Funcionaria de salud sudafricana dice número de niños enfermos por COVID-19 no es motivo de pánico

Imagen de archivo de una trabajadora sanitaria asistiendo a una paciente en un hospital erigido por la organización humanitaria The Gift of the Givers en Johannesburgo, Sudáfrica.

Por Alexander Winning

JOHANNESBURGO, 4 dic (Reuters) - El aumento de ingresos hospitalarios infantiles durante una cuarta ola de infecciones por COVID-19 en Sudáfrica impulsada por la variante ómicron debería impulsar la vigilancia, pero no el pánico, ya que las infecciones han sido leves, dijo el sábado una funcionaria de salud local.

La existencia de una gran cantidad de bebés ingresados con COVID-19 el mes pasado en Tshwane, el área metropolitana que incluyen a la capital Pretoria, elevó la preocupación por la posibilidad de que ómicron presente mayores riesgos para los niños pequeños que otras variantes del coronavirus.

Los científicos no han confirmado aún vínculo alguno y han advertido que podrían estar en juego otros factores.

Ntsakisi Maluleke, una especialista en salud pública de la provincia de Gauteng -que incluye a Tshwane y la ciudad más grande de Johannesburgo-, dijo que de los 1.511 pacientes positivos de COVID en hospitales de la provincia, 113 son menores de 9 años, una proporción mayor que durante oleadas anteriores de la infección.

"Nos reconfortan los informes de los médicos de que los niños tienen una enfermedad leve", dijo en una entrevista a Reuters. Asimismo, agregó que los funcionarios de salud y los científicos están investigando qué está impulsando el aumento de las admisiones en edades más jóvenes y que esperan poder brindar más claridad sobre el asunto en las dos próximas semanas.

Dado que solo un pequeño porcentaje de las pruebas positivas de COVID-19 de Sudáfrica son enviadas para una secuenciación genómica, las autoridades no saben aún con qué variantes se han infectado los niños ingresados en el hospital.

Maluleke afirmó que los trabajadores sanitarios podrían estar actuando con un exceso de precaución. "Prefieren tener un niño bajo cuidado por uno o dos días que tenerlo en casa y complicarse (...) pero realmente tenemos que esperar las evidencias", comentó.

Según señaló, muchos pacientes con COVID-19 en Gauteng estaban informando de síntomas "inespecíficos" similares a los de la gripe, como picazón en la garganta, en contraposición a marcadores más fácilmente identificables como la pérdida del gusto o el olfato.

No obstante, instó a los padres y a las mujeres embarazadas -otra cohorte que ha tenido más ingresos hospitalarios recientemente- a no tomar a la ligera síntomas similares a los de la gripe y hacerse un test. "El público debe tener menos miedo pero estar alerta", agregó.

Pese al reciente aumento de admisiones, la ocupación de camas dedicadas al COVID-19 en Gauteng es de solo el 13% todavía, según Maluleke, quien señaló que se implementaron planes de contingencia en caso de que empeore la capacidad.

Los científicos están trabajando para averiguar cuán grave es la enfermedad es causada por ómicron -que fue detectada por primera vez en el sur de África el mes pasado y desde entonces ha sido detectada en más de 30 países- y si puede ser más resistente a las vacunas existentes.

(Editado en español por Carlos Serrano)