El naufragio del Titanic

La colisión del Titanic con un iceberg en 1912 puede haber sido consecuencia de una rara alineación del Sol y la Luna ocurrida más de cuatro meses antes, según un estudio de los astrónomos de la universidad estatal de Texas. Aprovechando la renovada fascinación en torno al hundimiento del transatlántico, al aproximarse el centenario del accidente en el cual murieron unas 1.500 personas, los científicos explican su hipótesis: las mareas inusitadamente elevadas de enero de 1912 pueden haber desencallado los témpanos, que se desplazaron así hacia el sur por las corrientes oceánicas y hacia las rutas de navegación.