Gabriel Boric apuntó contra el “doble estándar” de la izquierda que no condena la violación de DD.HH. en Nicaragua o Venezuela

El presidente Gabriel Boric, en el foro en Columbia
El presidente Gabriel Boric, en el foro en Columbia

NUEVA YORK.- “Como saben, el inglés no es mi lengua materna. Hago lo mejor para explayarme en inglés, pero si pueden, si tienen traductores, quizás pueden cambiar el idioma en algunas ideas”, dijo el presidente chileno, Gabriel Boric, al momento de iniciar su participación en el World Leaders Forum de la Universidad de Columbia, en Nueva York.

Bajo un formato que pareciera acomodarle, por la horizontalidad que se logra al abrir un diálogo con estudiantes y académicos, el mandatario respondió a varias inquietudes planteadas por los asistentes al evento realizado ayer por la tarde, destacando sus definiciones sobre el presente de la izquierda y su lectura del triunfo del “rechazo” en el referéndum constituyente en Chile.

Uno de los temas más recurrentes en el diálogo fue conocer su mirada sobre la izquierda en materia de seguridad. Sobre eso, comentó que “uno de los principales problemas hoy en Chile es la seguridad y los partidos de izquierda siempre hablamos de las raíces del problema, de las grandes explicaciones”.

“Pero cuando la tasa de homicidios está creciendo, tenemos que estar disponibles para dar respuestas. Cuando éramos estudiantes, peleamos contra la policía. Yo estuve en prisión un par de veces por eso, no tengo arrepentimiento de lo que hice, porque estaba protestando, pero nunca cometí ningún crimen”, indicó.

No obstante, enfatizó que “ahora tenemos otras responsabilidades, tenemos que proveer seguridad a nuestra gente. Eso no es contradictorio, hay un trauma en los partidos de izquierda para hablar sobre seguridad”.

También destacó que hay “avances civilizatorios que debemos defender, no importa si es de extrema derecha o izquierda”.

“Por ejemplo, respetar los derechos humanos, no debe haber doble estándar. No hay nada que me enoje más, cuando eres de izquierda y condenas la violencia en Yemen o El Salvador, pero no puedes hablar de Venezuela o Nicaragua”, apuntó.

“Otro ejemplo. Cuando era parlamentario, empecé a hacerme preguntas sobre Venezuela en 2010, cuando Chávez aun estaba vivo, seguí cuestionando con la represión en las protestas, la manipulación de las elecciones. Dije eso no está bien y tenemos que estar disponibles para criticar eso”, subrayó.

En ese contexto, indicó que “hubo gente en la izquierda en Chile que dijo que no, que no se podía hablar de nuestros amigos y eso está completamente mal. Para construir un futuro para los partidos de izquierda debemos tener un solo estándar moral, especialmente, porque es muy sensible para América Latina y el mundo, en derechos humanos”.

El referéndum, “un baño de humildad”

Sobre el referéndum, dijo que para él “fue un resultado que sorprendió en su magnitud, ya que la diferencia fue mucho más de lo que todos esperaban. Entonces, hay mucho que aprender acerca de eso, lo dije en el discurso ante la ONU, fue un baño de humildad”.

A su juicio, el referéndum “nos fuerza a mirar las cosas que estamos haciendo en una forma más humilde. Entender que la gran mayoría de los chilenos votó por una nueva Constitución en octubre de 2020, pero no cualquier Constitución. Quieren cambios, pero con certezas, que los grandes cambios no sean de la noche a la mañana”.

“Uno de los errores principales de nosotros, digo nosotros, porque voté Apruebo, fue que pensamos alguna vez que podíamos ir rápido, sin llevar a todo el mundo con nosotros. Una de las grandes lecciones que aprendimos a través de la historia en Chile, lo que pasó en los ‘70, fue que para los grandes cambios necesitas grandes mayorías y eso no ocurre de un día a otro”, agregó.

En esa línea, recordó que en el proceso “tuvimos grandes demostraciones de gente en las calles, pero eso no es suficiente. Tienes que trabajar para construir una hegemonía y fuimos más rápido de lo que la gente quería. La gente dijo paren y nosotros tenemos que respetar eso, entenderlo y retroceder un paso para avanzar dos o tres más”.