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Floppy Tesouro confesó qué fue lo más hot que hizo para "romper la rutina"

A pesar de haber explotado mediáticamente gracias a su figura y a su osadía, Floppy Tesouro abandonó rápidamente el estereotipo. Aunque siempre sexy y divertida, la participante del Cantando 2020 buscó un camino inverso a muchas colegas y decidió apostar al panelismo, a la vida sana y, en tiempos de pandemia, al fitness.

En una entrevista virtual con el periodista Juan Etchegoyen, Tesouro reafirmó la senda e incluso reconoció que la imagen que transmite en producciones fotográficas está muy lejos de la realidad: "Soy muy genuina con mis sentimientos, muy 'Susanita', muy noviera. No me va lo de la foto hot o el poliamor; lo respeto, pero no. Me divierte el mano a mano, estar en pareja, conectar con el otro. Lo virtual para las entrevistas o para hacer fitness sí, pero para el sexo no, me falta algo".

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La declaración, sin embargo, no se condice con lo que la misma Floppy había contado oportunamente en la mesa de Divina comida, donde reconoció que había incursionado en juegos de pareja que involucraban exponerse al lente de una cámara. "Bueno, eso fue verdad -aclara hoy-. Fue una excepción en mi vida. Nos grabamos con esas camaritas chiquitas en las que te podés ver. Pero lo vimos, se borró y se siguió la vida. Fue algo hot para romper la rutina, nada más. Es algo que no entra en mi vida".

Y no fue lo único. Porque, siempre aclarando que estas anécdotas corresponden a su adolescencia, Tesouro también se animó a relatar una experiencia curiosa y a la vez peligrosa a la hora de innovar en el terreno de la intimidad: "El lugar más raro donde hice el amor fue arriba de una palmera. Era chica y se me ocurrió. Estuvo bien pero entre subir, hacer equilibrio y que no te vean fue más divertido que otra cosa".

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En el presente, reconciliada con Rodrigo Fernández Prieto, el padre de su hija Moorea, la modelo vive otra realidad condicionada por la cuarentena: "Me cayó en un momento complicadísimo porque estaba en la época de volver a comer a la luz de las velas. El encierro da un poco más de fiaca, y más con Moorea haciendo colecho en el medio. Si la nena se va a dormir un poquito más temprano a su cuarto, ahí sí podemos tener un poco de intimidad. Pero igual la prioridad no es esa, sino estar con nuestra hija".