Gobernador California niega libertad nuevamente a expandillero mexicano

Nueva York, 19 sep (EFE News).- El gobernador de California, Gavin Newsom, ha negado por quinta ocasión la libertad condicional a René Enríquez, un exmiembro de la mafia mexicana, de la que desertó hace 18 años y que ha cooperado con las autoridades para encarcelar a docenas de sus antiguos cómplices.

Newsom anuló una recomendación de la Junta de Libertad Condicional que considera que ya es tiempo de que Enríquez, de 58 años, deje la prisión, donde ha estado durante 27 años por varios asesinatos cometidos en 1989, señala este sábado el diario Los Angeles Times.

El gobernador envió a la Junta una carta este viernes dejando saber su decisión, en la que indicó que la ayuda de Enríquez a las autoridades, su programación de autoayuda y otros esfuerzos para hacer las paces no superan su "extenso historial de comportamiento violento y manipulador", agrega el diario angelino.

Recuerda que en el apogeo de su influencia, Enríquez, conocido como "Boxer", y que tuvo su primer arresto a los 11 años, controlaba franjas del sur de California y se ganó la reputación de asesino feroz.

Enríquez fue a prisión por primera vez a los 18 años, condenado por participar en la violación en grupo de una menor ebria y una serie de robos a mano armada.

Ordenó asesinatos y los cometió; vendía drogas y extorsionaba a traficantes que las vendían en su territorio; atacó a rivales de la mafia mexicana e incluso a algunos de sus propios miembros, recuerda además el Times.

Al ser interrogado recientemente en un caso federal en el que testificaba admitió haber estado involucrado en al menos diez asesinatos.

Desde que dejó la mafia mexicana en 2002, Enríquez ha testificado por cuenta propia en 40 procesos federales y estatales.

Estas revelaciones en la sala del tribunal y su testimonio ante la junta de libertad condicional ofrecen un relato detallado de su vida polarizada, completa con reflexiones sobre la culpa y la inocencia, la penitencia y la misericordia, la muerte y el castigo que debe pagar el que la toma, indica además el rotativo.

Enríquez dedica ahora sus días en la prisión clasificando materiales reciclables por 11 centavos la hora y descifrando las comunicaciones de pandillas interceptadas en un ala especial de la prisión estatal de Ironwood, reservada para los presos que le han dado la espalda a la mafia mexicana.

En su carta a la Junta Newsom sostuvo que aún no estaba convencido de que la vida de Enríquez tras las rejas, sin mancha por mala conducta desde que dejó la mafia mexicana, reflejara un cambio genuino "en pensamiento y conducta", y no "simplemente un intento de jugar con el sistema para sus necesidades", señaló además Los Angeles Times.

(c) Agencia EFE