Fuerzas chiíes se dirigen a ciudad iraquí capturada por Estado Islámico

BAGDAD, 18 mayo (Reuters) - Miles de milicianos chiíes se preparaban el lunes para luchar contra insurgentes de Estado Islámico que capturaron la capital provincial iraquí de Ramadi el fin de semana, en la mayor derrota de las fuerzas del Gobierno en casi un año. Una columna de 3.000 combatientes chiíes se agrupaba cerca de una base militar en Ramadi, preparándose para enfrentar a milicianos de Estado Islámico que avanzaban en vehículos blindados desde la ciudad capturada en el noroeste de Bagdad, dijeron testigos y un oficial militar. La decisión del primer ministro Haider al-Abadi, que es chií, de enviar a las milicias para intentar retomar la ciudad, predominantemente suní, podría alimentar las hostilidades sectarias en una de las áreas más violentas de Irak. Washington, que encabeza una campaña de ataques aéreos para frenar el avance del grupo radical, minimizó la importancia de la pérdida de Ramadi, la capital de la vasta provincia occidental de Anbar. El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo que fue un "blanco de oportunidad" para los milicianos islamistas y que podría ser recapturada en cuestión de días. Funcionarios estadounidenses insistieron en que no habrá un cambio en la estrategia pese al fracaso de lograr mayores avances contra Estado Islámico. La milicia chií, conocida como Hashid Shaabi, "llegó a la base Habbaniya y está a la espera", dijo el presidente del consejo provincial de Anbar, Sabah Karhout. Un testigo describió una larga fila de vehículos blindados y camiones con ametralladoras y cohetes, con las banderas amarillas de Kataib Hezbollah, una de las facciones de la milicia, en dirección a la base que se ubica a unos 30 kilómetros de Ramadi. Naciones Unidas dijo que 25.000 personas huyeron de la ciudad tras el ataque de Estado Islámico, dirigiéndose a Bagdad. Unas 500 personas murieron en la batalla por Ramadi en los últimos días. Estado Islámico dijo que había capturado tanques y matado a "decenas de apóstatas", su descripción de miembros de las fuerzas de seguridad. Un testigo dijo que cuerpos de policías y soldados yacían en casi cada calle, cerca de vehículos militares quemados. La caída de la ciudad significó la mayor derrota desde que Mosul fue capturada en junio del año pasado. (reporte de corresponsalía de Bagdad, información adicional de Stephen Kalin, Issam Abdallah, Dan Williams, Arshad Mohammed, Phil Stewart, Roberta Rampton y David Brunnstrom; escrito por Giles Elgood y David Storey, Editado en español por Patricia Avila)