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Funeraria de Texas intercambia cuerpos de inmigrantes mexicanos y se da cuenta un mes después

Por Katia Monteagudo-. Cuando Jaime López Ramírez recibió una llamada de una funeraria de Texas este 1ro de octubre, no podía dar crédito a lo que escuchaba. Un mes antes creía haber dado santa sepultura a su hermano Cristian Alejandro, fallecido intentando llegar a Estados Unidos, pero no fue así.

“Nos dijeron que el cuerpo que nosotros habíamos enterrado es de un muchacho que se llamaba Leonardo”, contó a la prensa local el joven residente en Arandas, Jalisco. “Que había sido un error humano y le dije: Oiga es un error humano muy grande, porque a nosotros nos iban a entregar restos y nos mandaron un cuerpo, es increíble, es ilógico”.

Verónica, madre del joven Leonardo Daniel Macías Salgado, fallecido al intentar llegar a EEUU/Captura de pantalla de una entrevista concedida por la madre al Periódico AM/Vía Vimeo
Verónica, madre del joven Leonardo Daniel Macías Salgado, fallecido al intentar llegar a EEUU/Captura de pantalla de una entrevista concedida por la madre al Periódico AM/Vía Vimeo

En realidad, la familia de Jalisco había sepultado a Leonardo Daniel Macías Salgado, residente en León, Guanajuato, quién también pereció intentando llegar a EEUU.

Jaime López refiere que sus padres están deshechos otra vez y no sabe si su madre resistirá este nuevo golpe por la muerte de su hijo y la confusión de la funeraria de South Texas Mortuary & Cremation Services, que envió el cuerpo de Cristian Alejandro en una carroza con placas de Nuevo León.

“Sí vamos a meter una demanda a la funeraria, porque es un daño moral doble y no se vale, por más error que sea, no es justo tanto para nosotros como para la otra familia”, insiste Jaime, quien igual admitió que sí existen coincidencias físicas entre Cristian Alejandro y Leonardo Daniel.

Ambos jóvenes murieron hace dos años durante en el viaje hacia el territorio estadounidense, y fueron dados por desaparecidos durante ese tiempo hasta que por gestiones familiares fueron localizados sus restos y repatriados hacia sus localidades. Ninguno de los dos pasaba de los 24 años.

Ese año 398 inmigrantes perecieron a ambos lados de la frontera entre México y EEUU.

La familia López Ramírez pagó por recibir un cuerpo equivocado unos 1,670 dólares, más de 30,000 pesos mexicanos al cambio actual, y ahora tiene que volver a buscar recursos para exhumar los restos de Cristian Alejandro, que está en una tumba a más de 150 kilómetros de su localidad.

Ya ambas familias se han puesto de acuerdo para intercambiar los cuerpos y sepultarlos pero dependen de nuevos medios económicos para volver a hacer sus funerales.

Al comparar las fotos de ambos hay similitud, como en la parte del bigote y en la frente, pero ellos confiaron en la pericia de la funeraria, además de que los cuerpos ya estaban en estado de descomposición. No pudieron abrir los féretros.

Cristian Alejandro, en mayo de 2016, con apenas 23 años, decidió cruzar la frontera de EEUU para ir a trabajar en una taquería, pero en el camino murió por deshidratación.

Su cuerpo quedó abandonado a un costado de la carretera 44, en Laredo, Texas. Ese fue su segundo intento de cruzar y perdió la vida. Dos años después, sigue lejos de sus familiares, que intentarán por segunda ocasión retornarlo a los suyos.

Leonardo Daniel tenía 24 años y la esperanza de darle a su mamá una mejor vida, por eso intentaba trabajar en EEUU. Su joven madre, Verónica, describió la tragedia al periódico AM:

Las irregularidades comenzaron desde el principio, cuando la funeraria South Texas dijo que había perecido por deshidratación, pero en realidad fue por hipotermia, según la Secretaría de Relaciones Exteriores. La familia pagó 1,750 dólares por el traslado de los restos que resultaron ser de Cristian Alejandro.

Tras el confusión, la familia se queja de no haber tenido noticias ni de la funeraria, ni de la cancillería, ni del consulado estadounidense.

“Lo que pido es que entreguen el cuerpo de mi hijo para poderlo sepultar”, dijo la madre, Verónica, cerca de un altar improvisado al joven en la casa familiar. “Quisiera pedirle ayuda a alguien que me haga el favor de enviarme a mi hijo”.