El Gobierno argentino envía al Congreso un proyecto para afrontar su crisis de deuda

Buenos Aires, 21 ene (EFE).- El Gobierno de Argentina anunció este martes un proyecto de ley que busca restaurar la "sostenibilidad de la deuda pública externa" para enfrentar las negociaciones con los acreedores, en medio de la "crítica" situación de endeudamiento exterior del país, que asciende a más 270.000 millones de dólares.

"Hoy nos toca restaurar la sostenibilidad de la deuda, algo que se ha perdido. El país no puede sostener la carga de deuda que hoy enfrenta", explicó el ministro de Economía, Martín Guzmán, en una conferencia de prensa en la sede de su cartera en Buenos Aires.

"SITUACIÓN CRITICA"

Casi un mes y medio después de la asunción presidencial del peronista Alberto Fernández, que ganó en las urnas al anterior mandatario, el conservador Mauricio Macri (2015-2019), el nuevo Gobierno afronta las negociaciones para el pago de la alta deuda pública en medio de la recesión que el país arrastra desde abril de 2018.

Para Guzmán, la situación es "critica", y tildó de "desastre" lo que el Gobierno saliente hizo en materia de deuda desde que se recuperó en 2016 el acceso a los mercados internacionales, cuando se pagó a los llamados 'fondos buitre', que no habían aceptado los canjes tras la suspensión de pagos de 2001.

"Aumentó brutalmente el endeudamiento y el país no generó un aumento de su capacidad productiva con la cual generar los dólares para hacer frente a los compromisos", criticó el ministro.

Es por eso que para enfrentar esa "insostenible" carga, esta tarde el Gobierno enviará al Congreso un proyecto para tratar de solucionar la crisis.

"El proyecto que estamos enviando se inscribe dentro del marco de la ley de Administración Financiera, que pide que el país mejore al menos dos de las siguientes tres condiciones: plazos, tasas de interés y monto del capital. Nosotros, lo que necesitamos es tener una solución que sea sostenible", agregó, sin especificar más detalles de la iniciativa, que abarcará la deuda emitida bajo jurisdicción extranjera.

Con todo, el ministro no quiso dar detalles de la "propuesta concreta" de negociación que enfrenta con los tenedores de deuda, algo que afirmó debe producirse tras un proceso "que también se nutre de las conversaciones con los bonistas sobre la base de la buena fe".

"La nación ha dado probadas muestras de buena fe en una situación critica", aseveró.

NEGOCIACIÓN CON ACREEDORES

Entre finales de 2015 y 2019, la deuda pública total argentina aumentó un 31 %, al pasar de 240.000 millones de dólares a 314.000, siempre según los datos proporcionados por el Ejecutivo de Macri al final de su mandato.

Asimismo, la deuda externa a valor nominal se ubicaba, en el tercer trimestre del 2019, con base en los últimos datos aportados por el Instituto Nacional de Estadísticas, en 276.686 millones.

Con el regreso del peronismo a la Casa Rosada, el nuevo Gobierno inició negociaciones con los acreedores privados y el Fondo Monetario Internacional (FMI) -que aprobó en 2018 un crédito para Argentina de 56.300 millones de dólares- para alargar los vencimientos y evitar llegar a un nuevo "default" o cese de pagos, como ya ocurrió en otras ocasiones de la historia argentina.

"La voluntad de pago está, siempre lo hemos dicho, pero, para poder pagar, el país necesita generar capacidad, y para eso hay que crecer, y es fundamental que exista un alivio de la carga de deuda que enfrenta", subrayó el ministro, convencido de que su equipo está dando "pasos firmes" para lograrlo.

La nación, afirmó el ministro, continúa haciendo un "esfuerzo" para afrontar los intereses de la deuda, que se ha ido pagando con reservas.

A los pocos días de la asunción de Fernández, el Gobierno ya anunció la postergación de los pagos de las amortizaciones de las Letras del Tesoro (Letes) en dólares y emitidas bajo jurisdicción local hasta el 31 de agosto de 2020.

"Nosotros no queremos hacer promesas rimbombantes. Queremos hacer promesas que se pueda cumplir", insistió Guzmán.

Muy vehemente, reprochó hoy que el "préstamo mas grande" en la historia del FMI no fuera utilizado para aumentar la capacidad productiva argentina, sino para pagar deuda y financiar la "salida de capitales".

En las últimas semanas, Argentina dialogó con el FMI en "tono constructivo", en unas negociaciones que según el Gobierno buscan "reperfilar el sendero de pagos" previstos hasta 2023, con el fin de dar un "alivio" al país y poder así "implementar las políticas publicas" que permitan establecer "un sendero de desarrollo virtuoso e inclusivo".

La delicada situación que también sufre la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito del país, también estuvo sobre la mesa en la presentación del titular económico.

El pasado 14 de enero, el Ejecutivo provincial del también peronista Axel Kicillof solicitó posponer hasta mayo el vencimiento de capital de un tipo de bonos el próximo 26 de enero, para evitar caer en una cesación de pagos.

"De forma coordinada, estamos pidiendo la misma buena fe que está teniendo el Gobierno argentino y el de la provincia a los bonistas. Que nos den el tiempo necesario para resolver un problema de descalabro macroeconómico que ha afectado a todo el país", enfatizó Guzmán.

Rodrigo García

(c) Agencia EFE