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Francia anunció que se sumará a "la guerra de las galaxias"

PARÍS.- Con la creación de un comando militar espacial, Francia decidió entrar resueltamente en la "guerra de las galaxias" para proteger sus "intereses estratégicos" y hacer frente a la rivalidad que le plantean Estados Unidos, China y Rusia.

"La nueva doctrina espacial y militar garantizará nuestra defensa del espacio y por el espacio", destacó el presidente Emmanuel Macron en el momento de formular el anuncio, en el marco de las celebraciones de la fiesta nacional del 14 de julio.

Ese cuerpo funcionará a partir de septiembre dentro del organigrama de la Fuerza Aérea, que pasará a denominarse Fuerza Aérea y del Espacio, precisó en un discurso ante los altos oficiales de las tres armas en la sede del Ministerio de Defensa. Para financiar esa estructura, la ley de programación militar (LPM) de Francia para el período 2019-2025 prevé un presupuesto de 3600 millones de euros.

Esos recursos permitirán financiar la renovación de los satélites franceses de observación CSO y de comunicación (Syracuse), la puesta en órbita de tres nuevos aparatos espaciales de escucha electromagnética (Ceres) y modernización del radar de vigilancia espacial Graves.

El nuevo organismo estará basado en Toulouse y, en su fase inicial, estará formado por unas 200 personas, indicó a su vez la ministra de Defensa, Florence Parly.

En su mensaje -dirigido en parte al exterior de las fronteras francesas-, Macron destacó además que el ciberespacio y el espacio exoatmosférico" se han convertido en una "nueva área de confrontación" entre potencias.

La iniciativa francesa responde a la creciente preocupación que existe a nivel internacional por las dimensiones de la carrera armamentista en el espacio después de que Estados Unidos decidió en 2018 crear un sexto componente de sus fuerzas armadas consagrado al espacio, que deberá comenzar a funcionar a partir de 2022.

Florence Parly explicó la importancia estratégica que representa el espacio para los intereses de una potencia como Francia, donde existen amenazas permanentes de espionaje, intercepciones de comunicaciones, ciberataques y eventuales agresiones con armas antisatélites.

"El espacio se convirtió en poco tiempo en escenario de conflictividad", precisó la ministra. Recordó que actualmente existen 1500 satélites que orbitan en torno de la Tierra y que dentro de 10 años habrá 7000. Cada vez más, explicó, esos artefactos son considerados "objetos que pueden ser espiados o modificados".

Los expertos son conscientes de la escalada que comenzó hace algunos años en el espacio. En 2017, un satélite espía ruso Louch-Olymp siguió durante días en el espacio a un artefacto franco-italiano Athena-Fidus, que canalizaba las comunicaciones militares encriptadas de sus fuerzas armadas. Rusia también tiene en el espacio cuatro artefactos (Kosmos-2496, Kosmos-2497, Kosmos-2498 y Kosmos-2499) considerados "satélites asesinos", según Patricia Lewis, especialista del think tank británico Chatham House.

China, a su vez, posee los satélites experimentales Chuangxin-3, Shiyan-7 y Shijian-15, teóricamente concebidos para recoger residuos y limpiar el espacio. Los expertos occidentales, sin embargo, temen que puedan utilizar sus brazos mecánicos articulados para atacar y capturar a otros satélites. Hace años también hizo un test exitoso al destruir uno de sus propios satélites, Fengyun 1C, con un disparo de láser.

"No estamos en un film de Star Wars. Por el momento, en todo caso, no hay motivos para emplear militares en el espacio", advirtió Xavier Pasco, director de la Fundación para la Investigación Estratégica y especialista en cuestiones espaciales. El objetivo inmediato consiste en organizar los medios de control de los satélites con militares especializados, evolución que plantea un desafío de formación.

"No hay que ser ingenuos; es preciso proteger lo que es vital para el funcionamiento de nuestros sistemas de comunicaciones, transportes, sistemas aéreos e instalaciones estratégicas", como centrales de energía y hospitales.

Los expertos recuerdan que para funcionar las comunicaciones de un simple teléfono celular utilizan entre 10 y 30 satélites por día. El dato alcanza para entender la importancia de la iniciativa adoptada por Francia.