Puigdemont deja Finlandia tras la petición arresto- parlamentario finlandés

Por Sam Edwards y Jussi Rosendahl

HELSINKI/BARCELONA (Reuters) - El ex líder catalán Carles Puigdemont ha abandonado Finlandia, dijo el sábado el miembro del parlamento finlandés Mikko Kärnä, dirigiéndose presumiblemente a Bélgica ante la petición de arresto internacional formulada por España.

"El miembro del Parlamento finlandés y uno de los anfitriones de Puigdemont en Finlandia, Mikko Kärnä, confirma que acaba de recibir la información de que el presidente Carles Puigdemont dejó Finlandia anoche por medios desconocidos hacia Bélgica", dijo Kärnä en un email a Reuters.

Si regresa a España, Puigdemont se enfrenta hasta 25 años de prisión por cargos de rebelión y sedición por su participación en la organización de un referéndum ilegal sobre la secesión el año pasado.

Finlandia había dicho anteriormente en un comunicado que había recibido la orden y que comenzaría un proceso normal de extradición cuando la policía le encontrara.

El abogado de Puigdemont Jaume Alonso-Cuevillas había dicho a la radio española Catalunya Radio que su cliente se presentaría ante la policía de Finlandia.

Puigdemont se exilió de forma voluntaria en Bélgica el año pasado, poco después de que el parlamento catalán hiciera una declaración simbólica de independencia de España.

El viernes, el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena dictaminó que un total de 25 políticos separatistas, incluido Puigdemont, se enfrentarían acusaciones de rebelión, malversación o desobediencia al estado.

De esos 25, cinco fueron enviados ayer a prisión preventiva, entre ellos Jordi Turull, considerado cercano a Puigdemont y que era candidato a la presidencia de la región.

El presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, anunció el sábado que suspendía el pleno de investidura del candidato a la presidencia de Cataluña, Jordi Turull, después de que éste fuera enviado la víspera a prisión provisional investigado por rebelión y malversación.

Torrent consideró necesario realizar un gesto "ante la situación de excepcionalidad" con un turno de 15 minutos para que cada uno de los grupos parlamentarios pudieran dar su opinión ante la actual situación.

(editado por Mark Potter, traducido por Andrés González)