La gente no entiende el cono de incertidumbre de los huracanes, según un estudio. ¿Es hora de cambiar?

Cuando se acerca un huracán, una imagen icónica llena las pantallas de televisión y las redes sociales: el cono de incertidumbre.

Pero como se ha demostrado con la confusión y las críticas tras el devastador huracán Ian, que azotó al suroeste de la Florida como categoría 4 en septiembre, ese único gráfico no es muy bueno para explicar lo que se avecina. Y eso se debe en gran medida a que el público en general no entiende lo que significa realmente el cono.

Esta conversación surge todos los años, pero a medida que la temporada de huracanes del Atlántico de 2022 llega a su fin este miércoles, quizá finalmente se produzca un cambio real.

Una nueva investigación de la Universidad de Miami confirma lo que muchos gestores de emergencias ya sabían, que la gente no entiende el cono, y los expertos de UM están trabajando con el Centro Nacional de Huracanes (NHC) para modificarlo. Mientras tanto, un canal de televisión de Miami, WSVN Channel 7, ya cambió la forma de mostrar el cono, empezando por el huracán de categoría 1 Nicole en noviembre.

El renovado escrutinio llega exactamente dos décadas después que el centro de huracanes estrenara el cono de incertidumbre, a veces llamado cono de preocupación. Se trata de una herramienta sencilla, que muestra la dirección proyectada del poderoso ojo del huracán durante cinco días, con la trayectoria más probable del centro mostrada como una fina línea negra, con un área sombreada más grande que cubre las áreas con un alto potencial de ser azotadas por el ojo.

Cuanto más se acerque la tormenta, más pequeña es la zona sombreada. Pero e; ancho del cono en cada día en realidad no cambia de una tormenta a otra en una temporada determinada. Hay una razón para ello. El tamaño del cono viene determinado por los márgenes de error de los pronósticos anteriores, pero incluso así hay cierto margen de maniobra. La fórmula solo pronostica una probabilidad de dos tercios de que el ojo de la tormenta pase por algún lugar dentro de esa zona sombreada. De ahí la “incertidumbre” que acompaña a los mapas de pronóstico.

Pero como los científicos han mejorado mucho en el pronóstico de las tormentas, algunas partes del cono se han reducido casi a la mitad en la última década: de 172 millas en la marca crítica de tres días a 92 millas. La mejoría en los pronósticos también ha dado al público más confianza en el cono, o un exceso de confianza, como mostró Ian.

Pero el mayor problema es que muchas personas en las zonas propensas a los huracanes malinterpretan ese gráfico, según la investigación. Un estudio recientemente publicado por UM concluyó que la mayoría de los floridanos encuestados creen incorrectamente que el área sombreada representa los lugares que se verán afectados por la tormenta. No es así. Es probable que el ojo acabe en cualquier lugar de ese cono y que los daños se extiendan mucho más allá.

“Creo que esa fue la gran desventaja de este último evento con Ian. Gran parte del público se centró solo en esa línea singular en lugar de en todo el cono de incertidumbre”, dijo Athena Masson, meteoróloga y profesora adjunta del Flagler College en San Agustín. “El público empieza a pensar que ‘va a ser esta pequeña área. Todo lo que está fuera de ella es seguro’. Eso es un error”.

Lo que salió mal con Ian

Días antes que Ian se formara vez como depresión tropical, los modelos meteorológicos con supercomputadoras en los que confían los meteorólogos estaban cantando a coro. Pronosticaban una fuerte tormenta que tomaba rumbo norte través de Cuba y se acercaba a la costa oeste de la Florida. A medida que se acercaba a la costa, esa confianza se desvaneció con una tormenta en una trayectoria que puede suponer un reto particular para los pronosticadores y los gestores de emergencias.

Con las tormentas que se desplazan perpendicularmente a la costa como Ian, un pequeño movimiento difícil de pronosticar hacia un lado u otro —común en los huracanes— puede significar la diferencia entre perder las hojas de las palmeras y perder el techo.

A cinco días de distancia, el cono de incertidumbre se formó en el suroeste de la Florida. Pero en esos cinco días el centro proyectado —la línea oscura en el centro del cono— se desplazó hasta el norte del Panhandle antes de girar en los días siguientes hacia el sur para tocar tierra en el norte del Condado Lee, en Cayo Costa. La cuestión es que esa isla barrera siempre estuvo dentro del cono.

Durante un tiempo, los expertos y los medios se centraron en la zona de Tampa Bay, que no ha tenido un impacto directo de un huracán en un siglo y pudiera enfrentar una inundación catastrófica de la marea de tempestad cuando finalmente ocurra. En previsión de ese riesgo, las autoridades de la zona de Tampa pidieron correctamente la evacuación.

Algunos condados del sur no lo hicieron, al menos de inmediato. Pero a medida que Ian se acercaba y los modelos señalaban los mayores riesgos más al sur, los administradores de emergencias del condado se vieron obligados a hacer una llamada tardía y muchos habitantes que basaron su decisión de quedarse o irse en las versiones anteriores del cono se encontraron atrapados.

Dos días antes que la tormenta tocara tierra, el tiempo necesario para una evacuación completa del Condado Lee, el más afectado, el centro apuntaba al norte de Tampa. Para cuando las autoridades de Lee ordenaron la evacuación obligatoria, los vecinos tuvieron poco más de 24 horas para salir.

Más de 100 personas acabaron perdiendo la vida a causa del huracán, muchas ahogadas por la marea de tempestad, que batió el récord. Es imposible saber cuántos de esos habitantes decidieron quedarse porque no entendieron el riesgo que enfrentaban, porque los funcionarios de emergencia ordenaron la evacuación demasiado tarde o porque simplemente no pudieron salir.

“Lo hemos visto todos los años con cada uno de los conos: siempre cambia”, dijo Masson. “Pero cuando se empieza a perder muchas vidas, eso realmente empuja toda la conversación de ‘el cono estaba equivocado’ al centro de atención”.

Después de la tormenta, los habitantes y los funcionarios electos criticaron el pronóstico del Centro de Huracanes. Algunos líderes, como el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, y la jefa de la FEMA Deanne Criswell, dijeron incorrectamente que el Condado Lee no estaba en el cono días antes de la tormenta. La mitad norte del condado, donde la tormenta tocó tierra, siempre estuvo en el cono, pero estaba en el extremo sur. Los peores daños de la tormenta ocurrieron al sur del ojo.

El director interino del NHC, Jamie Rhome, abordó las preocupaciones en un artículo de blog días después que la tormenta se disipó, diciendo que estaba abierto a cambiar el cono en el futuro, pero que mantenía el pronóstico de su dependencia.

“Creo que está claro que no todos son conscientes de nuestro mensaje de centrarse en los peligros, que normalmente se extienden mucho más allá del cono”, escribió.

Rhome repitió que el Centro de Huracanes ha intentado en los últimos años alejar el foco del cono y dirigirlo hacia los riesgos individuales de una tormenta entrante —lluvia extrema, mareas altas, mareas de tormenta, vientos fuertes, aludes y tornados— que varían en los diferentes lugares en la trayectoria de la tormenta.

“Todas las adiciones recientes a nuestro conjunto de pronósticos, incluidas las nuevas alertas y mapas de mareas de tempestad, fueron impulsadas por la ciencia social para ayudarnos a comunicar los peligros, algo que el cono nunca pretendió hacer. El reto es que no todos tienen el tiempo, el ancho de banda o el deseo de examinar toda esta información. El cono es simple y familiar para ellos, por lo que hacen suposiciones, a menudo inconscientes, sobre lo que significa”, escribió.

¿Es posible crear un cono mejor?

Mientras que el huracán Ian fue un nuevo recordatorio de los problemas del cono, la llegada del huracán Nicole, unas seis semanas después, fue una oportunidad para poner en práctica esas lecciones, al menos para una estación de televisión.

El meteorólogo en jefe de WSVN Canal 7 de Miami, Phil Ferro, dijo que el “fracaso de los mensajes sobre Ian” dejó claro que es necesario un cambio.

“No queríamos que volviera a ocurrir”, dijo Ferro.

En la estación de WSVN de North Bay Village ya se había estado discutiendo entre bastidores durante un año cómo representar mejor la amenaza de un sistema para el sur de la Florida. Después de Ian, el equipo meteorológico de WSVN se puso rápidamente a trabajar en la creación de un nuevo estilo de pronóstico, que pusiera más énfasis en los peligros de la tormenta.

Al fin y al cabo, las tormentas y los huracanes no se desplazan en línea recta, sino que son más bien como una “peonza” que se tambalea a derecha e izquierda, dijo Ferro.

“Una línea recta no es la mejor representación de lo que puede hacer una tormenta”, dijo Ferro.

Después de obtener el apoyo del Centro de Huracanes, Ferro pensó que pondrían en marcha el nuevo sistema para la temporada de huracanes del Atlántico de 2023, pero entonces el huracán Nicole se formó en el Atlántico y apuntó hacia la costa este de la Florida.

Era el momento.

La gente que sintonizaba el pronóstico sobre Nicole en WSVN seguía viendo el cono de preocupación y recibía su pronóstico de lluvia, inundación y marea de tormenta.

La línea recta que representaba el centro de Nicole dentro del cono de preocupación desapareció del pronóstico. En su lugar: una gran zona sombreada que mostraba el impacto esperado de los vientos de la tormenta, que se extendía mucho más allá del cono de preocupación.

“Con suerte, comprenderán mejor las amenazas”, dijo Ferro.

La decisión del equipo de WSVN de cambiar sus pronóstico fue rápida, pero el cambio en el Centro de Huracanes llevará mucho más tiempo, aunque ya está en marcha.

Un equipo de investigadores de UM comenzó a estudiar el cono hace cinco años. A través de encuestas en línea entre los floridanos y grupos de discusión en persona con habitantes de Miami, descubrieron que aunque el cono era el gráfico más visitado en el sitio del Centro de Huracanes, menos de la mitad de los floridanos entrevistados sabían lo que significaba.

También mostraron a los floridanos los mapas más recientes del Centro de Huracanes sobre los posibles impactos de la tormenta, que muestran la intensidad de los vientos y cuándo ocurrirán, los puntos en los que se producirán inundaciones y los lugares en los que podría producirse una marea de tormenta. La mayoría de los encuestados tampoco entendió esos gráficos.

“Lo que escuchamos de la gente es que quieren saber qué deben hacer, cómo deben prepararse. Y confían en este tipo de comunicaciones para tomar decisiones”, dijo Scotney Evans, profesor adjunto de Psicología Comunitaria en la Universidad de Miami y uno de los investigadores del equipo.

“La gente se ha acostumbrado mucho a la experiencia de la aplicación meteorológica y a poder situarse en el mapa y ver lo que significa en relación con cualquier tipo de riesgo que se avecina”, dijo. “Siempre intentan averiguar cómo hacerla más próxima a su experiencia”.

Evans dijo que su equipo usó un software de seguimiento ocular para ver cómo miraban los encuestados el cono del NHC, así como algunos otros gráficos de prueba que hicieron. También pidieron a los miembros del grupo de discusión que describieran su gráfico ideal, lo que les servirá para intentar desarrollar un nuevo cono que muestre todos los peligros potenciales de la tormenta.

Eso puede ser difícil, dijo Masson, teniendo en cuenta todas las consecuencias que puede tener una tormenta tropical o un huracán.

“¿Cómo va a representar alguien todo eso en una sola imagen?”, dijo. “Ahora solo veo un collage de arcoíris que probablemente confundirá aún más al público”.

En la entrada de su blog posterior a Ian, Rhome aludió a esta investigación de UM y dijo que estaba abierto a realizar cualquier cambio sugerido, pero que podría no ocurrir durante un tiempo.

“Es tentador querer diseñar una solución rápida para el cono, pero tenemos que ser científicamente disciplinados y esperar a que se presente la evidencia, para luego determinar la mejor manera de aplicarlas. No estamos planeando un giro inmediato para alejarnos del cono, y no creo que el cono vaya a desaparecer nunca por completo”, escribió.