al 46% en igual período de 2022. Una tasa positiva, en términos reales, del 68% que la ubica al tope del ranking, junto con Tierra del Fuego. En abril, cuando eclosionó la alianza oficialista, la tendencia se sostuvo: de 34% al 48% interanual.

“Qué sentido tiene castigar a Buenos Aires por declaraciones desafortunadas e inoportunas de su gobernador. Estaríamos complicando a la gente, en una provincia muy voluminosa y con muchas necesidades. Puede ser un polvorín”, reconoció una importante fuente oficial a LA NACION para defender los fondos que habilitó Martín Guzmán, el funcionario más castigado en público por el kirchnerismo.

En la provincia rechazan que exista un trato preferencial hacia Buenos Aires. “Los compromisos asumidos por el gobierno nacional respecto al financiamiento de programas se han mantenido dentro de los marcos normales. Ni el gobierno nacional ni nosotros mezclamos la gestión con las opiniones”, aseguraron a este medio en el círculo de confianza del gobernador.

Consultados por este medio, en la administración de Kicillof se limitaron a informar un consolidado del primer trimestre, e indicaron que la provincia recibió “$38.569 millones de pesos de la Nación en concepto de fondos discrecionales”. De acuerdo a la consultora Aerarium, en ese mismo período, las transferencias a la PBA pasaron del 34,4% al 40,7% de participación en el total entre 2021 y 2022.

Este incremento se explica en gran parte por la asistencia directa del Tesoro a la provincia, que se ejecuta bajo el mandato del Palacio de Hacienda. Según se desprende de los datos oficiales publicados por el Ministerio de Economía, el gobierno de Kicillof recibió $27.000 millones en lo que va del año por el Fondo de Fortalecimiento Fiscal (FFF), que se nutre de la coparticipación que se le detrae a la Capital Federal. En otro renglón figura el programa de “Asistencia Financiera a Provincias y Municipios”. Buenos Aires no estaba incluida originalmente en dicha distribución, pero el Gobierno, en función de sus facultades, luego le asignó a la provincia $21.798 millones. Solo en el mes de abril, el Tesoro le giró al gobierno de Kicillof $7266 millones, según informó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).

(Fuente: Twitter)
(Fuente: Twitter)


(Fuente: Twitter)

Fuentes oficiales informaron que esos fondos obedecen a un convenio para compensar reclamos por el Fondo del Conurbano Bonaerense. Y agregaron: “El Ministerio de Economía trabaja técnicamente y seriamente. Había que reparar las retracciones que se le hicieron a la provincia en el pasado”.

Otro importante funcionario nacional recordó, mientras dibujaba una línea del tiempo con un lápiz, cómo habían menguado las transferencias de la Nación a la provincia cuando Daniel Scioli era gobernador y Kicillof estaba del otro lado, en la silla que hoy ocupa Guzmán. “En 2012 fue difícil pagar los aguinaldos en la provincia. Es un reconocimiento de que nos equivocamos, eso de volver mejores…”, dijo.

Los fondos se completan con otras transferencias desde los ministerios por $20.650 millones, $7500 millones en concepto de seguridad alimentaria y $4.389 millones para compensar el déficit de la caja previsional provincial. Respecto a los ATN, fondos discrecionales que reparte el Ministerio del Interior, el Gobierno repartió en lo que va del año $14.380 millones de los cuales unos $2600 millones (un 18%) fueron para la provincia. Es una proporción menor a la que le corresponde por la coparticipación, pero esas transferencias se concentraron en las últimas semanas, en pleno recrudecimiento del conflicto político en el Frente de Todos.

Recelos

El trato que recibe Buenos Aires genera malestar en otros distritos. En reuniones reservadas los gobernadores transmitieron su reclamo por un reparto más equitativo. De hecho, en el comunicado conjunto de esta semana que firmaron los mandatarios provinciales para reclamar el punto de coparticipación de la Ciudad que está en disputa en la Corte Suprema, nunca hicieron alusión a que esos fondos les corresponden a Kicillof. “Esos fondos no son de la Ciudad pero tampoco son necesariamente de Buenos Aires, porque no es la única provincia que tiene urgencias. Axel tiene problemas pero ¿es el único?”, dijeron a LA NACION cerca de un gobernador de una de las provincias más populosas del país.

Fernández y Kicillof compartieron un acto público por última vez el 21 de abril, en Vaca Muerta. La relación entre ambos mandatarios está mucho más fría desde que el gobernador decidió encuadrarse detrás del kirchnerismo en la embestida contra el rumbo económico.

“Las relaciones institucionales entre la provincia de Buenos Aires y el Gobierno son inmejorables, además de la particular relación del Presidente con Kicillof y de todo el apoyo que se le da a Buenos Aires, que es una provincia grande y compleja, que necesita de un respaldo particular y tiene un respaldo particular del gobierno nacional”, dijo la portavoz Gabriela Cerruti en su última conferencia de prensa.

Kicillof junto  a Insaurralde e Intendentes
Kicillof junto a Insaurralde e Intendentes


Kicillof junto a Insaurralde e Intendentes

“Al repartir más recursos, lo capitalizan Provincia y Nación”, evaluaron desde un ministerio bonaerense en el que consideraron que el malestar de la tropa cristinista que acompaña a Kicillof se agrava cuando el Presidente insinúa su deseo de ir por la reelección.

Esta semana, Kicillof otorgó un aumento salarial de 60% para estatales, docentes, médicos y judiciales bonaerenses y un aumento de 50% en las jubilaciones y pensiones mínimas, como así también el pago de un bono de hasta 10.000 pesos para 26.975 personas. En La Plata advierten que los recursos nacionales que bajan a la provincia son para afrontar otros gastos y que el pago de salarios y servicios se cubren con recursos propios.

Sin dar cifras, un intendente peronista del conurbano ironizó: “Ni [Mauricio] Macri a [María Eugenia] Vidal le bajó tanta plata”. Y completó: “Ellos [por el gobierno bonaerense] sacan la cuenta de que en 2023 ganamos la provincia y perdemos la Nación, pero ¿cómo gobernaría Kicillof con un gobierno nacional de otro signo que le corte los fondos?”.

Dos jefes comunales del justicialismo bonaerense señalaron que el martes, en una reunión con los intendentes para presentar proyectos del Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), Kicillof les encargó informar las calles que tienen sin pavimentar en sus distritos para avanzar en esos trabajos. Lo vieron como una muestra de la disposición de recursos.

Sin embargo, esta semana Kicillof proclamó en la Feria del Libro: “Hay una deuda con la Provincia. Por más eficacia, sin recursos no se puede hacer ni una ruta. La Provincia tiene que reclamar más recursos”. Ese mismo día, Kicillof, se diferenció -sin nombrarlo- de Guzmán y pidió hacer “un esfuerzo muy grande para que la economía crezca”.

Con la colaboración de Laura Serra