Francisco se pronunció sobre si hay que negarle la comunión a los políticos que apoyan el aborto

Francisco, durante el vuelo que lo llevo de regreso al Vaticano
TIZIANA FABI

BRATISLAVA.- “El aborto es un homicidio”, la Iglesia no cambia su posición, pero debe actuar de forma pastoral, ser cercana, compasiva y no tomar partido político. Fue uno de los conceptos que dejó hoy el Papa en la tradicional conferencia de prensa que concedió en el vuelo que desde esta capital lo llevó de regreso a Roma, al responder una pregunta sobre el encendido debate que hay en Estados Unidos sobre si los sacerdotes deberían negarle la comunión a quienes han respaldado leyes pro-aborto, entre ellos, el presidente Joe Biden, que es un católico practicante.

“¿Qué debe hacer el pastor? Ser pastor, no condenar. Pastores con el estilo de Dios, que es cercanía, compasión y ternura”, indicó, al aclarar que no conocía los detalles de la polémica que hay en el seno del episcopado estadounidense. “Cuando la Iglesia para defender un principio, lo hace de forma no pastoral, toma partido en el plano político”, advirtió en el vuelo de regreso de Eslovaquia.

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Consultado, por otro lado, si alguna vez él, que suele decir que somos todos pecadores y que la comunión no es un premio para los perfectos, le había negado la comunión a alguien, contestó que no. “Nunca he negado la Eucaristía a nadie, aunque nunca he sido consciente de tener delante a una persona como la que describe, eso es cierto”, contestó, según la transcripción de Vatican News, el portal del Vaticano. Acto seguido, contó una anécdota que hizo estallar risas.

“La única vez que me ha pasado algo simpático fue cuando fui a celebrar misa en una residencia de ancianos, estaba en la sala y dije: ¿quién quiere la comunión? Todos los ancianos levantaron la mano. Una viejita levantó la mano, tomó la comunión y dijo: ‘Gracias, soy judía’. Y le dije: ‘¡Lo que te di también es judío!’”, contó, riendo y con su humor porteño intacto.

Francisco habló con los periodistas en el vuelo de regreso
TIZIANA FABI


Francisco habló con los periodistas en el vuelo de regreso (TIZIANA FABI/)

Lo cierto es que, como en otras oportunidades, reiteró su firme condena al aborto. “Es un homicidio, quien aborta mata, sin medias palabras. Tomen cualquier libro de embriología para estudiantes de medicina. La tercera semana después de la concepción, todos los órganos ya están ahí, incluso el ADN... es una vida humana, esta vida humana debe ser respetada”, subrayó.

“A los que no pueden entenderlo, les haría esta pregunta: ¿es correcto matar una vida humana para resolver un problema? ¿Es correcto contratar a un sicario para matar una vida humana? Científicamente es una vida humana. ¿Es correcto sacarlo para resolver un problema? Por eso la Iglesia es tan dura en este tema porque si acepta esto es como si aceptara el homicidio diario”, explicó.

Ante otra pregunta sobre los matrimonios homosexuales, recordó que para la Iglesia el matrimonio es un sacramento entre hombre y mujer. Aunque, como ya había hecho, se mostró favorable a las leyes de unión civil de personas homosexuales. “El matrimonio es un sacramento, la Iglesia no tiene poder para cambiar los sacramentos tal y como el Señor los ha instituido. Hay leyes que intentan ayudar a las situaciones de muchas personas que tienen una orientación sexual diferente. Es importante, los Estados tienen la posibilidad de apoyarlos civilmente, darles seguridad de herencia, salud, etc., no solo a los homosexuales, sino a todas las personas que quieran asociarse. Pero el matrimonio es el matrimonio”, precisó.

Vacunación contra el coronavirus

Sobre el tema de la vacunación contra el coronavirus, que en el pasado consideró “un acto de amor” y ante una pregunta sobre cómo reconciliarse con las diversas posturas que hay al respecto, contó que incluso hay algunos cardenales negacionistas.

“Es un poco extraño porque la humanidad tiene una historia de amistad con las vacunas -sarampión, poliomielitis-, quizás esta virulencia se deba a la incertidumbre, no sólo de la pandemia. Existe la diversidad de las vacunas y también la fama de algunas vacunas que son un poco más que el agua destilada, esto ha creado un temor”, consideró.

“Hay otros que dicen que es un peligro porque dicen que con la vacuna se te mete el virus dentro, incluso en el Colegio de Cardenales hay algunos negacionistas y uno de ellos, pobrecito, está hospitalizado con el virus. La ironía de la vida”, agregó, aludiendo al cardenal conservador estadounidense Raymond Burke.

“No puedo explicarlo bien, algunos dicen que porque las vacunas no están suficientemente probadas. Hay que dejarlo claro -cerró-: en el Vaticano todos están vacunados, excepto un pequeño grupo que se está estudiando cómo ayudarlos”.