El G7 se une contra las "prácticas maliciosas" de China

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El G7 dijo este sábado que tomará medidas para invertir en sus propias economías y reducir sus “excesivas dependencias” de China para suministros “críticos”, sin que este acercamiento busque de ningún modo atentar contra el desarrollo de Pekín.

Sin nombrar explícitamente a China, pero dejando claro su propósito, el grupo del G7 que reúne a los líderes de las democracias más industrializadas del mundo este fin de semana en la ciudad japonesa de Hiroshima, ha declarado su voluntad de contrarrestar de forma coordinada “prácticas maliciosas” y actividades de coerción que buscan aprovechar vulnerabilidades para sacar ventajas ilegítimas en los mercados. Lo han hecho anunciando la puesta en marcha de nuevos mecanismos de cooperación ante el desafío chino como la creación de una Plataforma de Coordinación sobre Coerción Económica con el objetivo de “incrementar la preparación, la disuasión y la respuesta” ante este tipo de prácticas.

En la declaración final de la cumbre, publicada este sábado, los líderes del bloque señalaron que consideran que una economía resiliente “requiere eliminar riesgos y diversificar”, y abogaron por dar pasos individual y colectivamente en sus propias economías.“Contrarrestaremos prácticas maliciosas, como la transferencia de tecnología ilegítima o la divulgación de datos”, reza el texto, que también habla de afrontar la “coerción económica”.

El G7 coincidió, además, en “la necesidad de proteger ciertas tecnologías avanzadas que podrían usarse para amenazar nuestra seguridad nacional, sin limitar indebidamente el comercio y la inversión”.


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