Revocan licencia que amenazaba a ecosistema en Colombia
Preocupación y desinformación reinaba en Colombia sobre una licencia que permitiría a una empresa, de capital estadounidense, explorar petróleo en una zona cercana al Área de Manejo Especial de La Macarena, al sur del país. Este es un corredor que conecta el ecosistema de la región Andina, Amazonía y Orinoquía, compuesto por cuatro parques naturales, varios patrimonios ambientales como Caño Cristales, el río de los cinco colores, y donde hay más de 12 mil especies vegetales y animales.
Pero en las últimas horas, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), la máxima autoridad que expide dichos permisos en el país, dio un reverso y se vio “obligado” a revocar su decisión porque no tuvo en cuenta un documento técnico que emitió Cormacarena, que promueve la conservación de los recursos naturales renovables en ese territorio, donde le clarifica que donde va a ser la exploración es una zona para la recuperación y preservación del patrimonio natural.
El debate inició cuando se divulgó la existencia de este permiso, que fue avalado desde el pasado 18 de marzo por ANLA. El ente de control ambiental expidió una respuesta positiva al proyecto “Área de Interés de Perforación Exploratoria Serranía”, presentado por Hupecol Operating, en los municipios de La Macarena, en el departamento del Meta, y San Vicente del Caguán, en el departamento del Caquetá.
La exploración se iba a situar a 2,5 kilómetros del Parque Nacional Tinigua y a 64 kilómetros de Caño Cristales, en un área conocida como la zona de Recuperación para la Producción Sur del Distrito de Manejo Integrado Ariari- Guayabero, que según normas desde 1989 debe tener un uso sostenible.
La propuesta incluía 50 pozos en un área de 30.887 hectáreas, de acuerdo con el ANLA.
En dos días las redes sociales se “incendiaron” en un cruce de opiniones desde diferentes sectores, principalmente porque en un primer momento corrió el rumor que el lugar que recibiría mayor afectación es Caño Cristales, que debe su nombre de cinco colores, por las tonalidades rojas, amarillas, violetas, azules y rosadas que le dan las algas que crecen en su base. También, que no sólo era exploración sino explotación.
Tal fue la persistencia de la ciudadanía que con la etiqueta #YoDefiendoLa Macarena, que llegó a ser trending topic, lograron que el presidente Juan Manuel Santos decidiera suspender temporalmente la medida hasta garantizar la protección medioambiental.
Por eso, los colombianos estaban pendientes de lo que pasaría, ya que el debate seguía sobre la mesa, ante las muchas dudas que generaba y por discrepancias entre las diferentes instituciones que tienen a su cargo el tema ambiental y el de hidrocarburos. Sin embargo, hay más problemas en la zona como quema y tala de bosques.
El Área de Manejo Especial (Anem) fue creada en 1989 para delimitar una extensión que pudiera ser administrada y protegida en pro de sus recursos naturales renovables. La integran los parques nacionales naturales Sierra de La Macarena, Tinigua, Picachos y Sumapaz. Asimismo, dos categorías de protección ambiental llamadas Distritos de Manejo Integrado de los recursos naturales renovables de La Macarena y el del Ariari-Guayabero.
En esta zona hay 12 mil especies vegetales, 420 de aves, 63 de reptiles, 213 de peces, 42 mamíferos, y en la que habitan 23 especies en peligro de extinción, con una diversidad de microclimas.
En la primera rueda de prensa que el director de la ANLA, Fernando Iregui, dio para entregar los pormenores del proyecto, dijo que la entidad había avalado “sólo una fase de exploración y no de explotación”. Indicó que éste nace de una solicitud formal que presentó Hupecol en 2011 pero que por algunos inconvenientes el proceso se había estancado hasta que fue retomado hace año y medio.
“Ellos pidieron la construcción de hasta 15 plataformas multipozo y la perforación de hasta 10 pozos exploratorios de cada plataforma multipozo. Uno de los anteriores pozos podría utilizarse como inyector, Además, contempla pruebas de producción”, que serían los 150 pozos.
Explicó que el área inicial que solicitaron fue de 34.649 hectáreas pero después de la evaluación se les licenció 30.887. “De esto, solo el 43 por ciento puede usarse para exploración, ya que el 57 restante es área de inclusión, que quiere decir que no puede ser intervenido porque es un ecosistema no apto para transformar en un proceso de este tipo”.
Sobre la preocupación en el país de si podía afectar o no algunos de los ecosistemas, señaló que “son cuencas hidrográficas diferentes. Los ríos Caño Cristales, Duda y Guayabero ni siquiera se deben mencionar porque están totalmente por fuera del campo licenciado. El río Duda está a 48 kilómetros de distancia en línea recta. El río Lozada, que es el de mayor importancia que toca el campo, está a 90 kilómetros de Caño Cristales”.
Con el anuncio de la revocación, el ente de control ambiental justificó su decisión aduciendo que en el momento en que se hizo la evaluación para otorgar o no la licencia no conocían el informe técnico.
Por su parte, Cormacarena justifica que “en el área de manejo especial hay varios bloques petroleros. Esta zona está dividida en distritos de manejo integrado, zonas de preservación, de recuperación para la preservación y de recuperación para la producción, aledañas a los parques nacionales y cada une debe ser asumida de forma diferente”, explicó la directora de la corporación, Beltsy Barrera.
Los primeros en defender su patrimonio fueron las autoridades del municipio de La Macarena y del departamento del Meta, que acogieron las inquietudes de la comunidad. Y ahora, aplauden la revocación.
En una conversación telefónica, el presidente del Concejo de La Macarena, Pedro Nel Rocha, expresó que “es un objetivo logrado porque debemos proteger nuestro patrimonio. El sector donde se iba a hacer la explotación es la estrella hídrica del municipio. Allí nacen todos los ríos que irrigan el recurso hídrico a toda La Macarena”.
Además, aprovechó para denunciar que hay en proceso cuatro licencias más “para los grupos de exploración Los Picachos, que posiblemente están en trámite. Le pedimos al Gobierno que no se expidan, que el Estado debe proteger”.
Su clamor de protección a esta reserva natural también la comparte con el alcalde del municipio, Ismael Medellín, y la gobernadora del Meta, Marcela Amaya, quienes pretenden “constituir una ley para que en ningún momento se tenga en cuenta la explotación de hidrocarburos en la zona”.
Por su parte, la gobernadora manifestó que como cabeza del departamento su preocupación radica en la aprobación de una licencia en un ecosistema tan frágil. “Por ser un área de cuidado ambiental, debemos es proteger y buscar la sostenibilidad mediante unas actividades de seguridad alimentaria y de ecoturismo”. Por este tipo de turismo, en el 2015, visitaron La Macarena más de 10 mil turistas.
Mientras, la Asociación Colombiana del Petróleo indicó que el licenciamiento ambiental para el bloque Serranía es el resultado de un “proceso técnico y detallado, que tardó cuatro años y nueve meses. El bloque no estaba ubicado dentro de ningún parque natural. El área que se puede intervenir está a 4 kilómetros de distancia de los límites del parque natural Tinigua”.
Es de resaltar que toda esta zona de Colombia también ha sido el corredor por el que transitan las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que actualmente adelantan un proceso de paz con el Gobierno, y foco de cultivos ilícitos.
Tras el anuncio de la revocación, la empresa Hupecol tiene diez días para interponer un recurso de reposición.