FOTOS: Tacones no son impedimento para andar en bici en la CDMX
Por Angélica Ferrer
El aire de la ciudad revuelve tu cabello y, pese a la polución, refresca tu cara. Es una mañana fría, pero eso no es impedimento para que disfrutes del trayecto rumbo a tu trabajo. Te sientes feliz, poderosa, dichosa de tener ese par de piernas con las que pedaleas en tacones sin cesar por las calles y avenidas que debes recorrer para llegar a tiempo.
Esta es sólo una de las escenas que las mujeres ciclistas viven diariamente no sólo en la Ciudad de México, sino en las principales urbes del mundo. Para rendir homenaje a ellas y fomentar el ejercicio, la asociación “Mujeres en bici” organiza desde hace siete años la Rodada de altura. El movimiento se extendió a todo el mundo.
En esta edición, las participantes recorren 20 kilómetros del Monumento a la Revolución al Auditorio Nacional, ida y vuelta. Seguirles el paso no es nada sencillo para aquellos que desean recorrer con ellas Paseo de la Reforma. Su agilidad a la hora de pedalear en esa avenida, pese a los autos en las laterales y los transeúntes que se atravesaban sin cuidado, es impresionante.
Ataviadas con vestidos cortos de colores brillantes, con conjuntos sastre y en shorts, mujeres entre los 20 y 65 años pedalean fuerte y sin detenerse, salvo para arreglar alguna llanta o para tomar un respiro en el Auditorio Nacional. Solas o acompañadas por sus parejas e hijos, lucen tacones de aguja, plataformas, flats y tenis.
Para los participantes, el clima tampoco es impedimento, pese a que el fuerte viento y el olor a humedad se impregna en esta zona. Siguen la carrera como si nunca tuviera un final, manteniendo la ruta, disfrutando de los árboles de jacarandas que adornan una de las principales avenidas de la Ciudad de México.
Los niños se divierten mientras mamá pedalea, las jóvenes aprovechan para sonreír y hacer el símbolo de “amor y paz” a los camarógrafos y curiosos que se acercan al contingente. Algunos ciclistas que paseaban por el lugar se unieron al grupo de más de mil 500 personas.
El principal objetivo, además de mostrar que las mujeres pueden andar en bicicleta sin preocuparse por su atuendo, es hacer ejercicio, dice Alejandra Castillo, quien forma parte del comité organizador.
“Tiene como objetivo que hagamos ejercicio, porque ya no nada más es el hecho del uso de la bicicleta como medio de transporte. Hicimos una pasarela de ‘Mi moda en bici’ donde mostramos que no sólo las que hacemos ejercicio andamos en bici y que no hay que ‘disfrazarnos’ como ciclistas deportivos para usarla”, explica en entrevista.
Alejandra no se ha perdido ninguna de las carreras. A sus 37 años, se traslada por toda la ciudad en su bicicleta, sin importar qué tan lejos esté el sitio a donde vaya.
“Hace unos meses tuve un accidente y no pude usar mi bici por una semana. Tuve que usar el Metro pero, como lo tomaba a las seis de la mañana, no me tocaba tanta gente. ¡el problema era el regreso! Sin duda prefiero la bicicleta”, dice tras concluir el recorrido.
Desde pequeña tiene afición por andar “sobre ruedas”, pero se convirtió en su medio de transporte durante la última década, en la que ha participado en recorridos, carreras y viajes alrededor de toda la República Mexicana. Las bicicletas son parte de su vida.
“Voy para todos lados. Anduve primero con la bicicleta urbana en Pachuca. Hace un año, exactamente, llegué con la bicicleta de ruta hasta Tecolutla (Veracruz)”, cuenta mientras todo el contingente se acomoda en la explanada del Monumento a la Revolución.
Ella, mientras tanto, ya cambió sus tacones y su blusa roja por tenis y una chamarra deportiva. Como otras de las participantes, complementa su afición por el ciclismo con otro tipo de rutinas.
“Con algunas de las chicas voy a clases de natación, pero otros de los ciclistas también corren o realizan atletismo. Todos tratan de mantener una buena salud con ejercicio”, detalla.
Para Alejandra, lo más importante es que estas actividades se mantengan, que la gente no se pierda de los recorridos y se apasione por el uso de este medio de transporte que no contamina y que ayuda a tener una buena condición física.
“Antes, algunas de las participantes sólo venían a tomarse la foto. ‘Bueno, me pongo los tacones, salgo en la foto y listo’. Ahora ya no vienen solo a eso. Ok, posan para la cámara, pero están más interesadas en andar por las calles en su bicicleta. Eso está bien”, comenta mientras algunas mujeres se cambian, otras se toman ‘selfies’ con su amigas o sus hijos y unas más, disfrutan de la tarde que, para su suerte, se despejó e impidió que la lluvia arruinara su recorrido.