Anuncios

Francia vuelve a enfrentarse a Alemania y España por el hidrógeno de origen nuclear

Cumbre España-Francia en Barcelona

Por Michel Rose, Belén Carreño y Kate Abnett

PARÍS/MADRID/BRUSELAS, 8 feb (Reuters) - Una nueva disputa ha estallado entre Francia, Alemania y España sobre la energía nuclear, ya que París está furiosa por la falta de apoyo de Berlín y Madrid a sus esfuerzos para que el hidrógeno de origen nuclear sea etiquetado como "verde" en la legislación de la UE, según fuentes consultadas.

La disputa, que podría bloquear un hidroducto de miles de millones de euros que iría desde la Península Ibérica hasta Europa Central, pasando por Francia, también está retrasando la legislación europea sobre energía verde y amenaza con estallar en una cumbre de la Unión Europea el jueves.

Francia, que depende de su anticuado parque nuclear para generar electricidad, lidera una campaña para que el hidrógeno de origen nuclear —conocido como hidrógeno 'rojo'— se incluya en los nuevos objetivos de energías renovables de la UE, que actualmente se centran en el hidrógeno verde obtenido a partir de electricidad producida con fuentes renovables.

París acusa ahora a España y Alemania de incumplir los compromisos que, según Francia, adquirieron sus dirigentes en las reuniones de Barcelona y París de considerar limpia la energía 'baja en carbono', que hace referencia a la energía nuclear.

Agnès Pannier-Runacher, ministra francesa de Energía, dijo la semana pasada a un número reducido de periodistas que las negociaciones no iban por buen camino.

"No sería comprensible que España y Alemania adoptaran posturas diferentes en Bruselas y no cumplieran sus compromisos", declaró.

Después de muchos retrasos, el presidente francés, Emmanuel Macron, dio su visto bueno al hidroducto entre Barcelona y Marsella en octubre, un acuerdo formalizado en enero en una cumbre celebrada en Barcelona con su homólogo español Pedro Sánchez.

Alemania se sumó formalmente al proyecto tras una cumbre franco-alemana celebrada en París unos días más tarde, ya que Berlín quiere importar hidrógeno de Iberia y desde más al sur como parte de sus esfuerzos por abandonar el gas ruso.

La luz verde de Macron al llamado proyecto H2Med o BarMar se dio, según París, a cambio de compromisos españoles y alemanes sobre el hidrógeno rojo.

Las autoridades francesas se remiten a un comunicado conjunto firmado en Barcelona en el que se afirma que "España y Francia reconocen la importancia de la producción, el transporte y el consumo de hidrógeno limpio producido a partir de fuentes de energía renovables y bajas en carbono".

En Madrid, los responsables dicen que la disputa es un "malentendido" y que están dispuestos a ser flexibles sobre el hidrógeno rojo en otras legislaciones como la directiva del mercado del gas, pero no en el proyecto de ley de renovables.

"El hidrógeno rojo no puede ser renovable porque la nuclear no es una energía que pueda considerarse como tal. Es imposible", dijo a Reuters una fuente del Gobierno español.

La postura de Berlín parece reflejar la de Madrid: "Dudo que haya habido nunca una promesa formal de que el hidrógeno rojo se aceptaría como 'verde' si se realiza el hidroducto desde España", dijo un responsable alemán con conocimiento de las negociaciones.

"Quizá el cálculo francés fue que sería más fácilmente aceptado por los socios, pero eso es otra cosa".

AMENAZA FRANCESA

Macron llevará el tema a la cumbre de la UE del jueves y dos representantes europeos dijeron que podría amenazar con bloquear la conexión en represalia.

"Es obvio que Francia solo daría el OK a BarMar si pudiera usar el hidroducto en el futuro para enviar su hidrógeno (rojo) a Iberia", dijo un representante de un país del sur de Europa.

"La cuestión es que sin Francia no habrá BarMar", añadió la fuente.

El hidrógeno ocupa un lugar central en los planes europeos de descarbonización de la industria pesada. La Comisión Europea afirma que sus objetivos en materia de hidrógeno verde exigen una inversión de hasta 300.000 millones de euros en nueva producción de electricidad renovable.

Al menos seis responsables de la UE temen que la disputa se extienda a otras normativas que se están ampliando para incluir el hidrógeno renovable o bajo en carbono, lo que podría retrasar las leyes necesarias para cumplir los objetivos climáticos del bloque.

Por ejemplo, la UE está actualizando sus leyes sobre el mercado del gas para integrar más hidrógeno en la red y tiene previsto proponer un "banco de hidrógeno" para financiar nuevos proyectos. Francia quiere que se incluya en él su hidrógeno rojo, pero antes debe calificarse de renovable.

Las negociaciones sobre la directiva RED-3 con el Parlamento Europeo se aplazaron esta semana porque la Comisión Europea aún no ha acordado una definición de hidrógeno 'renovable'.

"No es una cuestión técnica. Es una cuestión política", dijo un diplomático de la UE.

(Reporte de Michel Rose en París, Belen Carreno y Aislinn Laing en Madrid, Kate Abnett en Bruselas, Andreas Rinke en Berlín y Sergio Goncalves en Lisboa; editado en español por Flora Gómez)