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Gobierno de Argentina apuesta a obras públicas frente a elecciones de medio término

Por Luc Cohen LA MATANZA, Argentina (Reuters) - Carteles publicitarios en el partido de clase trabajadora de La Matanza, en la provincia de Buenos Aires, anuncian la pronta llegada de un carril único para autobuses junto a la imagen de la alcaldesa del distrito, una aliada de la ex presidenta de centro-izquierda de Argentina Cristina Fernández. No obstante, si bien su concepción se remonta a cuando Fernández era la mandataria del país sudamericano, los 2.000 millones de pesos (129 millones de dólares) que el "Metrobus" demandó para su construcción están siendo cubiertos por el actual Gobierno del presidente de centro-derecha Mauricio Macri. Un préstamo del Banco Mundial también financió la puesta en marcha del carril de 16 kilómetros que es parte de una ofensiva de obras públicas ante las elecciones de medio término de octubre en Argentina. Para ganar algo de crédito, atribuido en los carteles a la intendente de La Matanza Verónica Magario, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, asistió el miércoles a las pruebas finales del proyecto cuyas obras terminarían a inicios de mayo y significarían un cambio para 240.000 usuarios. "Son muchos los problemas estructurales y de infraestructura que tiene el conurbano (suburbios de la ciudad de Buenos Aires) después de muchos años de desinversión", dijo Dietrich. "Este es un proyecto que, es cierto, ya existía, (pero) que se había prometido que se iba a terminar en el 2015, (y) cuando llegamos nosotros no habían comenzado siquiera", agregó Dietrich, en el cargo tras el triunfo de Macri a fines del 2015. La relevancia del carril para autobuses se explica en que Buenos Aires, la provincia más poblada del país, es un distrito político clave. La gobernadora de Buenos Aires, la oficialista María Eugenia Vidal, obtuvo un sorpresivo triunfo en el 2015 en un territorio considerado un tradicional bastión peronista. Por lo que un resultado positivo para la coalición Cambiemos, de Macri, enviaría señales positivas para los mercados de que perdurará su plan de reformas recientes. Cerca de 45 por ciento de los 284 proyectos de obras públicas que el Ministerio del Interior planea iniciar este año se encuentra en la provincia de Buenos Aires o la capital argentina, a la cual rodea el distrito. El objetivo de la avanzada en obras es generar puestos de trabajo y reactivación económica. Sin embargo, electores escépticos dicen que aún no están sintiendo esos efectos. "Yo en el Gobierno actual no confío. Antes por lo menos todos los fines de semana comíamos un asadito (carne asada). Esta todo re (muy) caro. La fruta, la verdura, la carne, las zapatillas. Hasta el alquiler está por las nubes", dijo Danny Castillo, un músico que aguardaba un autobús y que espera que el carril mejore los tiempos de traslado. CARRERA CONTRARRELOJ La inyección de recursos en obras públicas en un país cuya infraestructura atravesó décadas de desinversión es la excepción del Gobierno de Macri a su política de recorte de gastos para reducir el déficit fiscal. Según el grupo de estudios Fundación Mediterránea, en Argentina la inversión directa real alcanzó el 2,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) el año pasado y en el 2017 la cifra subiría a 3,4 por ciento, la más alta en ocho años. Entre diciembre y febrero la inversión directa real creció un 36 por ciento interanual, a 27.300 millones de pesos (1.790 millones de dólares), señalan datos del Ministerio de Hacienda. El titular de Hacienda, Nicolás Dujovne, dijo el sábado en una entrevista que el gasto de capital crecería al 2,2 por ciento del PIB este año, desde un 1,5 por ciento en el 2016, como parte del "programa de inversión pública más ambicioso" desde 1958. Además de los préstamos internacionales, el Gobierno planea financiar las obras mediante recortes en subsidios establecidos por su antecesora Fernández. "Las cosas vienen en ascenso. Hay que ver si esto se sostiene", dijo Walter Agosto, del grupo de estudios CIPPEC, acerca del mayor gasto en infraestructura. "Habrá que ver si la capacidad de gestión permite avanzar, o si la demora y dificultades técnicas van a primar", agregó. (1 dólar estadounidense = 15,4750 pesos argentinos) (Traducido al español por Maximilian Heath, Editado en español por Silene Ramírez)