El gobernador de Río sospecha de sabotaje en la contaminación del agua potable

Río de Janeiro, 20 ene (EFE).- El gobernador del estado brasileño de Río de Janeiro, Wilson Witzel, sospecha que la contaminación del agua potable en varios municipios de la región metropolitana de la capital regional pueda tratarse de un caso de "sabotaje" en represalia a la intención de privatizar la empresa de acueducto.

En una rueda de prensa concedida este lunes, Witzel descartó que la falta de competencia de la empresa pública sea la causante de la contaminación del agua en la segunda mayor ciudad brasileña.

"Lo que yo creo, y es lo que se está investigando, es que se trata de un sabotaje, por el tema de la subasta. Pedí a la Policía que investigue", declaró Witzel durante la inauguración de un programa de seguridad en un hotel del barrio playero de Copacabana.

El Gobierno regional anunció que pretende privatizar este año la empresa regional de acueducto Cedae, que atiende 64 de los 92 municipios del estado de Río de Janeiro, incluida la región metropolitana de la capital homónima.

Desde comienzos de este año la población reclama del mal gusto y olor del agua potable en varios municipios del área metropolitana de Río de Janeiro y la Cedae argumentó que las alteraciones son causadas por la geosmina, una substancia producida por algas y que, según la empresa, no atenta contra la salud.

Este tipo de algas se detectaron en un punto de captación de agua en el río Guandu, que abastece al 75 % de la población del área metropolitana de Río, en la que viven más de 8,5 millones de personas.

A pesar del pronunciamiento de la Cedae y de las autoridades para calmar a las personas, la población ha dejado de consumir el agua potable y eso ha disparado el precio del líquido embotellado, que comienza a escasear en los supermercados.

La Cedae tiene previsto usar esta semana carbón activo en los puntos de captación de agua para paliar la situación, aunque las autoridades sanitarias han evitado fijar un plazo para la solución definitiva del problema.

(c) Agencia EFE