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A FONDO-Hizbulá da un paso al frente para guiar a las milicias iraquíes tras la muerte de Soleimani

12 feb (Reuters) - Poco después de que el general iraní Qassem Soleimani fuera asesinado en un ataque de drones estadounidenses en Irak, la organización libanesa Hizbulá, apoyada por Teherán, se reunió urgentemente con los líderes de milicias iraquíes, buscando unirlos frente al enorme vacío dejado por la muerte de su poderoso mentor, según dijeron a Reuters dos fuentes con conocimiento de las reuniones.

Las reuniones tenían por objeto coordinar los esfuerzos políticos de las milicias iraquíes, a menudo enfrentadas, que perdieron no solo a Soleimani sino también a Abu Mahdi al-Muhandis, un comandante paramilitar iraquí que tenía un papel unificador, en el ataque del 3 de enero en el aeropuerto de Bagdad, según las fuentes.

Aunque ofrecieron pocos detalles, otras dos fuentes de una alianza regional proiraní confirmaron que Hizbulá, que está considerado como un grupo terrorista por Estados Unidos, ha intervenido para ayudar a llenar el vacío dejado por Soleimani en la dirección de las milicias. Todas las fuentes en este artículo hablaron bajo la condición de anonimato, ya que se trata de actividades políticas sensibles que rara vez se abordan en público. Representantes de los Gobiernos de Irak e Irán no respondieron a las solicitudes de comentarios, ni tampoco un portavoz de las milicias.

Las discusiones arrojaron luz sobre cómo están tratando de consolidar su control en el inestable Oriente Próximo y sus organizaciones aliadas, especialmente tras el devastador ataque estadounidense al venerado líder militar iraní.

Las milicias apoyadas por Teherán son fundamentales para los esfuerzos de Irán por mantener el control sobre Irak, donde Estados Unidos todavía mantiene unos 5.000 soldados. El país ha experimentado años de guerra civil desde que las fuerzas estadounidenses derrocaran a Saddam Hussein y, más recientemente, el Gobierno -y las milicias- se han enfrentado a crecientes protestas contra la influencia de Irán en el país. Irán contribuyó a la formación de algunos grupos de milicias iraquíes.

En los meses anteriores a su muerte, Soleimani se había adentrado cada vez más en la crisis de Irak, celebrando reuniones con las milicias iraquíes en Bagdad mientras Teherán intentaba defender a sus aliados e intereses en su lucha por el poder con Estados Unidos, dijo una de las dos fuentes iraquíes.

La participación de Hizbulá supone una ampliación de su papel en la región. El grupo chií, fundado por la Guardia Revolucionaria de Irán en 1982, se ha situado en el centro de la estrategia regional de Irán durante años, al ayudar a Soleimani a entrenar a grupos paramilitares tanto en Irak como en Siria.

Un responsable regional proiraní dijo que la dirección de las milicias por parte de Hizbulá continuaría hasta que la nueva dirección de la Fuerza Quds —una unidad de los Guardias Revolucionarios dirigida por Soleimani desde 1998— consiga controlar la crisis política en Irak.

Las reuniones entre Hizbulá y los líderes de las milicias iraquíes comenzaron en enero, pocos días después del asesinato de Soleimani, según las dos fuentes iraquíes. Reuters no pudo confirmar el número de reuniones ni dónde tuvieron lugar. Una fuente dijo que tuvieron lugar en Beirut y la otra dijo que fue en el Líbano o en Irán.

El jeque Mohammad al-Kawtharani, un representante de Hizbulá en Irak que trabajó estrechamente con Soleimani durante años para dirigir las milicias iraquíes, fue el anfitrión de las reuniones, dijeron las fuentes iraquíes.

Kawtharani continuó donde Soleimani lo dejó, dijeron las fuentes iraquíes. Las fuentes dijeron que Kawtharani reprendió a los grupos, como había hecho Soleimani en una de sus últimas reuniones con ellos, por no haber logrado un plan unificado para contener las protestas populares contra el Gobierno de Bagdad y los paramilitares que lo dominan. El Gobierno y las milicias han matado a cientos de manifestantes pero no han logrado contener la rebelión.

Kawatharani también instó a un frente unido en la elección de un nuevo primer ministro iraquí, dijeron las fuentes iraquíes. Desde entonces, se ha designado como primer ministro al exministro de comunicaciones iraquí Mohammed Tawfiq Allawi, un nombramiento bienvenido por Irán y aceptado por los partidos vinculados a las milicias apoyados por Teherán, pero rechazado por los manifestantes.

UN GRAN VACÍO

Por ahora, se considera que Kawtharani es la figura más adecuada para dirigir las milicias iraquíes hasta que se pueda elegir un sucesor iraní permanente, aunque no posee ni de lejos la influencia y el carisma de Soleimani, según las dos fuentes iraquíes y un alto dirigente musulmán chií iraquí.

"Kawtharani tiene conexiones con las milicias", dijo el líder chií, señalando que nació en Najaf, vivió en Irak durante décadas y habla en dialecto iraquí. "Era de la confianza de Soleimani, que solía consultarle para que le ayudara en las crisis y en las reuniones en Bagdad".

Una de las fuentes iraquíes cercanas a las milicias dijo que Kawtharani también se reunió con el clérigo populista iraquí Moqtada al-Sadr, una figura poderosa pero impredecible, para convencerlo de que apoyara al nuevo primer ministro iraquí. Como ha informado Reuters, Sadr le ha dado a Allawi su apoyo.

Kawtharani se enfrentará a serios -quizás insuperables- desafíos para llenar el vacío de los líderes muertos en el ataque con drones, dijeron a Reuters fuentes iraquíes cercanas a las milicias.

"Muchos líderes de facciones se ven a sí mismos como demasiado grandes e importantes para recibir órdenes" de él, dijo una fuente iraquí. "Por ahora, debido a la presión de Irán, están cooperando con él, pero dudo que eso continúe y los iraníes lo saben".

Una de las fuentes pro-Irán, un comandante militar, dijo que la participación de Hizbulá consistiría en aportar dirección política, pero que no llegaría a proporcionar recursos humanos y materiales para tomar represalias por la matanza de Solemani. Las milicias "no necesitan la intervención de Hizbulá porque tienen la fuerza en número, experiencia en combate y poder armamentístico", dijo el comandante.

Esos grupos son difíciles de controlar mientras que se considera que Hizbulá es más disciplinado. Sin embargo, al igual que el resto de la red de Irán, Hizbulá corre el riesgo de intentar abarcar demasiado, dijeron un alto cargo estadounidense en la región y un líder político iraquí.

En los últimos años, el papel de Hizbulá ha crecido considerablemente. Ha luchado en apoyo del presidente Bashar Al-Assad en Siria y ha brindado apoyo político a los hutíes de Yemen —aliados con Irán— en su guerra contra una alianza militar liderada por Arabia Saudí.

Es probable que Irán dependa en parte de la influencia de Nasrallah, una figura que goza de un profundo respeto entre los aliados de Irán en toda la región, dijo la fuente estadounidense. Se considera que Nasrallah supervisa los esfuerzos de Kawtharani, según un alto cargo chií de Irak.

"Creo que ideológica y religiosamente se le ve como una figura carismática para muchas de las milicias chiíes de Irak", dijo el responsable estadounidense, que solicitó el anonimato porque no tenía permiso para hablar de manera oficial.

En dos largos discursos televisados, Nasrallah ha rendido homenaje a Soleimani y ha prometido vengar su muerte.

También ha declarado que el objetivo de Hizbulá y sus aliados es expulsar a las fuerzas estadounidenses de la región de una vez por todas. Las fuerzas de Estados Unidos han estado en Irak desde 2014 como parte de una coalición que lucha contra el Estado Islámico.

Si las milicias iraquíes se salen con la suya, según fuentes cercanas a ellas, estas tropas serán las primeras en salir.

(editado por Julie Marquis; traducido por Tomás Cobos)