Gaspar Noé lleva el baile a un embriagante “Climax”

ARCHIVO - En una fotografía del 10 de enero de 2017 el director argentino Gaspar Noé posa durante una sesión de fotos previa a la 22a ceremonia de los premios Lumieres en París, Francia en una fotografía de La película "Clímax" de Noé se estrena el 18 de enero de 2019 en México. (Foto AP/Christophe Ena, archivo)

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — “Climax” de Gaspar Noé es como un embriagante viaje al infierno que, a diferencia de sus protagonistas, uno puede realizar sobrio.

La película del director argentino radicado en Francia se estrena este fin de semana en México tras haber debutado el año pasado en la Quincena de Realizadores de Cannes. En la tradición de “La divina comedia” de Dante, “La puerta del infierno” de Rodin y “El jardín de las delicias” de Bosch, adentra al espectador a una verdadera noche de pesadilla.

El director de “Irreversible” y “Carne” la define como “una película catástrofe”, donde todo empieza bien, pero termina muy mal.

Se trata de un filme basado en hechos reales sobre un grupo de bailarines en Francia en la década de 1990 que se prepara para salir de gira cuando, durante una fiesta tras su último ensayo en una escuela apartada, se intoxica misteriosamente hasta perder la razón.

“Filmar bailarines es algo muy cinematográfico”, dijo Noé en una entrevista telefónica con The Associated Press desde París. “Filmar gente que baila de una manera tan personal y tan rara como los chicos de mi película ya es divertido de antemano”.

La cinta, hablada mayormente en francés, fue realizada con un presupuesto pequeño pero total libertad en 15 días de rodaje y casi tres meses de postproducción, con un ritmo similar al de un documental.

“La urgencia genera buenas ideas, sobre todo cuando estás bien acompañado”, dijo Noé.

La música tiene un papel protagónico en “Climax” y el realizador agradeció que compañías discográficas cedieran los derechos de las canciones incluidas en la banda sonora por un costo mínimo. Entre otras, hay piezas de Daft Punk y Aphex Twin.

Los bailarines se especializan en música electrónica y tienen vestuarios que harán sentir nostalgia a más de uno que haya vivido la escena rave de la época, cuando el género electrónico solía asociarse con las drogas.

“La película no denuncia la música, es música muy buena. Es como cuando ves ‘Apocalypse Now’: hay gente que pone música hippie para utilizar una ametralladora”, dijo el director.

En el filme, la principal sospechosa de la intoxicación es una sangría de la que beben casi todos los protagonistas. A decir de Noé, la causa de su estado incluso podría ser solo el alcohol.

“Hay situaciones en las que la gente se emborracha que son tan feas como esta sin que sea nada más que alcohol o mezclas de alcohol”, señaló.

El director nacido en Buenos Aires en 1963 dijo que en los 90 no iba mucho a raves ni clubes nocturnos, pues pasaba la mayor parte del tiempo en el cine y viendo películas en VHS.

Además, por esa época estaba haciendo “Solo contra todos” y todo su dinero estaba destinado a ese filme, aunque sí le gusta bailar.

“Nunca fui un reventado”, dijo. “Estaba tan endeudado que no podía gastar dinero bebiendo y salía menos. Después de ‘Irreversible’ empecé a hacer un poco más de dinero y a salir más”.

Los actores de “Clímax”, muchos de ellos amateur, interpretan mayormente estilos como hip hop, vogue, electro y dance. Noé logra hipnotizar al público con tomas en picada de sus pasos de baile, muchos de los cuales hacen acostados en el piso.

“Ellos son tan fascinantes al bailar, que hace que te quieras identificar con ellos o que te sientas celoso de la capacidad de estos bailarines”, dijo Noé.

Respecto a la crisis por opioides que se vive actualmente en Estados Unidos, a donde su película llegaría en marzo, el director dijo que estaba al tanto, pero por ahora es para él una problemática que se ha mantenido en el continente americano.

“Aquí (en Europa) la gente está más colgada al alcohol y el hachís... Lo que es tremendo hoy en día es la cantidad de drogas que la gente toma para calmarse, para la escolaridad, para esto, para el otro, y se te quema el cerebro”, dijo Noé, quien señaló que no hace uso de la marihuana porque le cae mal.

“Las situaciones que yo viví aquí donde vivo, parecidas a la película, están ligadas no a la droga, están realmente ligadas al alcohol, gente que se pone loca mezclando alcohol”, recalcó. “No hace falta pasar por cosas químicas para ponerse loco”.

La heroína (hecha con químicos similares a los analgésicos opioides) es una de las drogas más adictivas del mundo, pero el alcohol, pese a ser legal y socialmente aceptado, es otra de las drogas más peligrosas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen 3,3 millones de muertes a nivel mundial por el consumo nocivo de alcohol.

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Berenice Bautista está en Twitter como https://twitter.com/BereniceBau .