Flexibilización: los colegios privados bonaerenses reclaman cambios a la hora de aislar las burbujas

Clases presenciales en colegio St Nicholas School de Olivos
silvana colombo

Desde el viernes pasado, las escuelas porteñas comenzaron a aplicar el nuevo protocolo que establece que las burbujas deberán aislarse solo ante un caso confirmado de Covid-19. Hace una semana, el ministro de Salud de la ciudad, Fernán Quirós, explicó que la medida se tomó en base a las últimas evidencias, que volvieron a confirmar que la incidencia de contagios en los establecimientos educativos es baja.

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En los datos presentados por el Ministerio de Educación, que comanda Soledad Acuña, también se contrastó la menor cantidad de infectados con un elevadísimo porcentaje de burbujas que debieron ser aisladas durante el último mes por casos sospechosos –un 97% más con respecto al período previo a las vacaciones de invierno–, pero que luego del testeo resultaron ser negativos.

Ahora, los que piden cambios en el protocolo son los colegios privados bonaerenses, que le hicieron llegar la solicitud a Agustina Vila, a cargo de la Dirección General de Cultura y Educación provincial. “Entendemos que se encuentran dadas las condiciones sanitarias para flexibilizar la aplicación del concepto de aislamiento por caso sospechoso, tal cual está previsto en el Plan Jurisdiccional”, se lee en la carta firmada por Martín Zurita, secretario ejecutivo de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba), que agrupa a 2300 colegios privados, de un total de 6200. El documento continúa: “Tal como está planteado, las escuelas hoy deben aislar a un grupo completo ante el surgimiento de un caso sospechoso, con las consecuencias que ello genera. Ante este supuesto, sería importante aislar solo al afectado y requerir un testeo para Covid-19, de manera tal que solo deba ser aislado el grupo completo luego de darse un positivo declarado. En suma, buscamos que puedan continuar las clases ante la aparición de casos sospechosos, las cuales hemos tenido que interrumpir ya demasiadas veces sin que finalmente se verifique positivo alguno para la infección de coronavirus”. La carta concluye: “A 22 días de retomada la presencialidad escolar mayoritariamente a grupo completo, las estadísticas de infecciones en la población de estudiantes y docentes continúa a la baja, de acuerdo a informes preliminares estatales y de nuestras instituciones asociadas”.

Según pudo saber LA NACIÓN de fuentes del gobierno bonaerense, las autoridades de Salud de la Provincia están trabajando en el tema desde hace varios días, en función de las mejoras sanitarias y los indicadores positivos tanto en la baja de casos como en el aumento de la población vacunada.

Gabriela Pascuzzo es la directora del nivel primario del Instituto Estrada, en Villa Adelina, y cuenta que durante el último mes debieron aislarse muchos grados completos por casos sospechosos de alumnos y también de docentes, que luego dieron negativos. “Nuestro colegio es de jornada completa, con un docente a cargo de un curso durante casi ocho horas. Pero también hay muchos docentes especiales, que rotan por los diferentes grupos. Hace poco una maestra de una materia especial tenía dolor de garganta, y como dice el protocolo no solo se aisló ella, sino que tuvimos que darle de baja a otros seis grados completos –cuenta Pascuzzo–. Ella había estado con todos estos grupos durante un lapso de 45 minutos, con barbijo, máscara, distancia y ventilación. No se entiende bien por qué si las medidas de cuidado son tan estrictas y se cumplen a rajatabla, luego tenemos que proceder a aislar a todo el mundo. La lectura es que da lo mismo, cuando no debería ser así. Para eso están los protocolos”, dice la directora, que reclama que las autoridades provinciales hagan los cambios necesarios para evitar estas situaciones, como sucede ahora en la ciudad.

Las modificaciones en el protocolo porteño eran una fuerte exigencia también de los padres. Estos compartían en las redes sociales las complicaciones que los múltiples cierres de burbuja generaban en la dinámica familiar y en la continuidad de las clases presenciales. “El criterio de aislamiento generalizado que se aplica hoy en las escuelas argentinas está en revisión en varios países europeos –dice María José Navajas, una de las fundadoras de Padres Organizados–. Algunos, como Inglaterra y Dinamarca, por ejemplo, ya lo descartaron por completo y solamente se indica aislamiento para el caso positivo confirmado por testeo”, refuerza Navajas, que celebró la decisión de la Ciudad y que ahora acompaña el pedido que comenzó a visibilizarse en otras jurisdicciones.

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Por un solo síntoma

Navajas insiste en que estos criterios implican una gran intermitencia de las clases presenciales y, además, “no se aplican en ninguna otra actividad’'. Solo los chicos, que son la población menos afectada por el virus, están regidos por un protocolo que se activa por un solo síntoma, concluye una de las fundadoras de Padres Organizados.

Los escenarios planteados en el protocolo porteño indican que si el resultado de la prueba rápida es negativo, la burbuja no se aísla, pero el caso sospechoso deberá hacer cuarentena hasta contar con un PCR que descarte que está infectado. “En caso de no contar con el resultado del test para confirmar o descartar la infección del caso sospechoso dentro de las 48 horas, se deberá proceder al aislamiento preventivo de la burbuja hasta contar con el mismo”, se detalla en los lineamientos sanitarios de la Ciudad.

Si el resultado del test es positivo, se aísla a toda la burbuja por diez días corridos desde el último contacto con el caso confirmado. Los contactos estrechos de un caso positivo podrán testearse al séptimo día desde el último contacto con el caso confirmado para confirmar o descartar la infección.

Desde Aiepba, afirman que la vacunación de docentes y auxiliares continúa a buen ritmo, y que, además, se verifica un marcado descenso de la cantidad de casos y hospitalizaciones en la población general, algo que confirman las estadísticas oficiales. “A su vez, hoy está en marcha el plan de vigilancia epidemiológica activa en las escuelas, a cargo de las autoridades sanitarias provinciales, que permite tener una mirada sanitaria de lo que realmente pasa en las aulas –señala Zurita–. Pedagógicamente, creemos que todos compartimos que los procesos de enseñanza y aprendizaje demandan extremar las medidas para evitar interrupciones adicionales a la presencialidad con vistas a compensar las trayectorias educativas afectadas”.