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El filme "El rey de la fiesta" materializa la oportunidad de cambiar de vida

Ciudad de México, 20 ene (EFE).- El director mexicano Salomón Askenazi llevó al cine la vaga y popular idea de tener la posibilidad de cambiar de vida en el filme "El rey de la fiesta", una historia que demuestra que una metamorfosis se puede vivir a cualquier edad.

"Todo el mundo ha pensado en cómo sería poder cambiar tu vida con la de alguien. Esta película me permitió explorar temas como ¿quién eres?, ¿cómo puedes cambiar por una situación o una decisión propia o externa?", responde este jueves el director en entrevista con Efe.

Dos hermanos gemelos de 50 años viven vidas completamente contrarias: Héctor es un hombre casado, tiene una hija adolescente a la que no entiende, hace su trabajo de mal humor y está estancado en la infelicidad de la vida adulta. Como un espejo contrario, Rafael es un promotor de arte dedicado completamente al placer, divertido, ligero y agradable, sin embargo cuenta con muy poco sentido de responsabilidad.

"Héctor está 'atorado', quiere salir, liberarse pero no encuentra por dónde y de pronto se le presenta la oportunidad de oro de suplantar a su hermano gemelo y es ahí donde se da cuenta que se autodescubre a sí mismo y se renueva", apunta el director.

La película, que se estrena este jueves en salas mexicanas, muestra el viaje casi esquizofrénico de Héctor hacia la persona que en realidad es y que vive entre las capas del deber ser e irónicamente lo hace desde el peligroso juego de interpretar a alguien que él no es.

EL TERCER PERSONAJE

Giancarlo Ruiz da vida a Héctor y a Rafael y al tercer personaje que se desarrollará en la película que es Héctor pretendiendo ser Rafael y dicen que fue en este tercer papel en el que encontró un mayor reto actoral.

"Me dio más oportunidades de exploración emotiva y psicológicamente, fue un momento de destrucción, de Ave Fénix, de salir de nuevo con otra energía y otro 'mindset' (mentalidad) sobre la vida", explica Ruiz.

Según el actor mexicano, tiene muchos aspectos en común con ambos personajes, pero se identifica un poco más con Rafael.

"Ambos tienen muchas cosas de mí. En diferentes momentos de la vida he sido Héctor supongo, aunque mi personalidad es muy ligera y liviana, más como la de Rafael, soy muy directo y eso mete mucho en problemas. Soy una combinación de los dos", concluye.

Salomón llevaba una parte del guion escrito cuando conoció a Giancarlo y su potencial histriónico lo hizo pensar en él para terminar el filme, por lo que el crédito de los protagonistas es también para el actor de 52 años.

"Escribí pensando mucho en Giancarlo, tenía una idea de lo que podía llegar a ser un personaje pero hasta que no empezamos a trabajar juntos fue que encontramos el tono y todo cobró vida", explica Askenazi, quien gusta de hacer cine de forma colaborativa.

EXPERIENCIAS PROPIAS Y LA EDAD

"El rey de la fiesta" es el tercer filme de Salomón, quien se ha caracterizado por su particular forma de contar historias desde una visión personal.

"Generalmente me inspiro en algo de mi vida para tener una idea central o la premisa de la película y las imágenes vienen hasta que ya las estoy trabajando con el equipo creativo, hay ciertas cosas que están en el guion, pero la idea que tenía se borra cuando tengo el resultado final", explica.

La historia rompe con la idea de lo difícil que puede ser cambiar una personalidad establecida y enraizada a los 50 años. No obstante para Salomón, a cualquier edad esto puede suceder, pues en un principio se imaginó la historia personificada por alguien de su edad.

"Me pareció divertido ver a alguien más grande queriendo salir de su mundo y rompiendo con la inercia, pero creo que se podría haber hecho con cualquier edad. Mi decisión también tuvo que ver con el perfil Giancarlo, pero no creo que haya una edad para hacer un cambio", relata.

Después de un trayecto por festivales internacionales y nacionales, "El rey de la fiesta" llega este jueves a salas de cine en México.

(c) Agencia EFE