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Por qué los fiscales convirtieron en caso federal el puñetazo a un hombre en urinario de club de striptease de Miami

La moralidad de golpear a un hombre mientras orina en el baño de un club de striptease no preocupó a los fiscales federales cuando se trató del ataque de Aurelio Pérez en el local de la zona de Doral de The Booby Trap.

A quién golpeó Pérez y por qué lo hizo es lo que enviará al hombre de 55 años a una prisión federal.

Pérez golpeó a un hombre el 4 de septiembre de 2021 por ser testigo en un caso federal de lavado de dinero. La declaración de culpabilidad de Pérez por tomar represalias contra un testigo dice que por eso lo hizo. El propio vecino de West Miami lo dijo al gritar “¡Esto es por soplón!”, antes de la agresión.

Pérez será sentenciado el 3 de junio en la sala del tribunal federal de Miami del juez de distrito Robert M. Scola. Según el nivel de delito acordado en la declaración de culpabilidad y la tabla de directrices de sentencia federales, Pérez puede esperar una sentencia de entre tres años y cinco meses y cuatro años y tres meses.

Una noche en The Booby Trap

Según la confesión de Pérez, él y un amigo llegaron a The Booby Trap, en 5325 NW 77 Ave., tarde el 3 de septiembre de 2021. Cuando Pérez salía del baño, vio a un hombre identificado como “A.R.”. El mes de junio anterior, A.R. se había declarado culpable de lavado de dinero y, en agosto, figuraba en una lista de posibles testigos en el juicio contra dos personas acusadas de ser sus compinches en la confabulación de lavado de dinero.

Pérez volvió al baño y esperó a que A.R. hiciera sus necesidades, cosa que hizo poco después de medianoche. Pérez esperó a que A.R. usara el urinario y, según su confesión de los hechos, “se acercó, gritó: ‘¡Esto es por soplón!’ en español y empezó a dar puñetazos a la víctima A.R.”.

Al encontrarse en desventaja defensiva, A.R. sufrió una fisura en el labio, la rotura de un diente frontal y hematomas e hinchazón en un lado de la cara.

El empleado del baño llamó a los guardias de seguridad. Los guardias de seguridad sacaron a Pérez del club. Se agazapó entre los autos estacionados hasta que el amigo con el que había venido le llevó lejos del local.